Nunca ha pedido Antorcha al ayuntamiento de Los Cabos que viole la ley y construya aulas en una propiedad privada con presupuesto oficial; más bien hemos solicitado que se apoye desde el poder una iniciativa popular que debe terminar en la creación en forma de una escuela más de nivel medio en un lugar en que hace falta: la pobrísima zona de las colonias que llevan el apellido Gastélum. Insinuar lo contrario es una insidia y tratar de presentar a la opinión pública la solicitud popular como abusiva y, por tanto, justificar de antemano la evasión de compromisos adquiridos públicamente.
La posibilidad de apoyar la construcción del aula solicitada por la preparatoria Moctezuma Ilhuicamina mediante vías no formales, pero tampoco ilegales —como era la posible ayuda de constructores contratistas con el ayuntamiento—, fue manejada y propuesta por la propia alcaldía de Los Cabos en varias reuniones con los alumnos y maestros solicitantes y aceptada por nosotros, pues desde un principio (desde septiembre de 2022, a poco tiempo de que iniciara clases la nueva institución) la autoridad nos advirtió que “no está facultada para iniciar un proceso de construcción sobre propiedad privada” y que buscaría alternativas, en el entendido de que el proyecto no fue cuestionado pues desde su planteamiento original es irrebatible.
Hemos impulsado a nivel nacional la cantidad de al menos 480 escuelas de distintos niveles, iniciando todas desde cero, la creación de 78 casas de estudiantes y nuestra organización forjó la actual Universidad Autónoma Chapingo.
Dicha propiedad privada no es otra que un lote donado por el Movimiento Antorchista en la colonia Gastélum para que se realizaran allí labores educativas y, con sus propios recursos y apoyo de varios colonos y antorchistas, construyó en él la actual y única aula que dos grupos escolares se ven forzados a compartir en complicados horarios alternados.
Tan aceptada por ambas partes fue la propia propuesta del ayuntamiento que este envió a un ingeniero de su propia estructura de urbanismo, la Dirección General de Obras Públicas y Asentamientos Humanos, a realizar in situ un proyecto de presupuesto para que la alcaldía viera los mecanismos más adecuados para proceder a su construcción. Esto levantó altísimas expectativas entre alumnos, maestros y padres de la escuela, que vieron pasos más en serio por parte de la autoridad edilicia.
Eso sucedió el día 5 de febrero del presente, como oportunamente dimos a conocer en las páginas de Facebook del Movimiento Antorchista Baja California Sur y en el portal www.movimientoantorchista.org.mx/baja-california-sur, pero nunca se procedió, el presupuesto hecho por el funcionario municipal ha quedado en la nada.
Tan solo este último proceso de presupuestar la construcción requirió de nuestra parte al menos 10 gestiones y visitas a oficinas municipales —de las 31 principales visitas que hemos registrado y dado a conocer— además de innumerables llamadas telefónicas con autoridades urbanísticas durante las semanas en que la visita y elaboración de dicho presupuesto nos levantó esas altas expectativas. Pero fue una finta.
Así que nuestra insistencia ante la institución que encabeza Óscar Leggs se explica, por un lado, por su aprobación moral del proyecto de brindar educación a jóvenes que no encontraron otra alternativa para poder estudiar y, por otro, su compromiso de apoyarlo con el hecho real de apersonarse para calcular cuánto podría necesitarse para construir “en propiedad privada” el aula solicitada. ¿Qué caso hubiera tenido enviar a su personal a hacer el presupuesto si no contemplara la autoridad otra posibilidad más allá de su propia facultad?
Ahora el ayuntamiento hace público algo que era obvio, pero no aclara todo el proceso aquí descrito, mismo que las páginas públicas del Movimiento Antorchista se han esforzado por dar a conocer, proceso que justifica de manera sobrada nuestras denuncias de incumplimiento: no inventamos nada, quien lo desee podrá comprobarlo tanto en la institución mencionada como con los numerosos testigos de las personas que ingresan a las negociaciones antorchistas con funcionarios públicos.
No, no se malentienda, los antorchistas no hemos pretendido que el ayuntamiento construyera nada con recursos oficiales en una escuela privada que veamos como un negocio.
El caso es que hemos impulsado y solicitado apoyo para dotar de un terreno propio a la escuela, con las consecuencias oficiales que ello implica, es decir, que pase a ser propiedad oficial; ni tampoco habríamos hecho pública nuestra disposición a someternos a las reglas vigentes para aprobar los requisitos para que esta escuela tenga reconocimiento oficial (clave RVOE), como el gobierno del estado tiene registrado que le hemos solicitado y con ello caiga dentro de las facultades de las instituciones.
Sabemos bien que muchos proyectos educativos surgidos del pueblo mismo empiezan con estas y muchas otras dificultades, como escuelas de palitos incluso, pero la tenacidad y la lucha característica de Antorcha ha dado fruto.
Hemos impulsado a nivel nacional la cantidad de al menos 480 escuelas de distintos niveles, iniciando todas desde cero, la creación de 78 casas de estudiantes y nuestra organización forjó la actual Universidad Autónoma Chapingo (consulte usted el libro “Lenin en Chapingo”, de los autores Aquiles Celis y Victoria Herrera, editado por la Cámara de Diputados, de la actual LXV Legislatura federal).
Así que el surgimiento de la preparatoria Moctezuma Ilhuicamina, de Los Cabos, no es una ocurrencia, sino producto de una larga tradición de lucha popular.
El caso es que en Los Cabos son muchos los jóvenes que se quedan sin educación hoy día en las colonias más empobrecidas y necesitan acciones concretas que sólo nuestra organización tomó: regaló un pedacito de tierra, superó muchas dificultades para proporcionar maestros, puso brazos y tiempo para construir e impulsar un proyecto educativo que nadie más osó intentar: algo había que hacer y hay una poderosa razón para ello: llevamos en el corazón la meta de construir en nuestra patria una educación crítica, democrática, científica y popular.
Esperamos que el ayuntamiento de Los Cabos no termine desdiciéndose y cayendo en deshonrosas actitudes.
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