La actividad deportiva, entendida como actividad física en forma de juego, se practica desde que el hombre habita la tierra, tal vez por ser algo inherente con el ser humano. Al principio, el juego o competición formó parte de un rito ofrendado a los dioses, posteriormente o de manera simultánea fue usado como medio de educación, de preparación y entrenamiento para las guerras, fue pues, el deporte desde inicios de la humanidad una actividad para su propia subsistencia.
Y desde entonces el hombre ha practicado deporte y con ello aprendió a controlar sus emociones, a trabajar en equipo, a relacionarse con sus adversarios de juego, a disfrutar de los triunfos y a llorar las derrotas, aprendió que el triunfo es casi siempre fruto del esfuerzo, de la constancia y de la disciplina, que las derrotas, aunque dolorosas son temporales y que siempre se pueden remontar, en otras palabras, el deporte ha hecho más humano al hombre.
Sin embargo, en el sistema económico en el que vivimos que todo lo convierte en mercancías, que todo lo monetiza, y que priva de lo más elemental a millones de familias mexicanas, hay desigualdad, no es difícil saber que la cultura y el esparcimiento también se les niega a los pobres de nuestra patria, por el simple hecho de no poder pagarlos.
Del proceso de mercantilización no se han salvado la cultura ni el deporte, a tal grado que se han convertido en servicios de lujo que muy pocos disfrutan. Lo que interesa al sistema económico es hacer negocio con el deporte, no que la gente lo practique como medio para recrearse, para tener buena salud, ni mucho menos como instrumento para construir una sociedad con mayor cohesión. La tendencia es la privatización del deporte en todos sus aspectos, por ello el Estado invierte menos en la promoción y en infraestructura deportiva. En consecuencia, los eventos deportivos, las ligas, las escuelas del deporte se han convertido en negocios propiedad de empresas privadas.
Y como en todo negocio, lo que se quiere es vender el mayor número de mercancías, las empresas crean artificialmente la necesidad al consumidor mediante campañas de mercadotecnia; para el caso deportivo, hacen que la población cree identidad (fanatismo) con algún deporte, club deportivo, o jugador famoso y así lograr que los fanáticos paguen precios altos por ropa deportiva original, eventos, partidos, etc. Este fenómeno ha provocado que la población cambie su papel activo en el deporte a un papel pasivo, es decir, que deje de practicarlo y se convierta en consumidor/espectador impulsivo de mercancías relacionadas con el deporte. De esa manera se asegura que millones de fanáticos se conviertan en millones de pesos en ventas.
Y no solo eso, los empresarios también se han inmiscuido en la oferta de servicios deportivos, es decir, a falta de infraestructura pública para practicar deporte, el capital ha visto como una oportunidad de negocio construir infraestructura deportiva como canchas, gimnasios, albercas, pistas, etc., para todo aquel que quiera y pueda pagar el servicio.
Las consecuencias en la sociedad mexicana son graves y preocupantes; de acuerdo con el INEGI en 2021 el 60.4 por ciento de las personas mayores de 18 años fue inactivo físicamente, en el caso de las mujeres del mismo rango de edad la proporción aumenta a 66.7 por ciento, para el caso de los niños la situación no cambia mucho. México tiene una de las tasas más altas de obesidad infantil, esto es en parte de la falta de actividad física.
En este contexto de desolación de la práctica del deporte en México, el Movimiento Antorchista Nacional se ha dado a la tarea de organizar el XIV Encuentro Nacional de Voleibol en el puerto de Veracruz con el objetivo inmediato de incentivar el deporte entre la población más pobre. Y como objetivo a largo alcance se propone revertir la situación de pobreza y desigualdad en la que viven millones de mexicanos. En Antorcha, creemos firmemente que el deporte es un instrumento eficaz para crear y forjar a un mexicano nuevo. Nos proponemos que el pueblo mexicano practique al menos un deporte y con ello se discipline, forje su carácter, mejore su salud física y mental y cuestione la situación política y económica en la que vive. Queremos que el deporte incentive a los mexicanos a soñar y a construir una patria más justa para todos. Queremos que el deporte sirva nuevamente a la humanidad como en sus inicios.
Razón por la cual este 25 y 26 de junio cientos de niños, jóvenes y adultos en sus diferentes categorías se enfrentaron en la justa Nacional deportiva que organiza Antorcha, en Vergara Tarimoya del Puerto de Veracruz, donde los 32 Estados de la República, estuvieron representados, con el objetivo de lograr el reconocimiento al trabajo realizado y ser los campeones nacionales.
¡Por el deporte a la superación del cuerpo y el espíritu!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario