Todos los habitantes de la colonia Julio César Ruiz Ferro recuerdan los inicios de este asentamiento humano, que allá por el año 1995 decidieron acercarse al Movimiento Antorchista para protegerse de las amenazas de desalojo y, como consecuencia, el riesgo de ser despojados de su único patrimonio que habían logrado construir en los años anteriores a esa fecha.
Las noticias de que la fuerza del Antorchismo era de carácter nacional, así como los buenos resultados que se estaba demostrando en colonias aledañas como El Refugio, donde a escasos meses de haberse afiliado a la organización se estaban consiguiendo obras importantes, le dio la seguridad a la colonia Ruiz Ferro que unirse al Antorchismo chiapaneco era la única opción viable para salir adelante. Y sin perdida de tiempo así lo hicieron. Se acercaron a Antorcha y se dispusieron a trabajar y luchar guiados bajo su dirección.

Con el paso del tiempo, y a la vista de lo que la unión de los colonos ha logrado, es probable que algunos olvidemos lo que es no tener a la mano los servicios básicos, es posible que haya quien olvide lo que es no tener luz, no tener agua potable o calles pavimentadas y transporte; también es probablemente que algunos no hayan sufrido las inclemencias del tiempo junto a los iniciadores, por haber adquirido su lote cuando ya todo se había estabilizado; o haya quienes por pertenecer a las nuevas generaciones y a su juventud no hayan sufrido en carne propia las privaciones que sufrieron los fundadores de esta colonia; pero en ambos casos, estamos obligados a conocer la historia de este lugar donde está establecida nuestra vivienda y donde crecen nuestros hijos y transcurre nuestras vidas día a día, para dimensionar adecuadamente lo que implica poseer un pedazo de tierra donde se pueda vivir tranquilamente.

Afortunadamente, la gran mayoría de los pobladores de la colonia Julio César Ruiz Ferro ha sabido valorar el esfuerzo propio o el sacrificio de sus antecesores y lo que es mejor, lo han sabido transmitir a las nuevas generaciones para que de igual forma reconozcan en todo lo que vale, la labor de todos aquellos que han participado en la construcción de un espacio adecuado para vivir y trabajan diariamente para desarrollarlo, embellecerlo y convertirlo en un lugar digno para sus hijos y los hijos de sus hijos. La prueba de ello es que en las pasadas contiendas, decidieron mayoritariamente seguir en la lucha organizada avanzado cada vez más bajo la égida del Movimiento Antorchista Nacional.
Por esta razón, hoy que se cumplen 30 años de existencia, es útil conocer lo que ya se hizo y se ha logrado, pero también es importante trazar la trayectoria que tenemos que recorrer hasta alcanzar las metas que nos hemos propuesto. En el futuro hay obras materiales que construir como más calles pavimentadas, acondicionamiento de espacios deportivos y parques, servicios de mucha cuantía económica como el drenaje; y resolver demandas de mucha trascendencia como la regularización de nuestros predios que vendrá a darnos la certeza jurídica que necesitamos para así desterrar de una vez y para siempre el fantasma del desalojo; pero también necesitamos luchar por obras de otro tipo, obras que acrecientan el conocimiento y alimentan el espíritu: tenemos en puerta la regularización de nuestro bachillerato y la construcción del edificio escolar, instructores de danza, música y poesía y las bellas artes en general y las principales ramas del deporte.

Pero, sobre todo, necesitamos fortalecer nuestra conciencia para crear en nosotros la convicción de que en esta vida no hay solución posible si no nos disponemos a formar esa gran fuerza social que una no sólo a la Ruiz Ferro con El Refugio y Plan Chiapas, Jorge Obispo e Independencia 2000, sino a todos los municipios del estado de Chiapas con el resto de entidades federativas, que una al país entero en torno al proyecto de nación que viene proponiendo Antorcha desde hace mas de 51 años. Un proyecto que contempla en primer lugar mejorar las condiciones económicas y materiales de todos los mexicanos mediante la generación de empleos, la elevación significativa de los salarios y una reforma fiscal y redistribución del gasto social en favor de los más pobres. Y, en segundo lugar, eleve la altitud de miras del pueblo mexicano para que mediante el deporte y la cultura aspire a ser ya no el patio trasero del imperio norteamericano, sino ser un país de primer mundo a la altura de otros que estamos viendo surgir delante de nuestros ojos, como Rusia y como China; sobre todo, como este país asiático que en 40 años ha sacado de la pobreza a mas de 800 millones de chinos y que hoy por hoy se disputa el primer lugar de la economía mas poderosa del mundo con los Estados Unidos.
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