La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador al puerto de Acapulco, deja evidencia de la inconformidad ciudadana, que continúa aumentando conforme avanzan sus fallidas estrategias políticas sociales y económicas que mantienen en zozobra a miles de acapulqueños que se quedaron sin empleo al cerrarse sus fuentes de trabajo y obvio, de ingresos económicos para subsistir.
En su visita a las instalaciones del Parque Papagayo para revisar obras de remodelación, cientos de manifestantes, entre ellos prestadores de servicios, músicos;, restauranteros; empleados de cooperativas de playas; vendedores ambulantes; trabajadores de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro); la Unión de Carpinteros, Reparadores y Pintores de Playa Manzanillo; campesinos independientes; pequeños productores y representantes de Fuerza Guerrerense; médicos, entre otros, reclamaron por la falta de ayuda para lidiar con la crisis por la pandemia de covid-19, incluso algunos intentaron derribar la puerta de acceso para entrevistarse con él, al no tener respuesta, decidieron bloquearle el paso.
En el caso de vendedores ambulantes y prestadores de servicios, exigen solución de diversas problemáticas porque siguen sin laborar pese a la reapertura de playas el pasado 2 de julio.También solicitan la devolución de las concesiones de playa y el mobiliario destruido durante el desalojo por parte de autoridades municipales que encabeza la alcaldesa, también de Morena, Adela Román Ocampo.
Amas de casa y colonos de la periferia reprocharon por la falta de empleo al cerrar sus fuentes de trabajo, aunado a la prohibición de vender en las playas de Acapulco.Ser incluidos en proyectos o apoyos alimentarios, la exigencia desde hace más de cinco meses, cuando inició la pandemia, la cual sigue siendo ignorada por el gobierno federal.
La visita también fue aprovechada por personajes de la política guerrerense para placearse, como la propia alcaldesa Adela Román y Pablo Amílcar; Víctor Manuel Toledo, secretario del Medio Ambiente, aprovechó la palestra para criticar al gobierno federal, al decir que la 4T no existe porque está llena de contradicciones.
Las críticas por su actuación y declaraciones ante la pandemia no cesan, y es que Acapulco, uno de los principales destinos turísticos del país, continúa en el primer lugar del estado de Guerrero en el número de casos positivos de Covid-19, con seis mil 340 contagios y 795 defunciones, de acuerdo con datos oficiales…y la cifra aumenta cada día.
Como se recordará, unos días después de descubrirse el primer caso de coronavirus, en México, en el mes de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador desafío a quienes pedían mesura y dijo: Hay que abrazarse, no pasa nada, mientras las naciones declaraban una pandemia, cancelaban vuelos, cerraban fronteras y anunciaban cuarentenas obligatorias.
Destacar que el abrazo, es el símbolo del populismo tropical de López Obrador, que lo retrata como un hombre cálido del pueblo, en contraste con los tecnócratas que forman parte de lo que denomina "La mafia del poder".Abrazos, no balazos, su baladí lema para poner fin a la guerra contra las drogas en el país, ya que dar un abrazo es de lo peor que uno puede hacer durante una pandemia de esta naturaleza, es decir, es totalmente lo opuesto a las recomendaciones de la Secretaría de Salud, que sigue insistiendo en el distanciamiento social para minimizar las infecciones y el colapso económico que podría perjudicarnos a todos.
El número de casos continúa aumentando de manera firme y el gobierno federal no ha tomado medidas serias para hacer frente a este desafío sanitario, que mostró también las deficiencias del sector Salud.Sin embargo, el presidente AMLO continúa realizando sus giras de trabajo por diversas entidades del país y minimizando la pandemia; en el caso de Acapulco, encontró, ciertamente, a gente que aplaude y avala su gobierno, pero también se enfrentó a diversos sectores populares protestando por lo que consideran fallidas estrategias de gobierno.
Es claro que AMLO enfrenta una gran prueba y el fracaso podría tener consecuencias que contribuyan al declive que enfrentan millones de mexicanos, en temas como empleo, económico, salud, educación y el campo, este último rubro que sigue siendo fustigado por el gobierno de la 4T, al quitarle recursos y pretender despojar de los apoyos que necesitan los campesinos para producir.
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