MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Una parte de la música está en decadencia

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La definición nos dice que la música es una de las bellas artes, que organiza un conjunto de sonidos y silencios de manera lógica y sensible, a través de la melodía, el ritmo y la armonía, esta es una de las mayores formas de expresión, pero, además de eso, también va mucho más allá, considerándose hasta un estímulo importante para el pensamiento, la adquisición y el desarrollo de nuevas habilidades.

Si hablamos de las partes, tenemos que el ritmo es la parte dinámica de la música, la organización y repetición que lleva, en el pasado, fue lo que dio sentido a esta arte, ya que, las primeras composiciones musicales, fueron hechas a través del ritmo, golpeando elementos naturales; la melodía es lo más fácil de recordar, la esencia de la composición y lo que la hace reconocible. Suele ser horizontal, es decir, un sonido le sigue al otro de manera sucesiva, percibiendo como una unidad completa de sonido, podemos describir también como el orden secuencial de los sonidos y silencios; y la armonía que es la capacidad de concordar dos o más sonidos conjuntamente, de tal forma que suenen bien entre sí, cumple el papel de acompañamiento, armazón y base de las melodías (Portal Culturary).

Tomando en cuenta lo anterior, podríamos decir que, casi cualquiera puede producir música y eso es lo que pasa hoy en día, con los avances de la tecnología, sin embargo, no todo se puede catalogar como música, porque en la actualidad se les ha dado por llamar géneros y con la repetición de frases que van desde promover las groserías hasta hacer apología del delito; claro, algunos dirán que eso siempre ha existido, pero eso ha sucedido porque la música ha sido visto más como negocio, aquellos que “hacen música” su intención es tomar lo que está de moda sin importar la repercusión social que tenga más allá de conseguir seguidores y obviamente ganancias, por eso vemos que aquellos que están posicionados entre los más escuchados, cómo gastan lo que obtienen de ganancias, con vestimentas estrafalarias, en lugares de lujo, la idea es cambiar de modo de vida.

No es estar en contra de la música y los géneros actuales, pero hoy en día ya no hay la preocupación por buscar la melodía y la armonía; quizá el ritmo se logre pero lo demás llega incluso a insultar el intelecto del ser humano, sobre todo con la letra, pero al final de las cuentas quienes la hacen no tienen la culpa, ya que estos comportamientos son reflejos de la decadencia de la sociedad, ese deterioro tiene su origen en la formas de vida que impone un sistema capitalista, que busca que el entretenimiento, si es que se le puede llamar así, no eduque o busque encontrar las habilidades artísticas del ser humano sino que, olvide durante el día o semana fue explotado y se relaje en unas cuantas horas y se prepare para iniciar nuevamente una jornada laboral.

Pero no todo está perdido, en los planes y programas de educación debe estar incluido el estudio de la música dándole la importancia debida, además de que el gobierno a través de la Secretaría de Cultura debe impulsar las artes en todos los niveles, porque, así como hay malos cantantes famosos, hay muchos buenos que cantan en las avenidas, parques y camiones y que no tienen ningún apoyo.

El arte debe ser para todos, pero con buenas producciones y con artistas realmente preparados, porque al gobierno le ha dado por tratar de engañar al pueblo llevándoles conciertos al zócalo, los cuales son pagados con el erario público, además lo hacen para hacer creer que están cerca del pueblo, pero más bien es para ganar votos por las próximas elecciones. Es cierto que hay talento musical en el país, pero se necesita enfocarlos en la verdadera música, aquella que deleite los sentidos de los seres humanos y no aquella que sólo es producto de la mercadotecnia.

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