"La poesía es el producto más grande que el hombre puede hacer con la palabra", ha asegurado en varias ocasiones el dirigente nacional del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, quien desde niño tuvo acercamiento a ella gracias a su padre, el profesor Luis Córdova Reyes, quien disfrutaba de la buena literatura, en especial de la poesía.
La poesía que el dirigente nacional antorchista conoce, memoriza y declama en los eventos masivos en los que se reúnen miles de militantes de la organización social y en pláticas con amigos, no sólo la disfruta personalmente, como muchos egoístamente hacen.
La poesía, al conectar nuestras emociones más profundas y ofrecernos nuevas perspectivas, tiene el poder de hacernos más humanos y solidarios, transformando la forma en que percibimos la realidad y a nuestros
En su afán por que los desposeídos alcancen una vida mejor, no sólo los ha enseñado a luchar, sino que también los ha acercado a los satisfactores espirituales que mentes geniales han producido para goce de la humanidad.
Es por ello que, desde hace 50 años, el líder social que fundó y ha hecho crecer a Antorcha hasta hacerla la organización social más grande de México, trabaja día a día para que los integrantes de los grupos antorchistas de todo el país no solo conozcan las diferentes ramas del arte, sino que también las practiquen, las saboreen, las hagan suyas y luego las regresen a la humanidad con movimientos armónicos (en danza o teatro), o con palabras bellamente engarzadas en la poesía, con el propósito de despertar emociones profundas en la gente y hacerla más sensible a lo que sucede en su entorno y con la humanidad en general.
El poeta chiapaneco Jaime Sabines decía que, a diferencia de los seres comunes y corrientes, los poetas tienen más sensibilidad para percibir las cosas que los rodean porque "un poeta es una persona que va por el mundo sin piel, con la carne viva, por lo que las cosas que suceden le afectan más que a otros porque no tiene nada que lo cubra, que lo proteja, y entonces, como respuesta a la vida, se le da la poesía".
Esas palabras llenas de sensibilidad con que los poetas describen las cosas, palabras bellamente engarzadas en un poema, nos enseñan a percibir las cosas de otra manera a como las vemos cotidianamente; es decir, que la sensibilidad que los poetas plasman en sus poemas despiertan la sensibilidad de quienes leen sus producciones y, por tanto, nos hacen más humanos y solidarios con nuestros semejantes.
Gracias al trabajo tenaz que en el ámbito cultural realiza Antorcha desde hace 50 años en todo el territorio nacional, ahora cuenta con bailarines, actores y cantantes que ofrecen espectáculos de alta calidad a gente de comunidades marginadas, además de que, algo muy importante que nadie en el país ha podido lograr, cuenta con una cantera de por lo menos dos mil declamadores de todas las edades, quienes el próximo sábado 28 de septiembre participarán en la II Jornada Nacional de Declamación que el Movimiento Antorchista realizará en las capitales de los 32 estados de la república.
Y mientras Antorcha, la organización de los pobres de México, día a día trabaja para que la gente viva mejor y que conozca las producciones poéticas más importantes que se han producido hasta ahora, la violencia no para en el estado de Sinaloa y, por lo tanto, la gente no puede vivir tranquilamente porque los grupos delincuenciales se disputan el territorio y, lo peor del caso, es que ni el gobierno, el morenista Rubén Rocha Moya, ni el Ejército están dispuestos a mover un dedo para detener a los delincuentes y brindar paz y seguridad a los sinaloenses.
Eso se deduce de las afirmaciones del comandante de la tercera Región Militar, quien ante reporteros tranquilamente manifestó que la seguridad en ese estado no depende del Ejército, y por lo que se ve ni del gobernador, porque "dos facciones de un grupo criminal son las responsables de la violencia" y prácticamente dijo que ellos no moverán un dedo para brindar paz a los ciudadanos porque eso "no depende de nosotros, depende de los grupos antagónicos, que dejen de hacer confrontación entre ellos y que estén dejando a la población en paz para que viva con tranquilidad".
En esa degeneración ha derivado la política lopezobradorista de abrazos no balazos, política con la que el presidente dijo que acabaría con la delincuencia, pero que ya vemos que en realidad ha hecho sufrir a millones de mexicanos.
La violenta situación que viven los sinaloenses, y los mexicanos en general, solo podrá acabarse cuando los gobiernos federal y estatal, con todo su poder económico, policiaco y militar, acepten las consecuencias y decidan combatir a los grupos delincuenciales que cada día adquieren más poder e intimidan cada vez más a la ciudadanía.
Pero, lo más importante es que los mexicanos despertemos del letargo en que los tienen sumidos los apoyos económicos que reciben del Gobierno federal y decidan trabajar en serio para llevar al poder político a verdaderos representantes de los mexicanos humildes, a quienes sí les interesa que la gente viva mejor: sin violencia, con trabajo y educación.
En tanto eso sucede, Antorcha trabaja para llevar poesía, danza y música a los mexicanos, a fin de que se sensibilicen con los sentimientos y emociones que las bellas artes les proporcionan, con lo cual nos hacemos más humanos.
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