El 8 de marzo se conmemoró un aniversario más del Día Internacional de la Mujer, después de que en 1977 la Organización de las Naciones Unidas declaró esa fecha oficial como conmemoración y reconocimiento a la lucha dada por las costureras industriales que en 1908 se declararon en huelga exigiendo su derecho a la sindicalización, mejores salarios, menor jornada de trabajo, derecho a la capacitación y rechazo al trabajo infantil, exigencias que llevaron a los dueños de las fábricas a tomar represalias contra las miles de trabajadoras en huelga como fue encerrar a las trabajadoras en el interior de las fábricas para obligarlas a continuar con el trabajo fabril, lo que provocó un incendio que llevó a la muerte de 129 trabajadoras calcinadas.
Derivado de este hecho tan lamentable, las socialistas Carinne Brown y Gertrude Breslau- Hunt promulgaron el 28 de Febrero de 1909 como el día de la mujer en Nueva York y Chicago, posteriormente durante la celebración de la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, Dinamarca, los días 26 y 27 de agosto de 1910, se decidió proclamar el Día Internacional de la Mujer, teniendo como propósito que ese día se hiciera campaña por el derecho de la mujer al voto y su emancipación política.
Hasta el día de hoy, han pasado 113 años del inicio de la primera huelga femenil y 44 años de que la ONU declarara el Día Internacional de la Mujer, por eso creo que ante un aniversario más del día de la mujer debemos tener en cuenta tres cosas: primero, que el motivo de la primer huelga encabezada por mujeres fue para lograr mejores condiciones laborales y políticas; segundo, que las principales impulsoras del reconocimiento oficial del día de la mujer, aunque no solo el reconocimiento, sino que se fueran materializando sus demandas, fueron Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo quienes eran férreas críticas del modelo capitalista, ya que veían que dicho modelo económico estaba siendo el principal promotor de la desigualdad de las mujeres; tercero, que después de transcurridos tantos años de lucha persisten muchas desigualdades.
Actualmente se siguen cometiendo muchas injusticias contra las mujeres y por tanto su lucha sigue vigente, más si entendemos que es el modelo económico capitalista en el que nos encontramos inmersos como mexicanos, el principal promotor de las desigualdades, tal como lo sostuvo Lenin al afirmar “para liberar a la mujer será necesario cambiar al modelo económico, pues este sistema económico es el que se opone a la liberación no solo de la mujer sino del hombre, ya que aun cuando el sistema le dote mediante las leyes la supuesta igualdad, en la realidad es totalmente lo contrario”, además agregó Lenin “ necesitamos incorporar al sistema productivo y de dirección a la mujer, darle acceso al conocimiento y al dominio de la ciencia y la tecnología, en pocas palabras empoderarla por la vía del hecho, esto se traducirá en su independencia económica, política e ideológica que permita a su vez el desarrollo económico, social, cultural y político de la nación”.
Ahora veamos algunos datos actuales de la situación de la mujer en nuestro país.
México tiene alta tasa de embarazo entre la mujeres adolescentes y la cifra va a la alza de las mujeres que son madres solteras; tenemos las tasas más alta de deserción escolar de mujeres en los niveles medio superior y superior de los países pertenecientes a la OCDE, gran parte de las mujeres desertan al transitar de la secundaria al nivel superior, lo que da una alta tasa de mujeres “ninis”, tenemos insuficiente número de mujeres que ingresan al campo de la ciencia, la tecnología, educación y las matemáticas. El 46.8% de las mexicanas entre los 15 y 64 años participan en el mercado laboral, cuando en promedio de los demás países integrantes de la OCDE es del 67.5%. El 60% de las trabajadoras en México se desempeñan en empleos informales con poca o nula protección social. En materia de violencia sigue siendo uno de los sectores más desprotegidos en nuestro país como lo revelan las cifras actuales donde vemos elevados porcentajes de asaltos, homicidios, secuestros y violencia sexual, pues más de la mitad de las mexicanas reportan que han sido víctimas de violencia. Las jóvenes mexicanas tiene cuatro veces más posibilidades de convertirse en ninis que los varones, casi dos terceras partes de las ninis son madres y dedican una buena parte de su tiempo a realizar actividades domésticas y a tareas de cuidado sin remuneración, lo cual se convierten en barreras para poder continuar con sus estudios o ingresar al mercado laboral, el 77% de las mujeres realizan quehaceres domésticos y del cuidado infantil sin remuneración alguna, que es la tasa más alta de los países pertenecientes a la OCDE.
