Hace ya más de dos años, luego de haber ganado las elecciones, durante su gira de agradecimiento a lo largo y ancho de nuestro país, fue el escenario perfecto para acusar a "la Antorcha mundial", de intermediarios, de mocheros, de corruptos y cuanta cosa más le vino en mente, pero estas acusaciones no son producto de la casualidad, sino más bien porque el Movimiento Antorchista es una organización de masas legítima, que integramos todos los sectores de la sociedad, estudiantes, trabajadores, pequeños comerciantes, amas de casa, etc., y por lo tanto representamos un peligro para los gobernantes, porque al organizar y educar a las masas para que exija sus derechos, deja a los gobernantes como simples peones de quienes realmente producen la riqueza nacional: los trabajadores.
No es de extrañarse los ataques hacia antorcha, pues desde siempre han sido la constante de los gobernantes en turno, en especial con la 4T, con el partido Morena al frente; un ejemplo claro es lo que está pasando en puebla, con la líder social Rosario Sánchez, quien es víctima de la represión del gobierno morenista de Miguel Barbosa Huerta quien mantiene una extraña fijación en contra todo lo que implique o tenga que ver con la unidad de la gente en torno al Movimiento Antorchista y otros grupos que han señalado que las políticas de la 4T dejan sin obras y apoyos sociales a las grandes mayorías, traicionando la confianza que les brindaron en las urnas el 1 de julio del 2018.
No nos caiga de extraño que esto que está pasando en Puebla, solo sea una especie de experimento piloto, que puebla sea un laboratorio político, con el cual se esté preparando el terreno para las elecciones del próximo año o quizás para las presidenciales del 2024, y con eso se salgan con la suya en su afán de perpetuarse en el poder.
Por falta de ayuda gubernamental en esta contingencia, por la desaparición de programas sociales (Seguro Popular, Prospera, reducción de presupuesto para varias Secretarías, entre ellas la de Salud, etc.) sumando lo anterior a la cerrazón de un Gobierno federal para atender las necesidades esenciales de un pueblo que ya está colapsando económica, laboral y sanitariamente.Este próximo año es la última oportunidad para hacerle saber a Morena que hay ciudadanos conscientes que votaran en su contra, que sepa que aquí está Antorcha.
Estamos en la etapa más difícil de la pandemia en México, el semáforo rojo cada vez se activa en muchas más zonas de nuestro país y las medidas para evitar más contagios, se vuelven cada día que pasa más ineficaces, los efectos de la covid-19 han sido devastadores, los hemos sufrido durante los últimos cuatro meses y se han recrudecido especialmente en contra de los más pobres, millones de familias sufren en carne propia la falta de ingresos, mismos que perdieron a causa de la pandemia, miles de ellas sobreviven en el empleo informal, tienen bocas que alimentar y servicios básicos que pagar.
Los registros oficiales de muertos supera los 41 mil fallecidos, casi 400 mil casos positivos, sin contar a miles de personas que no tienen la solvencia económica siquiera de alimentarse bien, quienes no se han hecho una prueba por no aplicarse estas de forma gratuita, además de no estar contabilizadas los pacientes que no han sido atendidos por no contar con un sistema de salud que garantice la atención médica de todos los mexicanos.
A este panorama agreguémosle el incremento de forma alarmante de nuevos pobres y desempleados, además del número de empresas pequeñas y medianas que han cerrado sus puertas, derivado del enclaustramiento y el nulo apoyo del gobierno federal, por ende, el resultado: la crisis económica y sanitaria
Hasta ahora, estos hechos tan evidentes hasta para un ciego, han sido ignorados, desestimados por el titular del ejecutivo, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, estos efectos catastróficos provocados por la crisis que atraviesa nuestro país, han sido minimizados por el presidente, simplemente porque así pretende ocultar su fracaso total en materia de salud y económica.Esto tan solo tomando en cuenta dos aspectos del gobierno de la cuarta transformación, si ampliamos el panorama, las cosas se ponen peor.
Es claro que Morena no es la esperanza de México, ni que tampoco es primero los pobres, se necesita un gobierno con un proyecto de nación bien fundamentado, un gobernante emanado del pueblo, que conozca en carne propia las necesidades del pueblo y que trabaje para el bien común de las grandes mayorías, es por eso que debemos empezar a formar un frente progresista para poder vencer por la vía democrática al partido en el poder y que no obtenga la mayoría de representación popular.Trabajemos pues en pro de un verdadero cambio.
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