Las campañas electorales en todo el país han llegado a su fin. Ahora ya no veremos en las calles a gente con banderolas, playeras y gorras de los partidos políticos, promocionándolos para generar simpatía en los electores.
Los partidarios del régimen actual dicen que continuarán por la ruta del progreso, mientras que otros aseguran que seguirá más de lo mismo, pues quienes se quedan traen la misma línea política para enfrentar los problemas del país.
La única verdad es que se acabó el tiempo de promesas y llegó el tiempo de los resultados, pues la realidad sigue su curso, no se detiene. A fin de este año entrarán al poder todos los que ganaron en las urnas con el respaldo popular y llegarán a tomar las riendas del país. Un país con muchos problemas en el tema de inseguridad, de salud, de vivienda y obra pública.
Es necesaria la organización masiva del pueblo y que un partido realmente de los pobres lo dirija. En esto está trabajando el Movimiento Antorchista Nacional.
Los gobernantes que entrarán al poder a fines de este año recibirán a un país con problemas de todo tipo y los tendrán que enfrentar con la mayor inteligencia posible para que en el país, al menos, no se desate un descontento social más grave, donde los más perjudicados sean los más pobres del país.
En este contexto donde se desenvuelve la política nacional, los candidatos, ahora electos al poder, saben que las cosas no estarán sencillas, pues el Gobierno actual echó mano de todo recurso sin importarle nada y esto ha provocado casi dejar las arcas secas. Un país endeudado y al que habrá que sostener, aunque sea de un hilo.
Aunque cambian los personajes en el poder y parece que hay una verdadera democracia, la verdad es que no es del todo cierto, pues en el sistema donde nos desenvolvemos actualmente, continúa la misma clase en el poder. Los trabajadores, las amas de casa, los campesinos aún no tenemos a un verdadero representante del pueblo.
Al final del día, aunque cambien de color los puestos, en el poder siguen los poderosos, moviendo sus hilos para mantener el control del pueblo mexicano.
Es necesaria la organización masiva del pueblo y que un partido realmente de los pobres lo dirija. En esto está trabajando el Movimiento Antorchista Nacional para que un día se le haga verdadera justicia al pueblo de México, ganando el poder político de la nación y cambiando las cosas de raíz, yendo al fondo de los problemas y resolviéndolos.
Por ahí dice un dicho popular: “somos arquitectos de nuestro propio destino” y, haciendo caso a esta frase, vamos construyendo una patria más justa para nosotros y para las generaciones que vienen. Si no hacemos nada, estaremos condenados a lo que nos impongan los poderosos, no solo de México sino del mundo.
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