A la luz de la práctica gubernamental de 18 meses que tiene ejerciendo el presidente Andrés Manuel López Obrador, puedo afirmar, que él y su partido Morena, engañaron a los más de 30 millones de mexicanos que votaron por ellos, porque no han resuelto ninguno de los grandes y graves problemas del país a que se comprometieron en su campaña, como por ejemplo el crecimiento económico, la inseguridad, y la corrupción, por el contrario, los han agravado con sus políticas erróneas.
Tenemos una economía con un acelerado e histórico decrecimiento que nos lleva a una profunda crisis que está desembocando en una severa hambruna de las clases más vulnerables; la inseguridad desbordada, la corrupción en pleno auge y por si faltara algo, un pésimo y criminal manejo de la crisis sanitaria, que arroja ya, más de 400 mil contagiados y supera las 50 mil muertes de mexicanos, muchas de las cuáles se pudieron evitar si el gobierno morenista fuera verdaderamente humanista y no un farsante, como va quedando en evidencia con los recortes presupuestales que instrumentó en los meses de enero a mayo de este año.
Empezando por la Secretaría de Salud, a la que le disminuyó mil 884 millones de pesos, según confirman reportes de la Secretaría de Hacienda, que se reflejaron por ejemplo, en el Programa de Vigilancia Epidemiológica que tenía programado recibir 249.4 millones, pero recibió sólo 152.5 millones, es decir, el recorte fue de 96.9 millones de pesos; la Subsecretaría de Prevención y Control de Enfermedades, a cargo de Hugo López-Gatell, también tuvo un recorte de 47 millones de pesos, al disponer sólo de 145.7 millones de pesos, de los 192.7 millones que inicialmente tenía programados, aquí se explica en parte la escasez de los medicamentos para los niños con cáncer, que es otra tragedia nacional.
También hay un severo recorte al presupuesto de las entidades federativas y de los dos mil 458 municipios de nuestro país, castigados ya de por sí, con la desaparición del Ramo 23 y otros programas desde el inicio de la administración de López Obrador.
Enrique Vargas del Villar, presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes (Anac), reveló el 14 de julio, en una videoconferencia de prensa, que al mes de mayo, los municipios habían padecido una reducción presupuestal de más de 76 mil millones de pesos (mdp) y que esta medida provoca que "Más del 85 por ciento de los municipios están en una quiebra técnica, nada más tienen para pagar sueldos, y en este segundo semestre del año es cuando más se gasta por aguinaldos, los municipios no van a tener para pagar las gratificaciones a las que los trabajadores tienen derecho".
También mencionó que la situación es tan grave que algunos ayuntamientos carecen de dinero, incluso para cubrir los servicios básicos de agua, luz y seguridad pública.Hasta ahora, los municipios más afectados por la crisis económica, de acuerdo con fuentes locales y organizaciones de ediles, se han localizado en los estados de Puebla, Oaxaca y Michoacán, donde la caída de los ingresos presupuestales son mayores, incluso al 40 por ciento.Les siguen los del Edomex, Hidalgo, San Luis Potosí y Guanajuato, que reportan un desplome del 35 y el 40 por ciento.Los alcaldes poblanos denuncian que, hasta el seis de julio, habían sufrido un recorte de 400 millones 500 mil pesos, que ha afectado directamente a los habitantes de éstos por vía del deterioro o la parálisis parcial de servicios básicos y obras públicas, y apoyos sociales brindados por las autoridades municipales.Vargas del Villar también afirmó "es el momento adecuado para definir un plan gubernamental de apoyo a los municipios".
Sí, estoy de acuerdo en que es preciso y necesario éste plan, pero ¿quién le pondrá el cascabel al gato? ¿Quién exigirá la aplicación de éste acuerdo? Les corresponde a los alcaldes, pero vemos cuando menos en Michoacán, que muchos de ellos en vez de explicarle a sus gobernados la situación a que nos conducen estos recortes y exhortarlos a que juntos protesten ante el gobierno federal, que es, quién tiene la obligación de resolver la problemática, más bien optan por cerrar las oficinas cómodamente y se olvidan de las promesas que hicieron a sus electores, de resolver los problemas que aquejan a sus demarcaciones, tenemos como ejemplo de ésta actitud, al presidente del municipio de Tangancícuaro.
También hay alcaldes comprometidos con sus gobernados, como es el caso de los antorchistas que gobiernan municipios como Chimalhuacán e Ixtapaluca en el Estado de México; los que gobiernan casi una decena de municipios poblanos, entre los que está Tecomatlán; así como los ocho alcaldes potosinos; todos ellos son de los pocos presidentes municipales, que encabezan a su pueblo en la lucha por que los gobiernos de sus respectivos estados y el gobierno federal cumplan con su obligación.
Desde mi punto de vista, ésta es la práctica que deberían seguir todos los representantes populares en nuestro país, para no permitir que el pueblo mexicano acepte resignadamente, todos estos atropellos, que sólo buscan fortalecer la política electorera del partido en el poder.
Para cambiar de fondo la situación de pobreza en que se encuentra la inmensa mayoría de la población, es indispensable la participación activa y consciente de millones de mexicanos, debemos entender que las verdaderas transformaciones sociales, son obra de las grandes masas populares y no de las acciones de un iluminado.Y menos, del que tenemos al frente del país, que en vez de enfrentar con medidas serías, la difícil situación, producto de las crisis sanitaria y económica, sólo adormece al pueblo, mediante el engaño y la mentira, con distractores mediáticos como la rifa del avión y el caso Lozoya, que en nada benefician a los mexicanos.
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