Ante este panorama tan complejo para la realización personal, profesional o laboral de las mujeres mexicanas, creo también debemos tomar en cuenta qué está haciendo el actual gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, para aminorar estas desigualdades o qué medidas están tomándose. Comentábamos de los altos índices de violencia contra las mujeres quienes en muchos de los casos para evitar se siguiera cometiendo estos actos en su contra, acudían a los refugios de mujeres para víctimas de violencia creados precisamente como medio de ayuda a dichas féminas, centros de atención a los cuales el actual gobierno federal retiró todo tipo de apoyo aduciendo representan una “gran carga” para el erario federal dejando en el total desamparo a las mujeres que estaban siendo ayudadas por dichos centros. Principalmente, durante la pasada administración federal fue impulsada la creación de estancias infantiles, lugares donde a un costo simbólico muchas madres podían dejar a sus hijos y éstas podían desempeñarse en el ámbito educativo o laboral, estancias que con la llegada de la 4T encabezada por AMLO, cortó todo apoyo financiero para su funcionamiento, con sus inmediatas repercusiones en las madres de familia quienes ahora tiene que optar entre los cuidados de los menores y el estudio o el trabajo. Antes de la actual administración federal, en materia de oportunidades de empleos para las mujeres era una cuenta pendiente ya que era difícil a las mujeres acceder a una fuente de empleo comparada con las mayores posibilidades que tenían los hombres, pero con la llegada de la actual administración, que optó por desaparecer los recursos del Ramo 23, que eran asignados año con año para ejecución de obras, lo que trajo como consecuencia inmediata fue la contracción de la economía provocando la pérdida de cientos de miles de empleos durante 2019, situación que se agravó en 2020 con la pandemia de la covid-19, que generó la pérdida de millones de empleos en nuestro país, y dejó sin fuente de empleo en primerísimo lugar a las mujeres; es decir, si cuando la economía de nuestro país venía creciendo era difícil conseguir puestos de trabajo a las mujeres, ahora es claro que los escasos puestos de trabajo son más peleados con los hombres porque también muchos de ellos perdieron su empleo. Ante esta problemática, ¿cuál ha sido la actitud del Ejecutivo federal? Oídos sordos a los reclamos de las mujeres, descalificar las causas de sus luchas, cerrar las puertas al diálogo entre mujeres y el gobierno de la 4T, lo que ha llevado a grupos feministas a protestar airadamente contra el gobierno, mismas protestas que desde antes, durante y después han sido atacadas mediáticamente, pero sin tocar siquiera las causas de fondo de dichas manifestaciones. Ante la dificultad no solo de ser escuchadas sino de ser atendidas, creo las mujeres deben aprender dos lecciones claras, primero: que sus desigualdades las deben llevar a unirse en un solo bloque buscando empujar hacia lograr mejores condiciones de vida; segundo: que dada las condiciones sociales, políticas y económicas, tienen que buscar formar un bloque no solo de mujeres en su lucha por mejores condiciones de vida, sino que deben apoyarse también en los varones para que en conjunto, hombre y mujeres den la lucha por una mayor igualdad, porque en tanto no modifiquemos el modelo económico, las desigualdades seguirán persistiendo, por esto, el Movimiento Antorchista siempre ha tenido como meta buscar desterrar las enormes desigualdades que prevalecen entre hombres y mujeres, sino también ha buscado una modificación al modelo económico del país que nos lleve a una sociedad más justa y más próspera, donde los mexicanos tengamos un vida más digna. Por ello invitamos a las mujeres a sumarnos en una sola fuerza unida como clase social desprotegida y golpeada buscando una modificación de fondo de nuestras desigualdades.
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