Las organizaciones sociales, prestigiosas figuras, así como especialistas en economía, coinciden en que son escasas las posibilidades de que este Gobierno mejore la situación y enderece el rumbo.
2024 será cuando se lleven a cabo las elecciones más grandes de la historia en nuestro país. Pero este año estará marcado también por la inseguridad, ya que en 2023 ocupó los primeros lugares a nivel mundial, como uno de los países más inseguros del mundo, destacando los homicidios dolosos y la extorsión. De igual modo, el sistema de salud está hecho pedazos, principalmente los que se encargan de curar a los trabajadores son los que la padecen. Por lo tanto, existen pocas esperanzas de que las cosas mejoren.
Seguiremos ocupando los primeros lugares a nivel mundial como uno de los países más ricos del mundo, pero esa riqueza está concentrada en diez personas que en 2023 aumentaron sus fortunas: Carlos Slim aumentó de 74 mil millones a 105 mil millones, Germán Larrea aumentó de 22 mil 700 a 35 mil 900 millones, Ricardo Salinas Pliego aumentó de 11 mil 550 a 14 mil 600 millones, mientras que Alejandro Bailleres aumentó de 5 mil 320 a 6 mil 860 millones. Carlos Slim es la decimoprimera persona más rica del mundo y número uno en América Latina.
En contraste, las necesidades de los mexicanos aumentaron en todos los aspectos, siendo el 36 % de los mexicanos en situación de pobreza, según el informe Inegi.
El presidente indica que se crearon empleos, pero son informales, provocando un incremento en las personas que declararon tener dificultades económicas y problemas relacionados con la atención sanitaria. Las carencias de las personas en pobreza extrema subieron de 3.6 a 3.8 en promedio entre 2020 y 2022.
La administración de la Cuarta Transformación programó recortes. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) explicó que se aplicaron 3 billones 756 mil a programas de “desarrollo social”, o sea, del programa del “Bienestar”, que aumentaron en 7.6 % con respecto al 2023. Esto significa que hay más dinero para comprar conciencias, dinero a la mano que no se comprueba; algunos se entregan y otros se quedan en el camino.
Para apretar más la tuerca, se le recortó dinero al árbitro de las elecciones más grandes de la historia en un 21 %, de manera que se le amarran las manos, los pies y se le pone una mordaza a la autoridad.
En lo que respecta a las pensiones, esas sí aumentaron en 30.8 %.
El poder judicial tendrá que trabajar en 2024 con menos dinero porque se les recortó el 3.6 %, lo que es el más bajo del sexenio.
Los estados y los municipios tendrán menos dinero para hacer obra pública y se mantendrá pobre al pueblo.
Gracias a la 4T está comenzando el año con un país bañado en una situación de desastre, sin crecimiento económico, sin medicinas y analfabeta.
De esta forma, está comenzando el año, con un país bañado en una situación de desastre, sin crecimiento económico, sin medicinas, analfabeta, debido a que ocupamos los últimos lugares en educación a nivel mundial, de acuerdo con la prueba PISA.
Parecería que ya no hay alternativa, que no tenemos salida. Pero el movimiento Antorchista sostiene que todo cambiará, aunque no sea de forma total, sino constantemente, porque nada es eterno, todo se transforma.
“Ningún hombre puede pisar dos veces el mismo río, pues nunca es el mismo río y nunca es el mismo hombre. Todo fluye, nada permanece”, decía Heráclito previamente a la existencia de Cristo, y nuestra atención es clara.
La clase en el poder está muy interesada en hacer creer al pueblo que es imposible cambiar la situación en la que vivimos, por eso nos aconsejan no protestar, que no nos organicemos, que los pobres se preocupen por resolver los problemas personales. Según ellos, el mundo siempre ha estado así, divididos en ricos y pobres.
Como podemos observar, mentir nos es algo nuevo; no obstante, en esta administración se ha vuelto más descarado.
La transformación verdadera es posible, porque así nos indica la historia, que el mundo se encuentra en constante evolución: de la comunidad primitiva siguió el esclavismo; posteriormente el feudalismo y ahora estamos en un sistema capitalista.
Para poder cambiar las cosas, es necesario que el pueblo se organice y este cambio le toca al proletariado, porque es el pueblo pobre, por sus circunstancias de absoluta carencia de medios de producción.
Los individuos organizados y educados son los que tienen que cambiar las cosas, y no la partidocracia tan sonada y afamada por el neoliberalismo. Debe ser el pueblo organizado quien debe tomar en sus manos al Estado; frenar la acumulación de riqueza, distribuir el ingreso e ir borrando la diferencia de clases
Luchemos por nuestro pueblo, por una organización más fuerte, educada, consciente y unida; luchemos por un verdadero partido de los pobres y así estaremos hablando de una verdadera transformación.
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