El 9 de los corrientes el licenciado Andrés Manuel López Obrador recordó o le terminaron recordando un término repetido por moda, según él, en la reunión del G20; el término fue "holístico”. Repetido por moda, así como las palabras "resiliencia” y "empatía&rdquo, poco usados antes de la era de la Cuarta Transformación y ahora sí por parte de los neoliberales como si se usara para desacreditar su gobierno frente a la situación difícil que vive el pueblo mexicano, todo esto después de haber dado a conocer su "ardua labor” en la elaboración de un diccionario con el lenguaje, tecnicismos y demás terminología de la era neoliberal y de la post neoliberal.
Hay dos cosas que me resultan importantes comentar aquí. Primero, a estas alturas conocemos ya la situación delicada del pueblo tabasqueño por las inundaciones; en circunstancias de pandemia por covid-19, al estado de Tabasco se le suman otros agravantes por las lluvias extraordinarias de este año: el dengue y el cólera. Ahora, en lugar de instrumentar un plan de rescate de carácter inmediato a los damnificados con alimentos, ropa, calzado y otros artículos de primera necesidad y un proyecto serio para el problema de las inundaciones que es recurrente pero no inevitable, se pone a escribir un libro con la terminología neoliberal, como si eso resolviera los problemas de los tabasqueños.
Para solucionar el problema de las inundaciones se necesita de una derrama presupuestal del gobierno enorme, la construcción de infraestructura hidráulica que haga frente a las precipitaciones extraordinarias exige de una determinación política del gobierno para hacer el gasto que se requiere, es decir, contemplar en el gasto público a los de abajo como lo dice le mismo Sr. Presidente; a todo esto, nada más habrá que acordarse de cómo quedó distribuido el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021, las obras faraónicas del señor de la 4T, sí; obra pública para los tabasqueños y para los mexicanos en general, no.
Haciendo un paréntesis, Antorcha llamó a una cruzada de acopio de víveres y ropa para nuestros hermanos damnificados. Se instalaron 23 centros de acopio en varios municipios del estado de Michoacán y, el sábado 5 de diciembre por la tarde, salió de Morelia el camión cargado de lo acopiado para Tabasco; aunque no resuelva sustancialmente el problema de los damnificados, aunque la empatía, la solidaridad de los mexicanos con ellos le resulte al presidente una moda oportunista, creo personalmente que la actividad es buena y debe ser emulada por los demás. Agradecemos a la solidaridad de los michoacanos por sumarse a esta campaña por Tabasco.
Amable lector, si usted toma en cuenta el hecho de que en Tabasco, el estado damnificado, el 53 por ciento de su población está en situación de pobreza y el 46.8 por ciento tiene carencia alimentaria según datos del 2018 del Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), además, de encabezar la lista de los peores estados en materia de desocupación, por nada menos que seis años consecutivos, estará usted de acuerdo que, aunque sea por moda, la palabra "empatía” debería estar en el discurso para sensibilizar al pueblo mexicano y que se solidarice con el pueblo tabasqueño.
Segundo, que la voz presidencial llame a limitar el discurso, en este caso de sus opositores, al lenguaje común, porque a él le parece que las palabras resiliencia y empatía no las va a entender la gente, es un error y un peligro; por un lado, se menosprecia la capacidad de entendimiento que puede tener el pueblo o aprender y acceder a un lenguaje y a una cultura más elevada, tal parece que se quiere justificar la falta de acceso a la educación del pueblo mexicano; por otro, el hecho de no aculturar al pueblo, significa la perdición del mismo, mantenido en el lenguaje común y vulgar se mantiene al margen de la situación social, político y económico de la sociedad en que vive, y en consecuencia, al margen de las decisiones trascendentales en las que debería estar participando.
Contrariamente a esta concepción de la educación del pueblo, el Movimiento Antorchista propugna y lleva a cabo la labor de enseñarle a las masas trabajadoras, sostenedoras hasta del régimen de Morena, a leer y a estudiar y, como luego se dice, a las pruebas nos remitimos. Siempre en cada asamblea, se lee y se discute, se comenta algún texto que ayude a concientizar a esas masas de su papel en el medio en el que vive y de lo que puede hacer. Si bien, hay obreros, campesinos, colonos a quienes la dura vida no les permitió acceder siquiera a la educación elemental, básica, en Antorcha se les explica y se les impulsa de este modo a salir del atraso que tienen.
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