Hace 17 años que se dio en Chimalhuacán uno de los sucesos más crueles y bestiales contra el antorchismo: el 18 de agosto del año 2000 -cuando estaba por tomar posesión del gobierno municipal el presidente electo en ese entonces y militante antorchista, Jesús Tolentino Román Bojórquez- se desató una matanza en contra de las familias que se encontraban en la explanada municipal de Chimalhuacán festejando el triunfo de Román.
Este hecho fue el resultado del miedo y el terror que los cacicazgos de cualquier lugar tienen cuando han perdido el poder; en el caso de Chimalhuacán, Guadalupe Buendía, alías la Loba, atacó ferozmente al haber perdido contundentemente el poder ante el antorchismo chimalhuacano, y planeó con ayuda del gobierno, la agresión contra cientos de antorchistas.
Diez muertos y más de 80 heridos resultaron del ataque del 18 de agosto, que en este mes conmemora el Movimiento Antorchista en el Estado de México, y con su trabajo cotidiano hace un homenaje a los mártires que perdieron la vida ese trágico 18 de agosto.
Guadalupe Buendía alias "La Loba", se sentía dueña de Chimalhuacán pero solamente era un instrumento de altos funcionarios estatales, pues les servía para enriquecerse a costa de la miseria y el atraso del pueblo chimalhuacano; millones de pesos anualmente se quedaban en manos de "la Loba", quien también los hacía fluir hacia Toluca como parte del negocio de agua, luz eléctrica, recolección de basura y sobre todo de la venta de lotes invadidos a punta de pistola, así operaba el gobierno estatal y federal a través de títeres.
Lo más terrible de este hecho tan cruel del que fueron víctimas cientos de chimalhuacanos, fue que la policía estatal que se encontraba a unos metros del ataque, nunca intervino para socorrer a la familias y a los heridos; es decir, solo estuvieron ahí para resguardar a los matones.
A 17 años de lo sucedido Chimalhuacán se ha levantado como un gigante, ahora es un municipio ejemplo de progreso y de desarrollo. Los chimalhuacanos recuerdan con orgullo y amor a sus mártires y día con día trabajan por seguir construyendo un mejor municipio honrando a los que dieron su vida por éste.
Para todos los ixtapaluquenses, nuestro vecino municipio de Chimalhuacán nos debe servir de ejemplo, pues ese pueblo organizado estuvo dispuesto y firme para dar la batalla contra los caciques y contra el gobierno estatal incluso.
Hoy, todos los ixtapaluquenses debemos estar así como los chimalhuacanos: dispuestos, firmes y aguerridos para luchar por la defensa de Ixtapaluca, por la defensa del progreso, porque los enemigos acechan como animales de rapiña y ansían el poder para enriquecerse y no para llevar obras y servicios a las comunidades, ¡no! Estos carroñeros solo quieren detener el desarrollo de Ixtapaluca a costa de lo que sea pues quieren el dinero público para su beneficio personal.
Es momento de que todos los ixtapaluquenses nos unamos al Movimiento Antorchista, la cual es la única organización social que no deja solo al pueblo. Es momento de fundirse con Antorcha, convertirse en uno solo, pues solo así se podrá combatir con firmeza al enemigo que acecha.
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