Prácticamente ya está encima la temporada de lluvias, y por consiguiente en el campo ya iniciaron los trabajos para la siembra de temporal, aunque algunos funcionarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Guerrero (Sagadegro) aseguren que la temporada aun no inicia, según ellos, ésta comienza en los primeros días de junio. Sin embargo, para los campesinos que están experimentados y familiarizados con la vida del campo, para ellos, la temporada inició desde marzo, es cuando empiezan a limpiar de malezas y a preparar la tierra, para que, cuando caigan las primeras lluvias el agua se retenga y conserve la humedad. Mientras que a los primeros les preocupa muy poco la situación del campo guerrerense, a pesar de ser una dependencia que supuestamente su tarea es asegurar que la producción agropecuaria tenga buen rendimiento; al contrario, están más preocupados por la situación política electoral que por las carencias del campo. En cambio, los campesinos sí están preocupados, ya que los apoyos a los productores agrícolas no se ven para cuándo lleguen, pues con eso de la veda electoral, lo funcionarios tiene el excelente pretexto para no hacer su trabajo, mientras que el campesino sigue esperando la semilla mejorada, el fertilizante y los líquidos, único apoyo gubernamental que en ocasiones reciben para, medio asegurar un poco de cosecha que emplean para alimentación de su familia.
Eso sucede en una dependencia estatal en Guerrero, pero a nivel nacional el panorama para el campo mexicano es muy lamentable, la mayoría de ciudadanos sabemos que la preocupación para el Ejecutivo federal es asegurar el mayor número de posiciones políticas de su partido en las próximas elecciones del 6 de junio, que, dicho sea de paso, está ya a la vuelta de la esquina. Para él no existe otra prioridad, el presidente no le importa violar las leyes electorales, pasar por encima de la soberanía federal, mucho menos respetar las instituciones autónomas e imponiendo a candidatos con antecedentes poco honorables y sin ninguna solvencia moral, para él, el campesino, el productor agrícola, el pequeño ganadero, no existe.
Como consecuencia de la política autoritaria irresponsable, con el afán de concentrar el dinero público con fines electoreros hizo recortes presupuestales a muchas dependencias; una de ellas es la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a la que no solo le cambio el nombre, eso sería lo de menos, lo grave es que esta dependencia, ahora Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en el 2018 recibía un presupuesto de 72,125 millones; sin embargo, para 2021, el presupuesto fue de 57 mil millones de peso; es decir, disminuyó el 20.5%. Como consecuencia, desaparecieron 18 programas prioritarios para el campo (pesa, concurrencia, pimaf, incentivos a la ganadería, etc.) Esto está afectando a millones de ciudadanos que se dedican a la producción agropecuaria. Usando como pretexto la austeridad y combate a la corrupción, cuando en el fondo es desviar los recursos para fines políticos.
En Guerrero, un año antes de llegar López Obrador al poder federal (2017), el estado recibía por diversas vías poco más de 700 millones de pesos para programas del campo, a dos años y medio de Gobierno morenista, el estado sólo recibe 60 millones, destinados a la producción agropecuaria, es un recorte que equivale al 90% de ese tamaño es el abandono al campo guerrerense por el Gobierno federal. El Gobierno estatal está prácticamente en el mismo plan, no hay dinero para la semilla, dicen en la Sagadegro, no hay dinero para fertilizante, mucho menos para un tractor y sus implementos, para ningún tipo de subsidios ya sea agrícola o ganadero. La realidad en nuestro país es que no hay producción en el campo, al grado que los productos básicos que se consumen son traídos de otros países, como el maíz, que es de origen mexicano, ahora el gobierno lo importa de Estados Unidos, lo mismo sucede con el frijol, el arroz y otros productos de primera necesidad. Hasta en el alimento estamos siendo dependientes del vecino país del norte. Los mexicanos ya no pueden hacer producir el campo, por la sencilla razón de que ya no hay apoyo gubernamental, debido a la “austeridad” del Gobierno federal.
Por eso hago un llamado a los mexicanos que no estén de acuerdo con este estado de cosas, principalmente del sufrimiento que están pasando los campesinos, que son los que producen el alimento que consumimos todos, a que, para este 6 de junio, analicemos bien nuestra participación cívica; es decir, que acudamos a las urnas a depositar nuestro voto, conscientes de que está en juego el desarrollo del país si vuelven a votar por morena. Por eso, ni un voto para los candidatos de Morena en este 6 de junio, que ningún diputado federal de Morena llegue al Congreso de la Unión y así crear el contrapeso que frene toda tentativa del presidente de seguir saqueando al país. Mientras tanto, los antorchistas en Guerrero seguiremos exigiendo que lleguen los apoyos para los campesinos más necesitados.
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