Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: Esos son los imprescindibles. Querido Tlacaélel, tú perteneces a la estirpe de los imprescindibles, al noble ejército de hombres y mujeres que, como tú, dejaron de lado intereses individuales para sumarse a la lucha por la construcción de un país próspero y sin pobreza.
Tu corta pero fructífera vida, tu compromiso irrenunciable a tus ideales, son ejemplo para miles de activistas de nuestro Movimiento que día a día atienden grupos campesinos, populares, obreros, estudiantiles y profesionistas, en particular, de aquellos que esforzada y tenazmente encabezan, organizan y dirigen las actividades del frente de prensa y propaganda de Antorcha, tan indispensable para dar a conocer a los mexicanos, ¿qué es, qué busca y cuáles son los objetivos que persigue el antorchismo nacional? Denunciar los atropellos que es objeto la gente humilde y la terrible pobreza y desigualdad que lacera la vida de millones de ciudadanos.
A través de la fotografía nuestro compañero plasmó vívidamente rostros de la pobreza, de alegría, de lucha tenaz, cultura y deporte, y todos los aspectos que abarca la lucha diaria de Antorcha; documentó problemáticas de índole social, siempre con la finalidad de coadyuvar en la solución de demandas añejas que mejorarán la vida de pueblos, colonias y municipios enteros.
Su muerte física, deja un hueco enorme que hay que cubrir en este frente, porque hoy más que nunca se requiere seguir impulsando un cambio radical del estado de cosas, en este tenor, se necesita que profesionales como Tlacaélel se incorporen a esta tarea para que de manera objetiva y desinteresada, den voz a quienes no la tienen, hagan visibles mediante la fotografía a los invisibles y, en consecuencia, como poderosa herramienta contribuyan a la erradicación de todas las injusticias, de todas las lacras sociales, de todas las mentiras que están ahogando al país.
Así, esta tarea que parece sencilla, se convierte en titánica, porque denunciar la pobreza y la desigualdad en lugar de lucrar con los conocimientos adquiridos, equivale a renunciar a comodidades y reconocimientos, que casi siempre llegan, cuando son puestos al servicio de los poderosos.
Los hombres y mujeres honorables que conforman el equipo de prensa y propaganda del Movimiento Antorchista Nacional, -entre los que Tlacaélel se encontraba- hacen de su profesión, una poderosa herramienta para denunciar, pero al mismo tiempo para educar a miles de mexicanos que militan en las filas del antorchismo, contribuyendo en la creación de una fuerza social suficientemente vigorosa, capaz de cambiar el modelo económico vigente, que permite el sojuzgamiento de las grandes mayorías por las minorías y hacer realidad nuestro proyecto de país, que considera a la mala distribución de la riqueza social como la fuente principal de los males que aquejan a los pobres.
Contar con verdaderos voceros y difusores de las necesidades, inconformidades y puntos de vista de la organización de los pobres, que garanticen un acceso seguro y asequible a la prensa, que no distorsionen la verdad ni discriminen los hechos en favor de los poderosos, es tarea del ejército de profesionales honrados del que formaba parte Tlacaélel Calzada, ese fue su gran mérito, por eso su ejemplo es relevante, digno de imitar y reconocer.
Formar hombres y mujeres con este compromiso inquebrantable, es tarea primordial del Movimiento Antorchista, y son ellos, quienes, como Tlacaélel calzada, sabedores de papel crucial que juega la prensa y la propaganda en la difusión de ideas en la opinión pública y la educación de las masas, acuden a las zonas pobres para hacer crecer la consciencia del pueblo, despertar inconformidad por la vida miserable en que vive, organizarlo, llevarlo a la lucha por la consecución de un país mejor.
Hoy un gran corazón ha dejado de latir, la muerte física de un hombre noble y comprometido con la lucha de los pobres de este país ocurrió, pero su congruencia, sus principios, su fe inquebrantable en la consecución de un mundo luminoso para todos lo mexicanos, a pesar de los peligros y riesgos que conlleva esta lucha, vivirán en todos los antorchistas.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario