Históricamente, Tabasco ha sufrido de inundaciones, las más graves en los últimos tiempos son las de 2007, 2010 y ahora la de 2020, siendo las planicies los territorios más frecuentemente inundados ubicadas pocos metros sobre el nivel del mar; estas planicies colindan con zonas montañosas de donde bajan varios ríos caudalosos como el Grijalva y el Usumacinta. Por el auge petrolero de este estado se han establecidos asentamientos humanos en los territorios bajos, no adecuados para viviendas por el riesgo de sufrir inundaciones, como es el caso de Villahermosa, además, con el cambio climático las lluvias son cada vez más severas.
La noche del pasado viernes 6 de noviembre tuvo lugar una pertinaz lluvia ocasionada por el frente frío número 11, la cual provocó el desbordamiento del Río Grijalva y con ello inundaciones en varios lugares, como la colonia Gaviotas Sur en donde habitan miles de familias humildes. Otra zona de las más afectadas es la de Macuspana, en donde se desbordó el río Puxcatán, tierra natal del actual presidente de la república. Los medios informan la existencia de más de 220 mil damnificados, muchas familias se encuentran entre el agua, algunas a niveles del techo de sus viviendas, teniendo pérdidas totales de sus pertenencias, sin comida para alimentarse ni ropa para abrigarse y sin poder trabajar, por eso con desesperación piden el apoyo del gobierno federal y estatal. El apoyo oficial de las autoridades llegó con mucho retraso y de manera e insuficiente, es la queja de la mayoría de los damnificados manifestada en entrevistas realizada por los periodistas de los medios informativos.
Tabasco, así como todo el país y el mundo entero ya estaba en serias dificultades ocasionadas por la crisis sanitaria de la covid-19, la crisis económica, los altos niveles de inseguridad y su situación se agravó por el fenómeno natural de las lluvias y las inundaciones mal manejadas al no tomar las medidas preventivas posibles como los desazolves de los caudales de los ríos, el reforzamiento de los bordos de contención oportuno y el adecuado manejo de los desfogues de los niveles de las presas.
Otro hecho que muestra la posición del Gobierno federal son las declaraciones desafortunadas del presidente de la república en donde afirma que ante la disyuntiva de inundar Villahermosa y las zonas rurales donde viven los campesinos más pobres se escogió inundar a los más pobres y al final de cuentas se inundaron los dos lugares. Ante los reclamos de por qué tardó tanto en visitar la zona de las inundaciones para atender la emergencia contestó: ¨tengo otras cosas más importantes que realizar”. En su visita realizada el día 14 de noviembre sobrevoló las poblaciones inundadas en helicóptero y al cuestionarlo sobre por qué no bajó a platicar con sus paisanos, dijo: "no bajo a tomarme la foto como los anteriores gobiernos, porque me mojo y me enfermo”. Estas declaraciones dejan ver un menosprecio al tamaño de la tragedia en la que viven los damnificados desde hace 15 días, demostrando con ello que el lema tantas veces repetido de que "por el bien de todos, primero los pobres&rdquo, se reduce a palabra huecas, a retórica de los discursos utilizada para engañar a los mexicanos.
En los hechos ha tomado una serie de medidas perjudiciales para la mayoría de la población, entre las que destaca el recorte del Presupuesto de Egresos de la Federación, en los rubros destinados obras y servicios, así como los recursos de los estados y municipios. Otra decisión equivocada y antipopular de López Obrador es la desaparición del Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden), con el pretexto de combatir la corrupción, dejando sin recursos económicos para atender emergencias como la que están pasando miles de familias tabasqueñas.
En este mes de noviembre se cumplen 110 años del inicio de la Revolución Mexicana, en donde Francisco Villa y Emiliano Zapata encabezaron al pueblo humilde en la lucha por mejorar las condiciones difíciles a las que los tenían sometido los hacendados y sus representantes en el gobierno como Porfirio Díaz, esta lucha fue en alianza con la naciente clase de los capitalistas, representados por Francisco I. Madero, Venustiano Carranza y álvaro Obregón y aunque el pueblo con su lucha tenaz logró imprimir su sello en el movimiento revolucionario y consiguió se incluyeran algunas de sus demandas más sentidas en los artículos 27 y 123 de la Constitución de 1917, quedaron deudas pendientes que con el paso del tiempo se han acrecentado y en la actualidad las condiciones de vida de la mayoría del pueblo son muy complicadas, se sufre de una pobreza agobiante, causada por el desempleo y los bajos salarios. En consecuencia, sigue siendo válido el planteamiento de la lucha del pueblo por saldar esas viejas deudas y aspirar a una distribución más equitativa de la riqueza y una vida mejor para todos.
Los tabasqueños y todos los mexicanos debemos valorar en sus justos términos las malas acciones del actual gobierno federal y tenerlas presentes en las elecciones del 2021 cuando los candidatos del partido en el poder nos pidan nuestro voto y no volver a elegir a quien en los hechos ya está defraudando la confianza depositada en ellos. Al pueblo trabajador le debe quedar claro que sólo es posible un verdadero cambio en favor de las masas populares cuando las mayorías se unen, se organizan y trabajan para resolver sus principales necesidades y problemas, tomar el destino en sus manos y no seguir creyendo en las promesas de cambio de falsos redentores. No es fácil ni rápido, pero no hay otro camino, por lo tanto, manos a la obra.
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