Pese a que oportunamente hicimos declaraciones, de la legalidad y limpieza de los negocios que hemos ido creando a lo largo de nuestros 45 años de existencia, en la campaña excrementicia en contra de los antorchistas que se ha desatado en los medios de comunicación, se le ha agregado ahora el ingrediente de poner nombres de destacados luchadores sociales y probada honradez y honestidad en su conducta diaria con la finalidad de desacreditar su liderazgo y buenos resultados en el área donde se desempeñan. Es claro que las difamaciones no van dirigidas a quienes conocemos a esos líderes y por lo tanto los queremos, admiramos y respetamos, sino para ahuyentar a quienes por su necesidad, buscan el cobijo y la representación de una organización política que les ayude a solucionar sus problemas y para deslegitimar nuestra lucha futura abonando el terreno para la represión. Ahí está el caso del Diario digital Portavozchiapas.com.mx en su edición del 30 de enero de 2019, en el que se lee lo siguiente: "El líder de esta organización en el estado, Franklin Campos Córdova, recibió un contrato de franquicia y venta de primera mano por parte de Pemex Refinación desde el 2013, y estuvo vigente hasta el 1 de febrero del año pasado" y agrega "[...]Franklin Campos Córdova está vinculado a una red de venta y transportación de gasolina que tejió dicha organización nacional durante el sexenio del expresidente de México, Enrique Peña Nieto." Todo lo anterior, según las palabras del propio reportero vienen de "[...] una investigación de Sin Embargo, con datos registrados en el Portal de Obligaciones y Transparencia(POT)" Ante esto preguntamos: suponiendo que fuera cierto ¿Dónde está el delito? ¿Desde cuándo es ilegal contratar una franquicia y poseer las pipas para suministrar combustible a una estación de servicio? ¿No fue acaso el propio presidente quien se quejó de que hay quien tiene hasta 400 gasolineras sin contar con una sola pipa y que ésa era una de las causas del desabasto? Está claro que Portavoz sigue la táctica de sembrar un rumor y dejar que el lector sea quien eche a volar su imaginación previamente alterada ante tantas "noticias" del "combate a la corrupción" y cero culpables detenidos. Y, a sabiendas de que el público espera ansioso el desenlace de esta historia donde el héroe es el "incorruptible" perseguidor de los malos, le arroja una "pista" a los lectores con la siguiente afirmación tendenciosa "Desde el 2013 —año en que tomó poder Peña Nieto— se comenzaron a entregar contratos y permisos a Antorcha Campesina de forma irregular; (subrayado nuestro) algunos de ellos tienen vigencia hasta el año 2045". Como ya quedó dicho, en éste señalamiento el reportero cumple una encomienda contundente: enlodar la imagen de Antorcha a como dé lugar; por lo tanto, ni siquiera se molesta en demostrar en qué radica lo "irregular". Más adelante agrega que aunque "no se tiene el número exacto" de las gasolineras (¡Qué investigación más minuciosa!), "Cabe destacar que [...] sólo seis concesiones fueron conseguidas a través de concursos". No cabe duda que la impunidad de la que goza el reportero le hace decir tales barbaridades exigiendo concursos donde ni siquiera la ley en la materia lo exige, con tal de congraciarse con sus amos y merecer sus favores.
Lo dicho hasta aquí es una prueba fehaciente de que la campaña mediática para aniquilar al Movimiento Antorchista es una realidad y de nada servirán las aclaraciones ni los llamados a rectificar, puesto que no se trata de un error, sino de un plan orquestado desde las más altas esferas del poder. Por lo tanto, sabedores de que nuestro trabajo se encuentra contemplado y plasmado en el artículo 8. y 9 de la Constitución General de la República, los antorchistas chiapanecos al igual que nuestros hermanos del resto del país, nos disponemos a defender nuestro derecho a existir, seguros de que el pueblo de México sabrá identificar quién le habla con la verdad y lucha hombro a hombro con él en la búsqueda de una vida más digna y más humana y quien le miente para perpetuarse en el poder.
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