Ante los acontecimientos que se están sucediendo vertiginosamente en Michoacán, y ante la clara tendencia de algunos informadores de echar culpas a mi organización sin más ni más, aunque ni vela en el entierro tengamos, nos hemos visto en la necesidad de hacer algunas aclaraciones. El Movimiento Antorchista en Michoacán ha informado, respecto a los acontecimientos violentos que se suscitaron el día 10 de octubre a las puertas de la Facultad de Medicina, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), que no participó ninguno de sus miembros, ni por decisión de la organización ni a título personal; ninguno de sus integrantes participa tampoco en ninguna toma de ningún edificio o instalación de la UMSNH. Cualquier afirmación en contrario es simplemente una calumnia.
La reanudación de clases en la UMSNH es una necesidad para toda la sociedad, incluidos los estudiantes antorchistas que moran en las Casas del Estudiante Espartaco, impulsadas desde su origen por nuestra organización. Los antorchistas promovemos el amor por el estudio y el conocimiento de las ciencias, la tecnología y la práctica del deporte, del teatro, la música, el baile y la poesía; por estas razones nos es ajeno impedir a ninguna persona, quienquiera que sea, que estudie y se prepare en la universidad o en cualquier centro de estudios a cualquier nivel. Antorcha no promueve paros que perjudiquen el proceso educativo; ninguna escuela dirigida por maestros organizados en Antorcha Magisterial, desde nivel básico hasta el superior, ha suspendido labores; por el contrario, se esfuerza por cumplir con los programas de estudio -aunque muchos de nuestros compañeros no reciben pagos por parte de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE)-, cumplimiento que puede ser constatado en los propios registros educativos oficiales.
Acorde con sus principios, Antorcha rechaza las prácticas del vandalismo, el terror y la violencia: es una organización pacífica que actúa dentro de los cauces de la ley, que defiende y exige la vigencia plena del estado de derecho que nos rige. Practica, sí, con la mayor responsabilidad civil posible, el uso del derecho constitucional a la manifestación pública para impulsar el progreso y el desarrollo sociales y pone como prueba de ello los resultados obtenidos en la construcción de decenas de obras de alto impacto social por toda la geografía michoacana, como unidades deportivas, escuelas, servicios públicos en numerosos asentamientos humanos, introducción de caminos, carreteras y puentes, teatros, clínicas, casas de la cultura y otros, resultados que pueden ser constatados por quien quiera hacerlo. Antorcha rechaza la perversión del derecho a la manifestación pública que lo pone en peligro y a merced de la embestida derechista para anularlo.
Las luchas que los antorchistas llevamos a cabo en los días que corren van en ese sentido y nada tienen que ver con vandalismo o violencia; asegurar las condiciones de estudio para los niños del Centro Escolar "Maestro Aquiles Córdova Morán", de Morelia, y la construcción de su escuela, mediante la aplicación de 50 millones de pesos que la Federación destinó al efecto; obras y servicios para decenas de poblaciones y colonias que ya están presupuestados; ejecución de programas sociales federales y estatales para comunidades, colonias y agrupaciones que reúnen de sobra el requisito fundamental: la miseria -en vista de la ausencia de respuesta oficial, después de agotadas numerosas comisiones, gestiones y platicas infructuosas, continuaremos manifestándonos en el centro de Morelia hasta encontrar solución a estas incuestionables demandas-. Antorcha piensa que esta forma de distribución de la riqueza social es una de las más seguras para llevar a cabo el combate real a la pobreza y sus terribles consecuencias como la inseguridad, el crimen y la corrupción que tienen a Michoacán postrado y declara que su único enemigo es la pobreza.
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