MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Con Morena en el poder, continuarán los recortes a educación

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La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, ha manifestado públicamente que su gobierno dará continuidad a la “Cuarta Transformación” (4T), es decir, a la política aplicada por el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su gestión; promete construir un “segundo piso” a la transformación cuyo primer nivel, se entiende, fue levantado por el gobierno saliente. Lo anterior quiere decir que dará continuidad al Gobierno de AMLO en sus aspectos más importantes, en sus características esenciales; una de éstas es la política de recortes al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF); sectores sociales que veían deteriorarse su atención a causa de dicha política que también implementaban los gobiernos anteriores. Sectores tan importantes como, obra pública, salud, desarrollo agropecuario y educación resultaron lesionados; cada año, en la iniciativa presidencial correspondiente, se redujeron partidas presupuestales al sector de la educación.

López Obrador cerrará su sexenio con tres de cada 10 escuelas de educación básica con daños estructurales o con alguna estructura atípica; con cinco de cada 10 con deficiencia de accesibilidad y seis de cada 10 planteles sin servicio de internet.

Los recortes fueron abiertamente declarados o disfrazados de supresión de fondos, (como es el caso de las Escuelas de Tiempo Completo) o simplemente, no se planificaron, (como es el caso del programa La Escuela es Nuestra que solo se otorgaba a las escuelas ubicadas en el área rural). Y de los pocos apoyos que se hicieron fueron las becas Benito Juárez a los estudiantes del nivel básico, situación que apoya la posición de que dicho apoyo tiene un objetivo político: mantener al partido gobernante en el poder.

Especialistas en el análisis de la política económica oficial han informado que los recortes presupuestales fueron transferidos al renglón de programas sociales y éstos a su vez se convirtieron en un instrumento electoral para conquistar el voto de muchos sectores en favor del partido gobernante. Esta política es indispensable para la caracterización del gobierno saliente; pero no es la única. El reporte especial también se ocupa de la política de construcción de gigantescas obras, alguna de ellas en la etapa final de este gobierno, y que seguramente se planearon para inmortalizar a AMLO, tal como acostumbraban los gobernantes de la antigüedad egipcia, porque su uso mediático despierta esperanzas entre la población de alcanzar una situación social y económica mucho más favorable.

Desde la llegada de Morena a Palacio Nacional se ha dedicado a borrar los programas que garantizaban el cuidado y la construcción de la infraestructura pública educativa. El gobierno de López Obrador cerrará su sexenio con tres de cada 10 escuelas de educación básica con daños estructurales o con alguna estructura atípica; con cinco de cada 10 con deficiencia de accesibilidad y seis de cada 10 planteles sin servicio de internet. La Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoce que estas dificultades son aún más críticas en las zonas rurales o con alto rezago social, lo que coloca a niños y adolescentes y a la comunidad escolar en condiciones de riesgo. La organización “Mexicanos Primero” señaló que son más de 132 mil escuelas que carecen de electricidad, baños y lavamanos.  Sin embargo, más allá de los datos, es evidente el deterioro cada vez mayor de la infraestructura escolar, la cual es usada a diario por millones de estudiantes y que de no rehabilitar expone a los alumnos.

Todos estos recortes al presupuesto del sector educativo, han provocado que en el estado de San Luis Potosí la educación se haya venido deteriorando más. Pruebas al canto: de acuerdo con la información concentrada en la última encuesta de escolaridad elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) Las estadísticas arrojadas demuestran que de cada 100 potosinos de 15 años y más únicamente 21 de ellos logran concluir con la educación superior, 22 concluyeron preparatoria, 52 tienen secundaria y 5 de cada cien no cuentan con ningún grado académico que los respalde. Es decir, el perfil educativo del potosino promedio es graduado de la educación básica; sólo un 20% de este sector de la población logró graduarse de la universidad. También las mismas estadísticas arrojaron que en el estado el porcentaje de los potosinos que no saben leer ni escribir con 75 años, es del 30.6 por ciento de la población.

Ante esta situación, es necesario que los mexicanos no nos dejemos adormecer por el solo hecho de recibir un apoyo económico para mi abuelita, mamá o hijo que reciba una pensión o beca; debemos ser más críticos con nuestros gobernantes en turno y sobre todo debemos organizarnos los docentes, padres de familia y alumnos para exigir que con lo que con la boca se dice, con los hechos se cumpla para un mejor bienestar presente y futuro de nuestras familias y de todo el país.

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