MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Unidad del pueblo ante la agresión a periodistas

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En los 46 día transcurridos en este año, han ocurrido en nuestro país muchas cosas muy lamentables, una de ellas, es el acoso, difamación, persecución y asesinato de periodistas. Independientemente de los motivos que hayan ocasionado estos hechos violentos contra los comunicadores, es lamentable que se les prive de la vida por ejercer su profesión. Los estados de Veracruz, Baja California, Oaxaca y Michoacán, son los estados que en este 2022 han sido los escenarios violentos de la muerte de periodistas. El periodismo se ha convertido una de las profesiones de mayor riesgo en muestro país, sobre todo, para aquellos que ejercen un periodismo objetivo, apegado a la verdad, crítico frente a los abusos del poder y sobre todo para aquellos que son profesionistas de la comunicación independientes de los intereses del estado y de los grupos privilegiados.

Cuando hablo de la persecución y difamación a periodistas, no me refiero a la polémica que en estos días le está quitando el sueño al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador con el reportero estrella de Latinus, Carlos Loret de Mola a raíz de que este último hiciera público los lujos excesivos en que vive en el extranjero el primogénito del presidente, del tráfico de influencias y los conflictos de interés. Este enfrentamiento de acusaciones y amenazas mutuas, no deja de tener relevancia, pues pone al descubierto la descomposición de un sistema, sostenido por un partido y un presidente que viven en el mundo de la corrupción y la mentira. Este distractor deja ver que, en el fondo, tanto uno como el otro, son representantes de grupos encumbrados, con el suficiente poder económico que se están enfrentando por el control político del país. El mérito de Loret de Mola es haber destapado, con pruebas contundentes la hipocresía del mandatario, que pregona la austeridad, pero no la hace suya, que se dice combatir la corrupción, pero sus hermanos y ahora su hijo mayor lo exhiben como un mentiroso.  El presidente pues, no tiene empacho en derramar lagrimas ante las cámaras porque, según él, atacan a su hijo; Si sus lágrimas fueron sinceras, está sintiendo en carne propia, pero ni una milésima parte de lo que sienten los padres de los niños que han muerto de cáncer porque les quitó las medicinas, lo que sufrieron lo familiares de los victimas de la pandemia que no recibieron atención medica por falta de presupuesto en los hospitales y de lo que sienten las madres por sus hijos desaparecidos, que el presidente los ha despreciado y que no recibe para escucharlos, por no “manchar” la investidura presidencial, etc. pero eso sí, no ha escatimado medios, aprovechando su posición de jefe de estado, para amenazar, difamar e intimidar al periodista que rompió la burbuja y puso al descubierto el paraíso de José Ramón López Beltrán.

Sin embargo, para los periodistas de a pie, para esos que sudan la camiseta, buscando la noticia, la entrevista, que denuncian los abusos de poder y atropello por parte de las autoridades. Los que hacen investigaciones y denuncian hechos delictivos contra ciudadanos indefensos, que denuncian la apatía de las autoridades para atender y resolver necesidades prioritarias de sus gobernados, para esos trabajadores de la comunicación no hay protección alguna en nuestro país. Muchas veces reciben un salario mísero de los medios que los emplean, sin seguro, ni prestaciones, desgraciadamente esos son los que están siendo victimas de las balas asesinas para detener su pluma y callar las denuncias contra un sistema que está en proceso muy avanzado de descomposición.

El diario El Economista, del día ocho de febrero, en la sección de Opinión Eduardo Ruiz- Healy, cita un dato difundido por varias fuentes, (Reporteros sin Frontera, El Observatorio de periodistas asesinados de la UNRSCO, El Instituto de prensa Internacional, El Comité para la Protección de Periodistas, la mayoría coinciden en que son 31 periodistas asesinados en lo que va de la presenta administración, dos en el 2018, doce en el 2019, ocho en el 2020, cuatro en el 2021 y cinco en lo que va del 2022. Sin embargo, la propia Secretaría de Gobernación ha difundido que en la presente administración han asesinado a 43 periodistas y 68 activistas.   Estas cifras, según el balance anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF), en el 2021, México se convirtió por tercer año consecutivo, en el país con mas periodistas asesinados.

Las causas de tanto agravio contra el gremio periodístico, es un síntoma de la descomposición social, originado por el modelo económico y la desigualdad social y la complicidad de las autoridades en sus tres niveles, eso es algo cotidiano en muchos países del mundo, los gobiernos ponen la pauta de qué es lo que se publica y que no, cuando conviene a sus intereses. Pero sólo en México desde la presidencia, el presidente mismo en persona le declara la guerra a la prensa y a los periodistas que no piensan como él, agrediéndolos e incitando a la sociedad a que los recrimine, pero sobre todo dando la pauta a los grupos criminales para que linchen, persigan y asesinen a los periodistas. Pues la totalidad de comunicadores que han sido asesinados se debe a que han denunciado hechos delictivos donde están involucrados altos funcionarios o exfuncionarios de gobierno con los grupos criminales. Por citar unos ejemplos, tenemos el caso de Roberto Toledo en Michoacán y el de Lourdes Maldonado, que tuvo el valor de informarle al presidente, en una mañanera, que su vida corría peligro debido a un problema legal que tenía con el exgobernador del estado de Baja California.

Es momento en que los mexicanos debemos unirnos y luchar por un mejor país, de frenar las locas ambiciones del actual presidente de la república que, ávido de poder, arremete contra todo aquel que no está a favor de su proyecto. Todos los trabajadores, empresarios, comerciantes, amas de casa, intelectuales y la población en general, debemos protestar contra cualquier agresión que sufra un sólo ciudadano, de lo contrario, con nuestro silencio estaremos fomentando la dictadura que quiere imponernos el sistema a través de López Obrador. Si en este momento no levantamos la voz contra la agresión y asesinatos a periodistas, contra los asesinatos y desapariciones de activistas y luchadores sociales, a los ataques y calumnias contra organizaciones sociales, cuando reaccionemos será demasiado tarde. Por eso, en la hora de emitir nuestro voto, debemos seleccionar con responsabilidad que individuo o partido representa la opción para desempeñar un cargo que represente los intereses de la mayoría. Pero como desgraciadamente en la actualidad esa opción no existe, la tarea es crear al partido que represente los auténticos intereses de los mexicanos. vale la pena leer este poema, escrito por Martín Niemoller:

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,

guarde silencio,

porque yo no era comunista.

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

guardé silencio,

porque yo no era socialdemócrata.

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,

no proteste,

porque yo no era sindicalista.

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,

no protesté,

porque yo no era judío.

Cuando vinieron a buscarme

No había nadie más quien pudiera protestar

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