Desde que las autoridades gubernamentales lanzaron la consigna de confinarse en los hogares, empezó a germinar en el seno de la sociedad otro problema que sería, como lo ha demostrado el tiempo, un agravante sin igual a la crisis por la pandemia.Me refiero a la crisis económica que, antes de la pandemia se veía venir de por sí, por la política adoptada por la Cuarta Transformación y que tuvo que acelerar su paso con la llegada del SARS-CoV-2 al país.
Quiero referirme en esta ocasión sobre el apoyo gubernamental al campo.El estado de Michoacán ha tenido los primero lugares en cuanto a remesas del extranjero e refiere; a finales de año 2019 cerró con 36 mil millones de dólares provenientes de EE.UU., sólo a principios del segundo trimestre del 2020, en abril, se contrajo en un 32 por ciento debido a la baja en las actividades económicas del país vecino por la pandemia y así perdieron ingresos por concepto de remesas cientos de familias michoacanas.
Este hecho refleja en sí mismo los múltiples problemas sociales existentes en la entidad, tales como la pobreza, la marginación, la inseguridad y falta de oportunidades para ganarse la vida, como se dice comúnmente.No por nada Michoacán tiene a cuatro millones de sus hijos viviendo en EE.UU., contra cuatro millones y medio viviendo en su tierra.La situación económica se agrava entonces al confinar a los sanos y los no desde finales de marzo.Cuatro meses después, sin posibilidad aún de salir a la calle por los rebrotes de contagios, la capacidad de sustento de las familias se vuelve más dramático.
Una de las maneras en que las familias se ayudan es produciendo maíz para auto consumo para un año.De hecho, doña Rosa "N", una habitante de una colonia popular del municipio de Ario de Rosales, manifestaba que no se preocupaba mucho por el confinamiento porque tenían maíz de la cosecha del año anterior.Pero ahora, para la producción de este año, los insumos han encarecido y hasta para producir comida para consumo familiar se ha vuelto difícil.
Para ello, la demanda de fertilizante se ha vuelto urgente para los pequeños productores.Es necesario que el gobierno de cualquier nivel vea la manera de instrumentar un programa que ayude en estas difíciles circunstancias al pueblo mexicano, en particular a los pequeños productores.Cabe recordar que la Cuarta Transformación en los tijerazos a programas sociales que se han vuelto parte de su política, quitó para muchas entidades federativas el programa de fertilizante, Michoacán fue una de ellas.Como no se ve para cuando enderazará el rumbo de la vida económica del país, el pueblo es quien tiene que luchar a pesar de la crisis sanitaria, siempre con las medidas preventivas, y lograr mediante su acción y lucha como en años anteriores, que el gobierno vuelva los ojos a las mayorías que precisan de ayuda económica.
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