La 4T, una vez más, se ha alzado la careta para que veamos su verdadero rostro: un gobierno que defiende los intereses de los dueños del dinero para que se sigan haciendo inmensamente ricos. Su slogan de primero los pobres, que tanto lanza a los cuatro vientos su representante más conspicuo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya no es creído por nadie y suena a una frase hueca porque, por ejemplo, los millones de obreros y asalariados en general, son testigos de una política anti obrera de este régimen autodenominado de la Cuarta transformación.
Y es que los legisladores morenistas, con sus aliados en la Cámara de diputados, aprobaron una reforma que legaliza la retención de sueldos para pagar créditos sobre la nómina. Ahora una empresa en la que labore un trabajador que tenga una deuda o un crédito con un banco o con una tienda que dé créditos, podrá retener un porcentaje del salario del trabajador y entregárselo a quien le adeude. En eso consiste la llamada cobranza delegada.
Veamos. El artículo 110 de La Ley Federal del Trabajo, dice que “los descuentos en los salarios de los trabajadores están prohibidos salvo en los casos y con los requisitos siguientes: ...”. Se enumeran las excepciones en que se le puede descontar al trabajador. Mencionaré dos casos. Uno, para pagar abonos sobre préstamos provenientes del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores, y dos, para el pago de pensiones alimenticias de descendientes del trabajador previa resolución judicial.
Si se ve en estos dos casos, el descuento obedece a una razón de carácter eminentemente social: la vivienda o la manutención de un menor con lazos consanguíneos con el trabajador. La reforma llamada cobranza delegada no es más que de carácter agiotista, en la que el empleador la hará de cobrador.
La clase trabajadora debe saber quién aprobó esa reforma en la Cámara de Diputados, misma que todavía tendrá que pasar por la Cámara de Senadores para su aprobación con carácter de ley, que lesiona sus intereses. Con 237 votos de Morena, fue el partido que, en pocas palabras, hizo que se aprobara esta reforma, con el apoyo del PT y PVEM, que es contraria a los intereses de millones de trabajadores.
Los partidos que se opusieron a la cobranza delegada fueron PAN, PRI, PRD y MC, que lograron 201 votos en contra. AMLO, y su titular en la Secretaría del Trabajo, María Luisa Alcalde Lujan, han salido a decir que no están de acuerdo con tal reforma.
Como dice el refrán popular “a otro perro con ese hueso”, pues está claro que la bancada morenista ha demostrado en innumerables ocasiones que es un instrumento dócil de López Obrador quien le da línea de qué aprobar y qué no aprobar en las dos cámaras.
Recordemos el México de Porfirio Díaz con las famosas tiendas de raya en las que el campesino estaba obligado a comprar artículos de primera necesidad: frijol, maíz, manta. Una vez hechas sus faenas en las tierras del hacendado, al campesino se le pagaba muchas veces con productos de mala calidad en esas tiendas, y se le llevaba una cuenta de los productos que se le adelantaban y se le descontaban a la ora de rayar.
Ahora quieren nuestros “anti-neoliberales” morenistas hacer lo mismo que en la época de las haciendas. El obrero, al tener un salario mísero, se ve en la gran necesidad de adquirir deudas con tiendas o bancos, y ahora se pretende que se le descuente de su salario ha como de lugar.
La pregunta que debemos hacernos es, ¿quiénes están detrás de esta reforma? Muy sencillo: los empresarios que ofrecen préstamos y créditos a los trabajadores. Dice en las páginas del periódico La Jornada que “la reforma se aprobó con 237 votos de Morena, PT y PVEM, este último impulsor del proyecto desde el sector vinculado al Grupo Salinas” (nota del 19 de marzo, Legalizan la retención de sueldos para pagar créditos de nómina) ¡Apareció ya la madre que parió el cordero! El Grupo Salinas, como sabemos está fuertemente vinculado al gobierno de López Obrador de quien ha recibido que maneje las tarjetas de sus programas estelares, contratos de servicios. Salinas Pliego es uno de los empresarios consentidos del actual régimen, y ha incrementado su fortuna de manera escandalosa en el presente régimen.
Los trabajadores deben abrir los ojos y ver que el actual gobierno no representa sus intereses como ha quedado demostrado en estos poco más de tres años, sino, que representan la voracidad de los dueños del dinero, como es el del empresario Ricardo Salinas Pliego y otros más. Los trabajadores deben organizarse y luchar por mejorar sus condiciones laborales, y a oponerse a todas las reformas regresivas, como en este caso la de la cobranza delegada impulsada por Morena y su Cuarta Transformación.
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