Como es costumbre dentro de nuestra organización, en cada evento político que se lleva a cabo no puede ni debe faltar un número artístico que engalane. Para esta ocasión, tuvimos a bien presentarnos en el grandioso centro histórico de la capital michoacana, lugar donde fue instalado uno de los centros de acopio que recaudó víveres, ropa, zapatos, productos de higiene personal, medicamentos, etc., a lo largo de una semana en apoyo a los damnificados por las intensas lluvias que golpearon el sur del país. Esta ayuda especialmente va destinada a los hermanos tabasqueños quienes, hoy por hoy, literalmente, están con el agua en el cuello.
Recordemos que van casi tres meses desde que el huracán "Eta” dejó en condiciones deplorables a varios estados del país, pero recordemos también que Tabasco fue el más dañado y aunado a lo que el huracán provocó, también está, por ejemplo, la decisión que el presidente tomó en abrir la presa Peñitas, acción que vino a inundar aún más las zonas bajas de la entidad, dejando a miles de familias en la ruina, muchas de éstas, sin poder habitar sus hogares, a los agricultores se les perdió su ganado, algunos no rescataron su cultivo y ahora para poder sobrevivir, deben andar en pequeñas lanchitas para salir a buscar comida.
Es dura la pena por la que están atravesando los hermanos de Tabasco, por eso nuestra organización, a nivel nacional decidió emprender una campaña para ayudar un poco a estas familias afectadas. Por eso, los días pasados nos dimos a la tarea de llamar a la ciudadanía a solidarizarse con la causa. Finalmente, la respuesta de los michoacanos fue llevar sus apoyos, y en agradecimiento a todos el los grupos culturales del Movimiento Antorchista en Michoacán les ofrecimos un breve programa que estuvo integrado por bailes, poesía y música, esta vez no para engalanar sino, como dije anteriormente para agradecer su bondad con los más necesitados.
Creo que es costumbre para quienes no tienen la curiosidad de ahondar sobre alguna problemática, repetir argumentaciones falsas sobre nuestro movimiento. Les resulta fácil repetir falsedades que no son más que eso, no son capaces de abrir su panorama más allá y rectificar si lo que dice la opinión pública resulta verdadero o no. Es muy frecuente escuchar que se nos calumnie, se nos ataque y se nos ponga etiquetas de algo que no representamos, en este caso que se diga que nos dedicamos a hacer marchas, mítines, plantones, etc. Y cuando conocen lo que verdaderamente conforma Antorcha se quedan sorprendidos y nos felicitan por nuestras acciones.
Así pasó en el acto de agradecimiento mismo que a la par fue banderazo de salida a las más de ocho toneladas de ayuda que salieron, el pasado sábado 4 de diciembre a Tabasco donde, además, la gente que se acercó pudo constatar que todo lo recaudado fue enviado en su totalidad.
Pero, quiero aprovechar este espacio para decir que es responsabilidad del gobierno estatal y federal resolver los problemas que aquejan a los damnificados. Aunque nuestro movimiento, por fraternidad, no dejó solos a los tabasqueños, los únicos responsables de salvaguardar el bienestar de la población entera, inundada o no, son los gobiernos. Sin embargo, a la fecha se nota una total ausencia por parte de las autoridades, se han mostrado incompetentes e insisto, no han resuelto en lo mínimo esta problemática.
Lo único que se sabe, es que se levantó un censo para saber quiénes perdieron su vivienda y posteriormente ayudar a recuperarla. Esto no es suficiente, para lo inmediato resulta torpe y para el futuro, quizá el gobierno crea que baste, pero, ¿cómo podrá esto compensar los daños no sólo materiales sino morales, que están sufriendo familias enteras? Porque estar sin un hogar, a la intemperie, expuestos a infectarse por Covid-19, dengue o cólera pone en total riesgo su vida, por tanto, ese miedo se propaga entre los pobres.
Entonces, ¿tenemos razón o no, en exigir que el gobierno actúe y otorgue una ayuda real a la población? Yo considero que es perfectamente posible, ya que nuestros compatriotas no pueden seguir así. Se necesita destinar recurso para obras de infraestructura hidráulica, esto podría terminar de facto con el problema de las inundaciones o en su defecto aminorarlos. Implementar un plan estratégico para que Tabasco no valla al gua nunca más.
Finalmente, ellos como gobierno necesitan resolver las demandas del pueblo trabajador, primero, porque es su responsabilidad y está en sus manos como líderes de este país. Y segundo, porque el presidente se comprometió decretar el buen funcionamiento de las presas, cosa que no hicieron los gobiernos anteriores.
La catástrofe social se ha repetido varias veces en los últimos años y mucho depende del gobierno actual cambiar la situación. Por nuestra parte y como siempre, no dejaremos de insistir hasta garantizar el bienestar de nuestros hermanos de Tabasco.
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