El diccionario de la Real Academia Española, define como vergüenza ajena, "lo que uno siente por lo que hacen o dicen otros". Pues éste parece ser el sentimiento de la mayoría de los colimenses ante los últimos acontecimientos protagonizados por los políticos colimenses, cuando menos de los más visibles en los medios.
Hace unos días, los principales medios de Colima publicaron, con algunas variantes de forma, la siguiente nota: "Aprueban crédito por mil 728 millones de pesos", en el cuerpo de la nota se dice que el Congreso aprobó lo anterior, pero también da cuenta, de un "zafarrancho" armado por dirigentes y militantes de los partidos de MORENA, MC y del PAN, este último encabezado por el mismísimo senador y excandidato a la gubernatura, Jorge Luis Preciado Rodríguez. Según los medios locales, la intención de todos los que cito, era la de impedir que sesionaran los Diputados para impedir a su vez, que le autorizaran al Gobernador adquirir una deuda más para el estado; con esta consigna, llegaron dispuestos a tomar la tribuna y el congreso mismo a como diera lugar. Bueno, pues resulta que tan luego llegó el grueso de las fuerzas de los tres partidos que cito, se gastaron la artillería de sus reclamos entre ellos mismos; se gritaron, se empujaron, se agredieron, se tomaron la foto y después, todos se retiraron del Congreso; luego de esto, los diputados se reunieron con toda calma y ya sin gritos, aprobaron la nueva deuda pública de mil 728 millones de pesos que solicitó el Gobernador Mario Anguiano Moreno.
Este sonado "zafarrancho" y el aumento de la deuda pública de Colima me provocaron algunas ideas que quiero compartir con mis escasos lectores, a fin de que se sepa cuál es la opinión de los antorchistas colimenses ante estos sucesos.
En primer lugar debemos deducir, sin lugar a dudas, que el Gobernador acepta, al pedir autorización para un crédito de semejante tamaño, una muy mala administración de sus finanzas; ahora está claro que se gastaron mucho más de lo que debían, y la pregunta obligada es: ¿Cómo y dónde se lo gastaron?, porque, si hubiera la suficiente transparencia del gasto, si al pueblo colimense le quedara suficientemente claro que se gastó procurando su bienestar, beneficiándolo de manera muy tangible, el Gobernador no hubiera tenido necesidad de tomar, casi por asalto, la sede del Congreso y enfrentar un "zafarrancho" para que se le aprobara su propuesta de contraer una nueva deuda.
Por otro lado, hay que agregar, que la actual administración de Mario Anguiano, ha incrementado históricamente la deuda del Estado; según registros del "Saldo histórico de obligaciones financieras de entidades federativas, municipios y sus organismos" de la SHCP, del año 2009, cuando Mario Anguiano asume la gubernatura, a junio de 2015, la deuda pública se incrementó en un 111.4%, esto es, un incremento de mil 414.6 millones de pesos, pues hace seis años la deuda era de mil 270 millones, y para el mes que cito, era ya de 2 mil 684.6 millones de pesos. Esto también habla del mal manejo financiero del Gobierno, y lo sabe perfectamente el pueblo colimense porque ha estado pagando las consecuencias. Por eso, los detractores políticos del Gobierno aprovechan muy bien la situación.
Y ahora, por si fuera poco, a esto hay que agregar, que la nueva deuda autorizada por el Congreso, es por la cantidad de mil 728 millones de pesos, nótese bien, que es muy superior a los mil 414.6 millones que se habían acumulado a lo largo de los casi seis años; la deuda total será ahora, de 3 mil 142.6 millones de pesos, un incremento del 247.4%; como dije más arriba, es un incremento histórico, tal como lo registra la SHCP cuando menos desde el año de 1993. En el mes de septiembre, según una proyección de crecimiento de la población de Colima, hecha por la STPS-INEGI, en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, (ENOE) la población colimense era de 721,910 habitantes; si tomáramos como base este dato, y dividiéramos entre él la deuda pública total, resultaría que cada colimense tiene ahora una deuda de 4 mil 353.2 pesos, que la parte proporcional de la deuda pública, de una familia de cinco miembros, es de 21 mil 765.8 pesos; pero como nos dicen los diputados, no hay de que apurarse, la deuda se pagará (de los impuestos y reduciendo programas sociales y obra pública, etc.) en un plazo de 25 años. Que gran consuelo.
Y finalmente, sobre la demanda de los partidos citados, de que no se le autorice el nuevo endeudamiento al Gobernador; sinceramente considero que el problema principal no es ese, la cuestión no es si el Gobierno tiene dinero o no, sino con quien se lo gastó y con quién se va a gastar lo del nuevo endeudamiento; esto no se resuelve tomando un rato la tribuna del Congreso, sino organizando al pueblo pobre de Colima para que reclame más programas sociales, más obra pública y más y mejores servicios; es decir mejores condiciones para vivir. Por eso luego de este "zafarrancho", de los despidos de más de mil trabajadores, de la suspensión de obra pública, de los programas sociales y del aumento de la deuda pública, a los antorchistas nos gustaría saber qué opina el Lic. Ignacio Peralta Sánchez, porque en su calidad de Gobernador electo, el primero de noviembre deberá de enfrentar esta desagradable situación y a decir verdad, me parece ya se está tardando en reaccionar. Veremos qué pasa.
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