Si se quiere una respuesta rápida y concisa, diremos que está en manos del gobierno federal, destinado fundamentalmente a los programas de transferencia monetaria directa para comprar voluntades. El título del presente obedece la pregunta que se hace la gente ante la evidente disminución de obra pública ejecutada en estados y municipios, a lo largo y ancho del país, debido a que tiene que padecer calles destrozadas sin pavimento, servicios elementales deficientes o nulos, deterioro de la infraestructura carretera, falta de edificios educativos, Etc., pero la verdad es que hoy llegan menos recursos porque el gobierno de la 4T, ha disminuido drásticamente los destinados a la construcción de obras para los ciudadanos.
Según el diario reforma, "en los meses que lleva en funciones esta administración federal, la disminución fue del 19 % y para el 2020 será de otros 6 % lo que sumado da un total del 25 % menos de recurso comparado con lo que se venía haciendo en el sexenio pasado", o sea que no sólo no aumento como debería, sino que decreció el monto destinado al desarrollo de las comunidades y colonias marginados y la obra en general. En términos llanos esto quiere decir que, de 1,000 pesos destinados por el gobierno federal anterior para hacer las obras, el actual ahora gasta sólo 725 pesos, dejando de invertir en este rubro nada menos que la cuarta parte de lo que ya se venía invirtiendo; todo con el pretexto de que se le está dando dinero en efectivo a la gente, con lo cual esta deberá resolver todos los problemas y las necesidades. "Al cierre de julio, el gasto acumulado en mantenimiento de carreteras, sistemas de conducción de agua potable, hospitales, escuelas públicas y otras obras fue de 77 mil 633 millones de pesos, esto es, 18 mil 650 millones menos que en el mismo periodo del 2018, revelan las cifras más recientes del Inegi". "Los datos de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras del organismo revelan que el dinero erogado es el más bajo desde el 2006 para un periodo igual y que el monto de caída en inversión es también el más bajo en los últimos 14 años".
Del dinero de las famosas tarjetas el ciudadano ahora, debe tomar para pagar sus necesidades en materia de salud, de vivienda, de educación, de alimentación, y ahora también de infraestructura de desarrollo, materia que es entera responsabilidad del gobierno que ahora se niega a realizar.
El problema es grave y empeorará con el paso del tiempo y no basta con que se diga que estamos felices, felices, pues la economía del país no crece, pero sí crece el número de la población, las necesidades, los problemas de movilidad, de vivienda, de empleo, y todo cuanto exige el desarrollo del país. La gente no podrá estar feliz mientras no se resuelvan sus problemas y pueda acceder a una vida digna como lo establece la constitución general de la República Y eso pasa necesariamente por el desarrollo en infraestructura, por la realización de obras y dotación de servicios en las comunidades y las colonias marginadas que son las más en nuestro país. El dinero está concentrado, lo tienen el gobierno, lo gasta a su capricho, comprando conciencias mediante la entrega de dinero a la gente, pero ésta no sale de ningún apuro porque lo que le dan no le alcanza para cubrir las necesidades que ya tenía y ahora menos pues se ha visto de pronto sin la posibilidad de contar con las obras que necesita. Lo tienen el gobierno y ahora se necesita emprender la lucha, legal y pacífica, pero decidida para que desde el presupuesto de Egresos de la Federación se asignen los recursos necesarios para resolver las demandas de todos los mexicanos, incluidos los humildes.
La soberanía radica en el pueblo, es el pueblo el mandante, el dueño de los recursos; el mandatario, o sea el que recibe el mandato, es el gobierno cuya función es la de administrar los recursos de aquel y como tal deberá hacer caso.
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