Hace apenas unos días, la Secretaría de Educación Pública anunció oficialmente la desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo, pese a que era un programa nacional que aportaba grandes beneficios a los mexicanos, tanto niños y adolescentes, maestros, padres de familia y comunidad en general. El arrebato y la miopía política de la 4T no les permite ver que cometen un acto de lesa humanidad porque atentan contra la educación que es un derecho universal.
Si bien el programa no era universal; es decir, para todas las escuelas, no había razón para desaparecerlo, al contrario, se debía procurar el mayor número de instituciones educativas con tiempo completo.
El programa Escuelas de Tiempo Completo tenía como objetivo coadyuvar en el desarrollo del tejido social. Su característica principal era que mantenía más horas al estudiante dentro de las aulas y con ello estaba lejos de clima de la delincuencia que tiende a ganar territorio entre la juventud que no tienen una actividad productiva y entonces se convierte en presa fácil de las fechorías, desde temprana edad están tentados a caer en manos de delincuentes, en las drogas, el alcohol, la prostitución, todas estas perversidades sociales acechan a los niños y jóvenes, por eso mantenerlos por más horas en la escuela resultaba una buena alternativa para salvaguardarlos.
En segundo lugar, hay familias en las que tanto el padre como la madre trabajan para sufragar los gatos del hogar, pero hay millones de casos en que la familia está desintegrada y quien ha cargado con la responsabilidad de los hijos es la madre, pues ahora la madre soltera tiene que trabajar toda la semana, en uno o hasta dos turnos para pagar renta, agua, luz, calzado, vestimenta; es decir, todo.
Así que la escuela de tiempo completo era de suma ayuda, pues además de que le permitía terminar sin problemas su jornada laboral, estaba completamente segura de que su hijo recibiría alimentación en el comedor de la escuela y no tendría que esperar con hambre en su casa hasta que mamá llegara del trabajo. Ahora, con la decisión de López Obrador y su 4T es alto el riesgo de la desintegración acelerada del tejido social, pues las mamás ya no podrán trabajar libremente y los niños ya no tendrán segura la alimentación. Esta es una verdadera tragedia.
En su lugar se ha ideado el programa “La Escuela es Nuestra”; la secretaría de Educación, Delfina Gómez dijo que “desaparecían las Escuelas de Tiempo Completo, pero con el nuevo programa se destinarían esos recursos para hacer obra y mejorar la infraestructura de las instituciones que tanta falta le hacen, además de equiparlas”, pero bajo el control de un comité de ciudadanos. Esto, en realidad, tiene más parecido a una estrategia política electoral, pues ahora un comité de MORENA pedirá abiertamente a los padres de familia que le aplaudan como foca al presidente, Andrés Manuel López Obrador.
¿Por qué no en vez de desaparecer las Escuelas de Tiempo Completo, sólo se hubieran asignado más recursos para mejorar las instituciones? ¿Por qué una cosa a cambio de la otra?
Todos los mexicanos debemos levantarnos la voz y exigir a la 4T que ya no atente contra la educación de nuestros hijos. Tenemos que exigirle que detenga esta política retrógrada. Tenemos que organizarnos y razonar si vale cambiar obras y programas por una beca pinchurrienta.
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