Las agresiones y asesinatos a periodistas crecen en México. La tarde del lunes, Yesenia Mollinedo, directora del semanario “El Veraz” y la camarógrafa Johana García fueron acribilladas en el municipio de Cosoleacaque, al sur de Veracruz. Los hechos ocurrieron cuando ambas se encontraban en el interior de su vehículo estacionado afuera de una tienda de conveniencia. Con ellas van tres periodistas asesinados en menos de una semana, pues el pasado 5 de mayo en Culiacán, Sinaloa fue encontrado el cuerpo del también periodista Luis Enrique Ramírez.
En lo que va del 2022 suman ya 11 los reporteros asesinados y, según cifras de la organización Artículo 19, desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder, en diciembre de 2018, se han contabilizado 1,945 agresiones contra la prensa en el país, incluyendo 35 asesinatos y dos desapariciones, 85% más que en el primer trienio del presidente Enrique Peña Nieto.
México ha sido catalogado en los últimos tres años como uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, y la violencia que vive la prensa ha hecho que gobiernos y organizaciones pidan la intervención del mandatario nacional. “La conclusión después de tres años de Gobierno de López Obrador es que no sólo no han podido resolver las decenas de asesinatos de periodistas, defensores y activistas, sino que ha hecho muy poco para prevenirlos”, denunció Jan Albert-Hoosten, representante del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) en México.
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