Se han cumplido dos años del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la expectativa creada de que las cosas cambiarían en favor de los más pobres de nuestro país no llega, por el contrario, la situación se torna cada vez más difícil a consecuencia de un Gobierno que, ignorando a la ciencia y a la sabiduría, se maneja con prepotencia e ignorancia aumentando alarmantemente el número de familias que hoy en día no cuentan con lo básico para sobrevivir. México está sumido en tres crisis: sanitaria, económica y de seguridad, que auguran que los próximos meses, sino es que años, serán muy complicados para la población.
Mientras el Gobierno federal se apresura con su "nueva normalidad", a "lanzar" a la calle a millones de mexicanos, para que sean ellos los que con su propio esfuerzo y trabajo, resuelvan los problemas de falta de empleo y de alimento, toda vez que no han contado con el respaldo y protección de sus autoridades, que prometieron que velarían por mejorar sus condiciones de vida; vemos todos los días incrementarse el número de personas contagiadas, fallecidas y los pronósticos son aterradores, pues se dice que el pico de la pandemia llegará posiblemente a mediados de agosto, lo que nos colocará entre los países con mayor mortalidad en el mundo.
Recientemente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló que se prevé el cierre de 500 mil empresas en el país, lo que significa que 34 millones de personas no tendrán empleo, teniendo como consecuencia, el aumento de la pobreza en 48 de cada 100 mexicanos, mientras el Gobierno federal sigue en su cerrazón de no brindar apoyo a las PyMES, argumentando que "si algunas tienen que quebrar no importa". En estos 18 meses de gobierno de AMLO, la economía del país decreció en 1.7 por ciento, cosa que no pasaba en los últimos 20 años y los organismos financieros internacionales pronostican que el Producto Interno Bruto (PIB) tenga una caída, en el peor de los casos, de hasta un 10.5 por ciento, es decir, también en este terreno seremos de los países en el mundo con una contracción económica muy severa.
Y en la cuestión de seguridad, el país continúa pintándose de rojo por las miles de muertes, resultado de la política de López Obrador de "besos y abrazos" y que a todas luces no ha dado resultado; baste recordar los recientes acontecimientos sucedidos en el municipio de Irapuato, Guanajuato, o el atentado al jefe de la policía en la Ciudad de México que puso de manifiesto lo envalentonados que están los grupos delictivos en la nación, mientras que a la ley se le usa como "garrote" para golpear a quienes se atreven a criticar a este Gobierno.
Al presidente le preocupa más acallar las voces de inconformidad que se levantan a exigir mejores condiciones de vida, que en darle la paz y tranquilidad a los mexicanos que se sienten inseguros al salir de sus hogares.
Ante esta situación sumamente grave por la que está atravesando el país, escuchamos todos los días un mensaje de López Obrador que señala que "vamos bien", que "caminamos por la ruta del progreso y del bienestar", y con su famosa frase de "yo tengo otros datos", no acepta los señalamientos de organismos internacionales, que con datos duros pronostican una recesión mayúscula en nuestra nación. Es decir, el presidente está mintiendo a los mexicanos, aprovechándose del sentimiento de inconformidad que existe a consecuencia de que vivimos en una sociedad donde la riqueza nacional no se ha distribuido de una manera más equitativa entre la población.
Pero hay que señalar, que no hay mentira que dure 100 años ni pueblo que la aguante y cada vez somos más los mexicanos que no nos dejamos adormecer con sus "cantos de sirena", su aprobación es cada vez menor entre los mexicanos y esto le preocupa con vistas a las elecciones del próximo año, de ahí su urgencia de retomar sus giras para continuar con su campaña política.
Es por ello que sigue siendo necesario que redoblemos el paso en nuestra tarea de llevar conciencia al pueblo trabajador, convenciéndolo que la construcción de un mundo mejor es posible y necesario, pero que ésta no se logrará ni con caudillos ni con grandes personalidades, ésta solo se alcanzará con su unidad y organización, ya que la historia ha demostrado que solo así es como se logran los cambios sociales, y nuestro país no será la excepción. Que conste.
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