Este 15 de noviembre, según el Artículo 74 constitucional, los diputados federales debieron haber aprobado el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el próximo año 2020; al no hacerlo violentaron la ley con la "genial escusa" de que detuvieron el "reloj parlamentario", todo porque, doblando la cerviz ante el presidente, obsecuentes decidieron no modificar ni una coma a la propuesta enviada por el ejecutivo a pesar de las justas protestas ciudadanas.
El Movimiento Antorchista, la organización que en la actualidad aglutina a más de 2 y medio millones de pobres, preocupada por la situación de miseria y marginación que vive la mayoría de los mexicanos, que alcanza, según investigadores del Colegio de México, a más de 100 millones que viven con algún grado de pobreza del total aproximado de 130 millones que somos, estamos manifestándonos desde el pasado lunes 11 de noviembre, en número mayor a los 15 mil, frente a la Cámara de Diputados Federal, para que los legisladores modifiquen el Presupuesto de Egresos 2020, que contiene más recortes, adicionales a los que hicieron en el PEF 2019, en todas las áreas no prioritarias para el gobierno de López Obrador: apoyo al campo, a la vivienda, a la salud, a la educación, a la cultura y a la realización de obras de infraestructura en los municipios y comunidades marginadas, entre otras.
La mayoría morenista de la Cámara decidió cambiar para el miércoles 20 y luego para el viernes 22, la discusión y posterior aprobación con la idea de que los manifestantes se irían desmoralizados; pero los antorchistas seguimos en pie de lucha y no claudicaremos, pues nuestra lucha es justa y más necesaria que nunca. Pedimos obras y servicios para los pobres, pues somos mexicanos y tenemos derecho a ello, porque además de que pagamos impuestos al gobierno, constituimos la fuerza productiva más importante de la sociedad, somos los que con nuestras manos creamos la riqueza de este país.
Recortar presupuesto para obras y servicios, como el agua, luz, drenaje, vivienda, pavimentación, salud, etc., es una injusticia mayúscula cometida contra los más necesitados y lo que se les ocurre como explicación es la gracejada de que "no hay, no hay" para resolver esos problemas, cuando el ahora presidente se pasó la campaña diciendo que con su "combate a la corrupción", se ahorrarían más de 500 mil millones de pesos, mismos que servirían para acabar con la pobreza, por lo que se "justificaba" la desaparición de Guarderías, Seguro Popular, Comedores Comunitarios, PROSPERA, Etc.
El actual presupuesto es de 6 billones (6 millones de millones) 096 mil 336 pesos, de los que no hay nada para obras y servicios para los pueblos y colonias, porque todo va para proyectos como el Aeropuerto de Santa Lucía, al cual los expertos señalan como inviable y que, por añadidura, para entrar en funciones es necesario hacer polvo un cerro que nos costará 8 mil millones de pesos más, a todos los mexicanos; para la refinería de Dos Bocas, incosteable por donde se le vea, ya que no podrá refinar petróleo mexicano, que es pesado, y tendremos que importar petróleo ligero para su operación, saliendo más caro producir la gasolina que importarla; y algunos programas para dar dinero para aclientelar a algunos sectores de la población, favoreciendo los fines electorales del partido en el poder.
Se está tratando de imponer un presupuesto monopólico, a conveniencia y dictado del Presidente de la República, mediante la mayoría legislativa formada por lo diputados de la coalición "Juntos haremos Historia" (Morena, PT y PES) que han renunciando vilmente a ser los representantes de la sociedad para autoproclamarse orgullosamente "representantes del Presidente López Obrador" en el Congreso de la Unión, sepultando con ello la división de poderes, sustento de las repúblicas democráticas y liberales. El ejecutivo tiene a los diputados de la mayoría, aclientelados y amarchantados, pues el presidente ordenó que firmaran un oficio en el que le entregaron su voto para imponer el proyecto, sin mover ni una coma, asumiendo así una actitud indigna.
La opinión pública debe tomar partido por el Movimiento Antorchista, el cual está en plantón permanente para exigir a los Diputados obras y servicios para el pueblo pobre de México, y está luchando por el respeto efectivo a los derechos humanos de los mexicanos, cada vez más amenazados por la 4T con leyes que han eliminado derechos que van desde la presunción de inocencia, hasta el libre derecho de reunión y manifestación pública de las ideas, enfilándose ahora contra el juicio de amparo, último refugio de las personas contra el abuso de poder.
Ni Antorcha, ni otras organizaciones en lucha piden dinero, ni nada que no sean obras y servicios para los mexicanos, que es su derecho. El presidente miente de manera ruin cuando nos acusa de pedir moches; es su manera trumpiana (válgase la expresión) de descalificar para reprimir a sus disidentes, de discriminarlos y calumniarnos para no aceptar, y menos resolver, los reclamos de la gente. Le miente a la nación y en su obsesión por sacar adelante sus ocurrencias, no escuchan, no aceptan y avanzan rápidamente hacia la destrucción de lo poco construido hasta ahora. Es hora de que el pueblo ponga un alto.
Nos hemos enterado por diversos medios, que esta noche López Obrador quiere desalojarnos. Ante la falta de argumentos que oponer van a reprimirnos hoy en la madrugada, porque son unos dictadores y unos fascistas aprovechándose de que somos el pueblo pobre e inerme, a pesar de que nuestra protesta es pacífica. De concretarse esta agresión oficial por parte del gobierno de la 4T, se confirmará que AMLO es un gobernante impositivo y autoritario, y que estaremos en la antesala de una dictadura policíaca.
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