Han transcurrido escasos 50 días de la actual administración estatal, la expectativa entre la población aún es mucha, pues el deseo de que el slogan gubernamental "Trabajemos Diferente" se haga efectivo y se materialice en bienestar sostenido a favor de la mayoría de los zacatecanos sigue presente.
Los antorchistas también compartimos tales expectativas, pero somos de los que pensamos que no basta con desear el bienestar de las familias, sino que además hay que trabajar sostenidamente para materializarlo, pruebas de lo anterior es la intensa gestión que realizamos en los tres niveles de gobierno en favor de miles de zacatecanos.
Tan sólo en los últimos 5 años hemos gestionado, -con la interlocución de los Diputados Federales Antorchistas- cerca de 300 millones de pesos que se han ejecutado a través del Gobierno del Estado (subrayo, nosotros somos sólo gestores), recursos que se han traducido en acciones de mejoramiento a la vivienda, la construcción de unidades deportivas, construcción de tramos carreteros, polideportivos, domos para escuelas y pavimentación de calles en los municipios de Pinos, Loreto, Valparaíso, Pánuco, Fresnillo, Vetagrande, Zacatecas, Cañitas de Felipe Pescador, Trancoso, Ojocaliente y Guadalupe. La lista de las comunidades y colonias beneficiadas está disponible para el que quiera verla, pero en suma no exageramos si afirmamos que más de 350 mil zacatecanos se han visto beneficiados por nuestra gestión.
Por ello podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que somos de los que plantean los problemas y buscamos alternativas de solución, no miramos la realidad y nos abstraemos de buscar soluciones, por el contrario, día a día, en nuestro encuentro permanente con el pueblo trabajamos conjuntamente para mejorar la calidad de vida de los menesterosos de nuestra patria.
Pero a pesar de nuestro esfuerzo sostenido, hay acciones que corresponden al Gobierno Estatal, por ello en los primeros días de octubre solicité al Gobernador Alejandro Tello, se determinara a quién expondríamos tales demandas a efecto de canalizarlas a la instancia respectiva y buscar alternativas de solución, amablemente, (como siempre), el titular del ejecutivo me propuso que presentásemos las demandas a la Lic. Fabiola Gilda Torres Rodríguez y para ello se agendó una reunión para el miércoles 5 de los corrientes.
La dirigencia estatal antorchista acudió puntalmente en la fecha pactada y la reunión se desarrolló en un ambiente de cordialidad y respeto; acto seguido acordamos una próxima cita el día 19 a misma hora y en el mismo lugar (recuerdo bien que la Secretaria lo anotó en la parte superior de sus tarjetas). Pero a partir de ahí empezó el calvario. Nos presentamos en la fecha acordada y luego de una hora de espera el Lic. Alfonso Lemus Sánchez, nos aseguró una y otra vez que no teníamos reunión agendada y ante nuestros cuestionamientos sobre la falta de seriedad acabó aceptando que "a cualquiera le puede pasar que se le traslape la agenda" Antes de avanzar convendría preguntar ¿Qué sentido tiene inventar una reunión?¿ Acaso el funcionario en cuestión piensa que perdimos la razón y decidimos apersonarnos a perturbar su apacible tarde?¿Será acaso que los asistentes ahí nos confabulamos para afirmar que teníamos audiencia? Nada de eso, la diferencia es muy clara, nosotros tratamos con seriedad las cosas y agendamos el compromiso, circunstancia que no aconteció con nuestro interlocutor.
Y para sustentar lo referido sobre la ausencia de seriedad del funcionario en cuestión, después del desaguisado anterior, nos ofreció una nueva audiencia al siguiente día, pero dos horas antes enviaron a un propio a notificarnos que la Lic. Fabiola Torres no podría atendernos (por segunda ocasión), pero que el lunes nos darían la nueva fecha vía telefónica. Pasó la fecha señalada y nada, no quedó otra que acudir a solicitar audiencia de nueva cuenta, pacientemente esperamos las indicaciones de la funcionaria o su equipo y luego de tres horas de espera y después de intercambiar palabras con una recepcionista que estaba ¡ocupadísima!, mientras nosotros esperábamos pacientemente, hasta que ¡por fin! el Lic. Roberto Rodríguez (un eficiente y atento funcionario con el que hemos tratado por años), nos aseguró que nos recibirían el martes 1 de noviembre.
Doy cuenta de lo anterior con detalles precisos a efecto de dejar en claro la mesura con la que hemos obrado, además con el propósito preciso de que mis casuales lectores tengan elementos de análisis en caso de que nuevamente enfrentemos otra mala jugada de la agenda. Tengo la esperanza de que no pasará lo mismo en está ocasión, pues recibí el ofrecimiento de altos mandos de que esto no sucedería, pero en caso contrario llamo desde ahora a los antorchistas del estado a mantenerse atentos del curso de la gestiones y sobre todo dispuestos acudir masivamente, pues la situación relatada no augura nada bueno. Y desde ya los convoco también para que se preparen para la andanada de ataques y denostaciones que vendrán de quienes nada aportan al progreso de la gente, pero si descalifican todo, así ha sido siempre y a pesar de ello avanzamos a paso de gigante convenciendo por igual a campesinos, colonos, obreros, estudiantes o profesionistas y a la población en general, de que la única alternativa que tienen es la lucha organizada. Ojalá me equivoque en presagios, que la realidad me demuestre lo contrario; siempre privilegiaremos el diálogo, pero nunca abandonaremos la defensa de la gente, aún y cuando ello implique riesgos y dificultades. Al tiempo.
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