La esclavitud aún no ha sido abolida en su totalidad, pues su versión moderna afecta a más de cincuenta millones de personas según las últimas estimaciones mundiales.
El pasado 2 de diciembre, en el Día Internacional de la Abolición de la Esclavitud, la Organización de Naciones Unidas (ONU) recordó que 50 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la trata, el trabajo forzado, la explotación sexual y el matrimonio forzado.
Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo forzoso y el matrimonio forzado aumentaron considerablemente en los últimos cinco años. En 2021 había 10 millones más de personas en situación de esclavitud moderna en comparación con 2016, lo que eleva el total a 50 millones en todo el mundo.
En la esclavitud moderna existen situaciones de explotación de las que una persona no puede escapar debido a amenazas, violencia, coerción, engaño o abuso de poder.
Las mujeres y los niños siguen siendo desproporcionalmente los más vulnerables, señala La Jornada del 3 de diciembre de 2024.
La mayoría de las personas esclavizadas en la época moderna, 28 millones, son víctimas de trabajos forzados, mientras que 22 millones viven atrapadas en matrimonios forzados.
El informe del organismo destaca que el fenómeno de la esclavitud moderna aparece en casi todos los países del mundo y trasciende líneas étnicas, culturales y religiosas. Más de la mitad (52 %) de todos los trabajos forzados y una cuarta parte de los matrimonios forzados ocurren en países de renta media-alta o alta.
La mayoría de los casos de trabajo forzoso (86 %) se localizaron dentro de la economía privada, mientras que el 14 % restante ocurrió en el ámbito estatal. Un 63 % de los afectados trabaja en diversos sectores y un 23 % se desempeña en la explotación sexual comercial forzosa, un área en la que casi cuatro de cada cinco personas son mujeres o niñas.
El número total de mujeres y niñas en situación de trabajo forzoso asciende a 11.8 millones, mientras que más de 3.3 millones de niños lo padecen y tampoco pueden asistir a la escuela. Los trabajadores migrantes tienen más del triple de probabilidades de estar en situación de trabajo forzoso que los no migrantes.
En la esclavitud moderna existen situaciones de explotación de las que una persona no puede escapar debido a amenazas, violencia, coerción, engaño o abuso de poder, según la ONU.
Más de 60 millones de mujeres y niñas desplazadas o apátridas enfrentan un alto riesgo de violencia de género, y el financiamiento para los servicios de apoyo es lamentablemente escaso, advirtió la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Según el organismo, las denuncias por violencia sexual relacionada con los conflictos aumentaron 50 % este año respecto a 2023, y las mujeres y las niñas representaron 95 % de los casos verificados, reportó La Jornada el 1 de diciembre de 2024.
Muchos hechos no se denuncian debido a la falta de acceso humanitario, recursos limitados o el temor a represalias y marginación social.
Durante el último lustro, el número de matrimonios forzados creció en 6.6 millones, alcanzando un total de 22 millones. El matrimonio forzado está vinculado a actitudes patriarcales y prácticas culturales arraigadas. Más del 85 % de estos matrimonios fue impulsado por presión familiar.
Aunque dos tercios (65 %) de los matrimonios forzados ocurren en Asia y el Pacífico, la mayor prevalencia se encuentra en los Estados árabes, con 4.8 personas por cada 100.
El estudio de la OIT propone medidas como mejorar y hacer cumplir las leyes laborales, poner fin al trabajo forzoso estatal, reforzar las acciones contra la trata de personas en empresas y cadenas de suministro, y ampliar la protección social.
Para acabar con la explotación y el esclavismo moderno, es necesario organizarse como sociedad y tomar tarde o temprano el poder político. Parafraseando a Marx y Engels: ¡Esclavos y proletarios de todo el mundo, uníos!
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