Dando continuidad al interés de hacer esta modesta aportación que siga intentando facilitar a los michoacanos y mexicanos en lo general, el entendimiento y las implicaciones de la pesadilla epidemiológica, que lamentablemente sigue siendo la covid-19, pues, no acaba de terminar la pandemia con su supuesta "curva aplanada" y con la tendencia al decrecimiento, como lo caracteriza OMS, en su fase tres (F3), es que escribo este documento. Por necesidad, tengo que insistir y repetir que el secretario de salud, Hugo López-Gatell y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, siguen declarando un mes sí y otro también (ya pasó abril y mayo) que la curva aplanada empezaría su tendencia al decrecimiento y, por lo tanto, bajaría la posibilidad de contagio, contando con las condiciones para el regreso a la nueva normalidad y, en consecuencia, a la incorporación al trabajo. Los recientes datos publicados por la secretaria de salud, dicen todo lo contrario de lo afirmado por el gobierno de la 4T, pues, apenas el día 3 de junio del 2020, informaba en el artículo anterior, que ese día amanecimos con 3 mil 891 contagios de un total de 101 mil 232 y mil 92 muertes de un total de 11 mil 729, cantidad record en México; el 20 del mismo mes y año, superamos los 200 mil contagios y las 25 mil muertes, prácticamente se doblaron los contagios y las muertes de mexicanos. Así la cosas, ¿cuál curva aplanada? ¿Cuál regreso a la nueva normalidad? En todo caso, diremos que tendremos un regreso a la nueva normalidad luctuosa. Y los López Obrador y Gatell, ¿qué? Como dice la ronda infantil de "Juan Pirulero", que cada quien atiende a su juego
El tema que nos ocupa, es el trabajo y su relación con covid-19. Históricamente, hablar de trabajo es referirnos a la acción transformadora del ser humano, cuando pone en acción coordinada los 12 sistemas que integran su organismo y éste en plena acción psicomotora transforma la materia prima que se toma de la naturaleza y la convierte en una mercancía que se intercambia en el mercado. La energía aplicada por el ser humano al tensar su sistema locomotor con movimiento voluntario y la concentración de su pensamiento, se gasta y por lo tanto se debe recuperar esa energía, alimentando el organismo a través de un recurso económico llamado salario mínimo, que el dueño de la fábrica le retribuye al trabajador a cambio de su trabajo. Así, cada trabajador que acciona en la esfera de la producción, bajo un contrato con una jornada de trabajo fija y una remuneración con salario fijo, recibe el nombre de empleado, pues, se le contrata para emplearlo en la producción de mercancías.
Para abordar la economía mexicana, debemos señalar sus datos estadísticos en materia económica que nos sirvan de marco referencial; así, podemos señalar que México es un país de 126 millones de habitantes, siendo la 15ª economía de 194 países en el mundo. Después de 14 países, México es el país que más riqueza genera. El progreso de un país, dicho de otra forma, su prosperidad, se mide por los puntos porcentuales en el crecimiento o decrecimiento del PIB, su Producto Interno Bruto. Así, tenemos que el gobierno anterior, el de Enrique Peña Nieto, en sus seis años de gestión, creció en promedio, 2.19 por ciento en el PIB; el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador, en sus primeros 13 meses de su periodo de gestión, entre el 2018 y 2019; antes de covid-19, no creció. Con este no crecimiento quedó pulverizado el 4 por ciento del PIB, prometido en su campaña. Ya se asomaban nubarrones en la economía mexicana que vinieron a aparecer con la recesión técnica del 2020.
También, se debe señalar la política de desaceleración en la economía, del desaliento y por tanto de la desconfianza en los empresarios nacionales y extranjeros, para invertir en México; no hay que dar mucho rodeo para obtener una conclusión certera y objetiva, para concluir que la falta de una política de apoyos fiscales, crediticios y de cualquier otro tipo sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, las PYMES Por parte del gobierno de la República, de López Obrador; hasta el momento las ha dejado a la deriva, pues, es una burla el pretender reactivar su economía con un millón de créditos por un monto de 25 mil pesos pues repercutirá en la misma proporción, en la gran cantidad de desempleo y obviamente la gran cantidad de desocupados que se quedarán sin trabajo. La política económica del gobierno de la República, de López Obrador, está fracasando estrepitosamente, pues, si antes de pandemia la economía andaba mal, con la llegada de la covid-19, la economía en México pasó de Guatemala a Guatepeor como dice el refrán popular.
Durante la covid-19, la planta productiva se paralizó y, presentó un claro decrecimiento con un -0.04 por ciento del PIB. Se agrava más la economía mexicana, sobre todo, ante la exigencia irracional y poco humana del presidente de la Republica, López Obrador, al promover por exigencia de los EE.UU., el regreso a la nueva normalidad, que más bien se le debe llamar el regreso a la nueva mortandad, cuando ya se está informando que 10 mil PYMES están en bancarrota y por tanto no abrirán. Los mexicanos estamos ante una equivocada y grave política económica del gobierno de la 4T, que ha dejado a la deriva a los mexicanos de más escasos recursos en la lucha contra covid-19 y, de la misma manera, también a cientos de miles que ya no contarán con un trabajo; por la miopía política de López Obrador al no ver que la falta de apoyo a la planta productiva se encuentra directamente en proporción al desempleo de los trabajadores mexicanos; ya se habla de una pérdida de 1 millón 700 mil empleos y datos más aterradores hablan de un desempleo de 12.5 millones y en el peor de los casos, de 17 millones; después de la pandemia; vale hacer una reflexión con todos los mexicanos, acción que nos permita tener la cabeza fría y el corazón caliente, ya que en los tiempos tan difíciles que corren, se requiere. Si contrastamos los índices de crecimiento del PIB, del actual gobierno y del anterior, nos daremos cuenta que ya antes de la pandemia, la economía de México, con cero crecimiento (0%), ya era grave, pero muy grave, pues, estamos ante un problema de pobreza de los mexicanos más débiles. Así, se entiende que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador manifestó que la pandemia le había caído ¡como anillo al dedo! Claro, pues, así ante la amenaza real de muerte por covid-19, los mexicanos olvidaron la tragedia económica y de inseguridad en que vivían y, López Obrador como Poncio Pilatos "se lavó las manos" y, entonces ya puede seguir engañando a los mexicanos.
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