Bien dice un refrán: "Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata". Eso sucede en La Paz, estado de México. Más de 15 mil familias de la zona de San Isidro llevan tres semanas sin agua potable, por la irresponsabilidad del director del Opdapas La Paz, Oscar Pedro González, sumada a la poca disposición de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) para resolver problemas en los pozos que administra y su insensibilidad ante la necesidad de los pobladores afectados.
Las familias afectadas sufren el problema de agua potable en dos sentidos: el primero es el desabasto total por periodos muy largos, y el segundo es que cuando tienen un poco de agua, llega con mal olor, amarillenta, con gusanos o larvas, inapropiada para el consumo humano.
La dotación de agua para la mayoría de la población de San Isidro depende del pozo Tlalpizáhuac que administra la CAEM, por eso el poco abasto de agua, pues el suministro depende del pago que el ayuntamiento haga a la dependencia estatal; después, el agua llega a los puntos de almacenamiento y rebombeo municipales, aquí siempre hay fallas, si no se quemó la bomba hay una fuga que no se puede arreglar. La calidad del agua se perjudica en ambos puntos desde el origen del pozo hasta la vieja infraestructura municipal.
La calidad y escases del agua potable en San Isidro, y la falta de infraestructura hidráulica, son problemas que han dejado heredados administraciones anteriores, es verdad; pero, se han agravado en la actual administración, además de que el Opdapas tiene un director que no cumple con el perfil especializado que requiere la dependencia, sabemos, por su personal, que en muchas ocasiones ellos no tienen material ni piezas para arreglar una pequeña fuga, el equipo que usan ya es obsoleto para atender las necesidades de la gente, y no tienen porque la administración municipal no dispone el recurso necesario para que el Opdapas opere eficientemente.
La irresponsabilidad de Oscar Pedro González Flores y de la CAEM pone en grave riesgo a miles de pobladores de La Paz, pues en esta cuarentena las autoridades de salud recomiendan la profunda limpieza personal y en viviendas, las familias se preguntan cómo van a cuidar su salud sin agua potable.
En conclusión, la administración de Los Reyes La Paz y la CAEM abandonan a su suerte a miles de familias del municipio mexiquenses. Es urgente que el Ayuntamiento implemente un programa de abastecimiento de agua potable gratuita para los afectados y que la CAEM, además de sumarse al programa de dotación de agua, ayude al municipio a construir infraestructura hidráulica que garantice el abastecimiento de agua en las zonas altas del municipio, pues 4 de cada 10 personas de La Paz habitan en esas zonas y si no se comienza a planificar la dotación de servicios para esas personas el problema crecerá en poco tiempo.
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