Desde hace años, en la capital de San Luis Potosí ya había desabasto de agua potable, atribuido al lógico agotamiento de fuentes de abastecimiento, a la operación de una red hidráulica que concluyó su vida útil y como consecuencia de ello registra filtraciones o fugas en el 50 por ciento de la conexión, y la creciente demanda por el incremento de la población.
Sin embargo, hay que precisar que la escasez de agua no afecta igual a todos los sectores de la población; por ejemplo, familias con suficientes recursos económicos que viven en fraccionamientos privados y con servicios públicos garantizados, no sienten la angustia de no tener agua para consumo y uso humano.
Caso contrario, son las colonias donde a las familias apenas les alcanza para una modesta vivienda, que trabajan día a día para sostener a sus hijos y demás familiares, y que depende totalmente del servicio público, simplemente está condenada a sufrir los estragos de la falta del agua. Por lo que es un clamor generalizado en las colonias populares su carencia, derivado de este problema se han observado lógicas reacciones espontaneas de acudir masivamente a protestar ante oficinas municipales o bloquear vías de circulación, con la esperanza de que se haga caso a su necesidad, recibiendo más de las veces, un compromiso de atender su petición; pasados algunos días desgraciadamente otra vez se agudiza el desabasto. Esto se presenta por la falta de seriedad de las autoridades que en tiempos de campaña “todo resuelven, pero a la hora de los hechos no hay aplicación de recursos, se actúa pensando en un paliativo para el momento, o sólo para los años de su período de gobierno, como dice la gente, para ahí llevársela, se carece de un plan serio y permanente que responda a la necesidad. Mala cosa para los pobres.
Ya se veía venir también este problema en la zona de Escalerillas, por lo que el Movimiento Antorchista Potosino, junto con las comunidades y autoridades ejidales, estuvo manifestándose desde hace años, gestionando un proyecto integral de agua y drenaje para Escalerillas. Logró la aplicación de recursos para una primera etapa, ejecutada por la CEA y el municipio, pero desgraciadamente con las lluvias del año pasado se dañó parte de lo construido y finalmente se dejó al olvido. Ahora sólo se usa poco de lo construido en drenaje, pero nada de la tuberia del agua; agrava la situación la aparición de grietas en la presa del Peaje por lo que catastróficamente está seca y no hay fecha para tener agua. Se anuncian trabajos de reparación para la misma, que no sabemos si tengan efectividad y rapidez para aprovechar esta temporada de lluvias; dicen las autoridades: “por lo pronto, se trata de reparar las grietas de la presa y de mitigar la sequía abasteciendo con pipas”.
La cruda realidad sobre esta medida ha registrado un resultado negativo, cada vez es mas grande el clamor de las familias, “ahora sólo nos traen una pipa por semana y nos alcanza para uno o dos tambos nada más”, dice la señora María de Jesús Rebolloso de Pozuelos, continua la señora, “somos cinco en la familia y alcanza sólo para dos días, luego se tiene que andar comprando cada vez más cara el agua y no tenemos dinero”. Así es la difícil realidad que se vive, por lo que el Movimiento Antorchista seguirá haciendo llamados a las autoridades municipales y estatales, acudiremos a las oficinas encargadas cuantas veces sea necesario hasta que se brinde atención seria en tan grave situación. No queda otra que la unidad y la lucha ante esta grave sequia y la falta de sensibilidad de las autoridades.
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