Cada partido político deberá jugar con mucho cuidado si es que desea llevarse una rebanada de pastel en la próxima contienda electoral; los partidos chiquitos buscando cobija en los más grandes, otros aprovechando los privilegios mediáticos que les brinda el presidente de la República, el caso es que todos toman provecho. Cada partido, así como sus aspirantes, preparan con mucha anticipación el guion perfecto, para que la “novela electoral” tome forma y no disfrace con mentiras la verdadera realidad.
Han pasado tres años desde que Andrés Manuel López Obrador puso en marcha su proyecto de nación, al convertirse en presidente de México, alegando que su gobierno, es el gobierno del cambio con una “nueva generación” de políticos que iniciarían su autoproclamada Cuarta Transformación.
Sin embargo, él y sus secundados, gobernadores y presidentes municipales, no han mostrado resultados, mucho menos han cumplido lo ofrecido en campaña. Estos políticos no sólo hacen el ridículo exhibiéndose públicamente como los menos austeros, a pesar de ser una de sus principales banderas y de gritar a los cuatro vientos que están erradicando la corrupción, sino que además su falta de visión política perjudica al país, porque no existe planeación o proyectos serios que ayuden a erradicar la gran brecha de desigualdad social.
Con la desaparición del Ramo 23 del Presupuesto, muchas obras perdieron cause pues a través de este instrumento se gestionaban obras de índole social, donde el gobierno federal tenía la obligación de realizarlas, sin la necesidad de que formaran parte del recurso de alguna dependencia o entidad gubernamental, podríamos decir que era directo; el Gobierno federal asignaba sin la intervención de terceros. Pero lamentablemente al presidente López Obrador, no le agradó este mecanismo de gestión, tanto así, que en su primer año lo suprimió.
Es inevitable ver todos los días que existen carencias de todo tipo, pero los que gobiernan están más preocupados por su popularidad que por dar resultados como gobernantes; por ejemplo, en Quintana Roo se llevarán a cabo elecciones para gobernador y diputados locales, y al parecer muchos políticos ya andan aceitando sus motores para no quedarse fuera de la gran contienda, tal es el caso de la reelecta presidente municipal de Benito Juárez, Mara Lezama, como todos la conocen. La alcaldesa se enfila para ser una de las candidatas a la gubernatura, claro que primero tenía que pasar por el filtro de Morena.
Primero, el partido guinda quiere controlar el Estado, para eso tendrán que lanzar a su ficha más “fuerte” y más cercana al Gobierno federal, que les pueda asegurar fidelidad al residente de Palacio Nacional.
Segundo, Mara Lezama al ser la actual presidente municipal de Benito Juárez, ha demostrado incapacidad para gobernar, teniendo a Cancún entre las ciudades más inseguras del país, no hay obras de infraestructura y las pocos que existen están inconclusas porque, se dice, existe desvío de recursos económicos, irregularidades que la 4T no ha corregido a pesar de que esos recursos deben destinarse a abatir muchas necesidades en los hogares del municipio. Mara Lezama es muy buena haciéndose publicidad con la tapadera de baches, saliendo en fotos, pero es incapaz de plantear verdaderos proyectos que ayuden a mejorar la ciudad de Cancún.
El panorama en Quintana Roo es desalentador, porque quienes en la actualidad ostentan el poder en el Estado no dan resultados tangibles, realizan las misma política de la 4T, pues han sido más discursos dilatorios que soluciones; hay pendientes en la zona campesina de Quintana Roo, miles de campesinos organizados en el Movimiento Antorchista, siguen esperando fertilizantes, concretamente que se les apoye en su actividad productiva; en la zona urbana hay una lista amplia de necesidades ya expuestas al gobernador Carlos Joaquín González, a quien hemos expuesto realicen las de mayor importancia, pero sólo manejo político hemos recibido.
Los antorchistas pedimos al gobernador Joaquín González que recapacite por el bien del pueblo quintanarroense, de otra forma por su actuar le estaría entregando la gubernatura de manera anticipada a Morena; todavía es tiempo de realizar acciones a favor del pueblo pobre y marginado basta de restarle al Estado, porque en el proceso electoral que se avecina, pueden ser el inicio de la sepultura del progreso de un Estado tan joven al dejárselo a Morena, los hechos hablan por sí solo. Conste.
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