Han pasado prácticamente nueve años desde que se colocó la primera piedra para construir un Hospital de Segundo nivel en el municipio de Chicoloapan de Juárez. En este tiempo han gobernado políticos de los partidos del PRI y Morena, pero ninguno ha construido el hospital que tanto le hace falta a la población, lo que me hace concluir que los políticos que han estado al frente del Ayuntamiento de Chicoloapan solo buscaron llegar al Gobierno municipal para hacerse de riquezas y, por supuesto, a costa del pueblo que los llevó al poder.
Durante su campaña en 2018 rumbo a la presidencia municipal, la actual alcaldesa, Nancy Gómez Vargas, enarboló la bandera de la terminación de la obra de ese nosocomio, hizo promesa tras promesa; pero, a partir de que ascendió al poder municipal, el primero de enero de 2019, se olvidó de sus promesas y, desde entonces, ha esgrimido mil excusas para no cumplir con su compromiso: "el municipio no tiene la obligación de hacerlo”, “no existe ni un solo peso etiquetado para la construcción de ese hospital, ni en el presupuesto de egresos 2022 ni en ninguno del próximo año”.
Es más, las cosas están tan estancadas que hasta el secretario de Salud del Estado de México, Francisco Fernández Clamont, en su comparecencia en la Cámara de Diputados local, mencionó que faltan ocho hospitales por edificarse en la entidad, entre ellos el de Chicoloapan, el cual tiene problemas con la regularización del predio y la integración del proceso de donación al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), cuestiones que son responsabilidad de la alcaldesa Gómez, lo que quiere decir que, de parte de ella, no hay voluntad política ni interés para destrabar trámites sencillos que son competencia del Ayuntamiento morenista.
El municipio de Chicoloapan fue de los que más contagios de covid-19 ha padecido durante la dura pandemia: de acuerdo con cifras oficiales del portal ´Monitoreo de Casos en México por Municipios´, auspiciado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de 2020 a 2022, en Chicoloapan se tuvieron 1,561 casos, de los cuales se tiene información que al menos 161 lamentablemente fueron decesos. Si hubiera existido una estrategia que realmente apoyara a la población más vulnerable, sin duda alguna se hubiera evitado que muchas personas perdieran la vida, pero la administración morenista nunca realizó acciones para cuidar la salud de la población; al contrario, en julio de este año celebró eventos masivos para conmemorar los 200 años del municipio, en los que invirtió 24 millones de pesos, pero para el hospital ni un centavo.
Evidentemente, el pan y el circo es una de las estrategias que han utilizado los gobiernos morenistas de los municipios del oriente mexiquense para manipular el humor social de la población. Pero la gente ya está comenzando a señalar los problemas que están a la vista de todos y que, en el caso de Chicoloapan, son muchos los pendientes que no resolverá la presidenta municipal. Dicho sea de paso, miles de usuarios de redes sociales han señalado que los únicos cambios que se observan en la localidad son las operaciones estéticas a las que se ha sometido la alcaldesa para lucir totalmente diferente a la persona que buscaba el voto en 2018.
El siete de noviembre de 2013 fue la fecha en que se colocó la primera piedra de ese elefante blanco que sigue inconcluso, el cual daría servicios de medicina interna, ginecología, obstetricia, pediatría, cirugía general, sala de urgencias, odontología, nutrición, psicología, estimulación temprana, medicina preventiva, somatometría, áreas de expulsión, toco-cirugía, quirófanos, pruebas de laboratorio gratuitas, área de rayos X, módulo mater, cuneros, salón de usos múltiples, módulos de seguro popular para la re-afiliación, cuarto de máquinas, área de RPBI entre otros servicios.
A los vecinos de Chicoloapan les queda una grandisima lección de no volver a confiíar en Morena ni en políticos que solo llegan a los puestos para medrar y vivir del erario municipal.
Es hora de los pobres, de que llegue una nueva clase al poder político para sacar del gran rezago en el que se encuentra sumido este milenario territorio, heredero de la grandeza historica de los pueblos del Acolhua y Chichimeca.
El Movimiento Antorchista está puesto, trabajando día a día con sus activistas para realizar la gran tarea de organizar al pueblo y luchar por mejorar las condiciones de vida de los más humildes.
El próximo año 2023 será decisivo en el reacomodo del mapa político en el Estado de México, por lo que el pueblo chicoloapense puede dar una gran lección y mandar al basurero de la historia al morenisml de Chicoloapan. ¡Serpientes y escaleras, los dados están en el aire!
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