Me incorporo con mi modesta opinión, a que los mexicanos hagamos conciencia del grave problema que pende sobre nuestra cabeza coma como la espada de Damocles y, que, por lo tanto, nuestras cabezas pueden rodar por el suelo, antes de que nos demos cuenta.Hago referencia, al gravísimo problema de la frágil democracia en México, asediada, amenazada y agredida, un día sí y otro también, por el Gobierno de la 4T, de Andrés Manuel López Obrador; basta en apoyarnos en el viejo refrán popular que a la letra dice "para muestra basta un botón" y con ello adelantaremos el botón; nuestra histórica Constitución, que hoy se encuentra agredida y por lo tanto, parchada, cicatrizada y herida de muerte y en manos de las ocurrencias, caprichos e imposiciones de mexicanos "selectos" el Gobierno de la 4T; quienes para satisfacer intereses perversos, individuales o de grupo, tienen a nuestra Carta Magna debatiéndose entre la vida y la muerte por los múltiples incisiones que le vienen haciendo, herida de muerte y el manos de sus detractores, la 4T, quienes la tienen secuestrada haciendo uso de varios subterfugios, como: las ocurrencias, los caprichos, la demagogia, las imposiciones, sin que el pueblo pobre de México, la gente de más escasos recursos, los más débiles; se percatan del secuestro y las arteras agresiones a que, a diario, la tienen sometida.
Decir que el parteaguas del Poder Judicial, lo representa la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República, a la titularidad del Poder Ejecutivo de la nación, con una soberbia y autosuficiencia, inocultables indigna de mejores causas; resultado de la histórica y copiosa votación con los 30 millones de votos.A ello, sumarle la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, integrada por diputados de Morena y diputados aliados.El parteaguas del Poder Judicial, es uno antes del presidente en funciones y uno después de la toma de protesta, el primero de diciembre del 2018, del presidente en funciones tanto el antes y después de la democracia en México, no debe pasar desapercibido, para ningún ciudadano que se aprecie de ser mexicano y sobre todo que tenga conocimiento de causa, de lo que representa nuestra Carta Magna como pilar de la democracia mexicana.
Sin entrar en exceso de detalle, por no ser necesario, abordaremos la autonomía del Poder Judicial de la Federación y la razón de hacerlo es sencilla y fundamental, pues, actualmente era el único poder que mantenía cierta autonomía con referencia a los otros dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, de los tres pilares que son base sólida de la democracia mexicana; siempre y cuando cada uno de ellos mantenga el principio de guardar su incuestionable y necesaria autonomía con respecto a los otros poderes.El poder Ejecutivo anda desatado tratando de monopolizar al poder Legislativo y al poder Judicial; veamos lo que ha pasado con el poder Legislativo, el segundo poder del Congreso de la Unión, con su mayoría calificada ha venido garantizando la aprobación de todas las iniciativas que a su interés de caudillo le han convenido, como por ejemplo los recortes presupuestales anuales al PEF, la cancelación del Ramo 23 que afectó a los pobres del campo y la ciudad y la imposición de los últimos tres ministros de la Corte; más recientemente los 109 fideicomisos que pretende cancelar, para manejarlos a través de la SHCP, a la libre decisión del titular del Poder Ejecutivo y en estos días que corren, cumplir su perversidad de aparecer en la boleta de las elecciones del 2021, muy a pesar que la Carta Magna en su artículo marca otro día, otro mes y otro año, al que necesita el presidente para asegurar, nuevamente, el triunfo de la 4T; su propósito se lo cumplirá la mayoría calificada de los diputados de Morena y aliados.Así se demuestra que el presidente Andrés Manuel tiene monopolizado parte del poder legislativo, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Así, podemos objetivamente señalar la importancia del jueves primero de septiembre del 2021, la expectación nacional, los ojos puestos en la decisión que tomaría la Suprema Corte de Justicia de la Nación para desahogar la petición del Poder Ejecutivo de aprobar la petición de su consulta popular para enjuiciar a cinco ex presidentes; en resumen, la Corte se jugaba su prestigio de ser un organismo independiente del Poder Ejecutivo o bien ser un apéndice más de las decisiones, de los caprichos del presidente Andrés Manuel López Obrador.La decisión de la Corte, al declarar constitucional la consulta popular para enjuiciar a los cinco expresidentes, reflejo de imagen de una Corte sometida al Poder Ejecutivo, de una Corte que pasó en entredicho la autonomía, la independencia, del Poder Judicial de la Federación, que puso en entredicho, el principio de gobernabilidad en México, el principio fundamental de la democracia mexicana, que es la autonomía entre sí, de tres poderes.Con ello se comprobó que el presidente ya monopolizó las decisiones del Poder Judicial de la Federación y, por lo tanto, se cumple que la autonomía del Poder Judicial va en caída libre, para desgracia de la democracia mexicana y el beneplácito del moderno dictador en tránsito.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario