MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Se agrava problema de vivienda con la 4T

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De acuerdo con informes oficiales, en 2018 Jalisco tenía un rezago de alrededor de 300 mil viviendas, principalmente en el segmento de interés social. Así mismo, casi 600 mil jaliscienses padecían algún tipo de carencia de acceso a la vivienda, ya sea por sobreocupación de habitantes o porque los materiales o condiciones del hogar eran precarias. Es decir, el problema de vivienda ya era grave en la entidad.

Por si faltara algo, desde inicios de su administración, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió eliminar programas sociales mediante los cuales el Estado mexicano ofrecía ayuda y servicios a grupos vulnerables y, en cambio, privilegió la entrega de dinero como herramienta para provocar el incremento en el consumo de los pobres. 

De los 150 programas que había, 93 eran considerados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), como elementos que sí contribuyeron a reducir la pobreza, o bien para mejorar el acceso efectivo a los derechos.

De los eliminados y que estaba comprobado, mediante evaluaciones de política pública que eran relevantes por su contribución en la disminución de la pobreza, se encontraban precisamente los de apoyo a la vivienda en sus diversas modalidades, operados por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) que incluso estaban considerados en el acceso efectivo a derechos, es decir, en lugar de resolver o cuando menos mejorar, se agrava el problema de vivienda con la 4T.

Ahora a las familias no solo se les ha cancelado la posibilidad de acceder a algún apoyo a la vivienda, sino que están en riesgo de perder su patrimonio. Se ha dado a conocer en días recientes que se duplicó en Jalisco la cartera vencida en el sector hipotecario entre 2019 y 2022.  En lo que va del sexenio, en la entidad ha crecido el incumplimiento en el pago de los créditos hipotecarios otorgados por la banca comercial. 

De acuerdo con el Banco de México, de enero a marzo de 2019, en Jalisco el saldo de los créditos hipotecarios otorgados por la banca comercial en cartera vencida, es decir, que tienen más de dos meses sin pagarse, fue de 626.8 millones de pesos, de acuerdo con cifras del Banco de México. Pero la situación se agravó y para octubre-diciembre de 2022 la cartera vencida hipotecaria en la entidad llegó a mil 253.3 millones de pesos, el doble que al arranque del sexenio.

El Instituto de Información Estadística Informática y Geográfica de Jalisco (IIEG) informó que la cartera vencida de Infonavit en Jalisco aumentó a 12.94 por ciento del total de las cuentas en diciembre de 2022, 0.33 puntos porcentuales más que el mes previo y 1.51 puntos porcentuales más que en diciembre de 2021. Por su parte, la cartera vencida a nivel nacional aumentó a 14.45 por ciento de cuentas en cartera vencida en diciembre de 2022, mientras que en diciembre de 2021 este porcentaje fue de 13.29 por ciento.

El investigador de la Universidad de Guadalajara, Antonio Ruiz Porras señala que el crecimiento de la cartera vencida hipotecaria implica una potencial pérdida de patrimonio para la gente. Pero también que los acreditados tengan un registro negativo en su Buró de Crédito, lo que podría impedirles obtener otro financiamiento.

El académico destaca, lo que se está viendo es una política hipotecaria floja, hace dos años las tasas de interés bajaron mucho y, en particular, para la gente en 2020 y a consecuencia de la pandemia, hubo quienes se endeudaron más porque aprovecharon estos bajos costos. Por eso es poco probable que veamos, en corto plazo, mejoras en la cartera vencida, pues por si fuera poco, los nuevos créditos hipotecarios se han encarecido, pues la tasa de referencia del Banxico ha subido desde el 8.25 por ciento en el arranque de 2019, al 11 por ciento actual.

Ruiz Porras explica que por una parte el auge inmobiliario ha generado precios altos, pero por otra hay menor crecimiento económico. Esto último ha limitado los ingresos y ha provocado una situación donde ha habido deterioro del poder adquisitivo, además de un aumento en tasas de interés en los últimos dos años.

Frente a este panorama, los electores que votaron por Morena y López Obrador en 2018 deben recordar que una de las causas por la que dieron el voto de castigo al PRI es porque consideraron que el partido en el poder fue el culpable de que muchos mexicanos hayan perdido su casa. Hoy el fenómeno se repite y con mayor fuerza.

Pero, a diferencia de años anteriores, el pueblo de México ya no tiene otras alternativas. Ha llegado el momento para los que sudan todos los días y a todas horas para llevar el sustento diario de sus familias, garantizar techo para sus seres queridos, se den cuenta que si votan por Morena es lo mismo que votar por el viejo régimen. No se debe perder de vista que Morena se sigue nutriendo de priistas.

Entonces la única salida que le queda al pueblo trabajador es que aprenda a confiar en su fuerza. En su capacidad para enfrentar cualquier problema, cualquier dificultad que se le presente, siempre y cuando luche unido y organizadamente. Ya nadie puede seguir esperando y menos rogando que alguien nos arrime el pan a la boca de gratis, porque quien lo haga, nos estará convirtiendo en inútiles que tienen que comer siempre de su mano y, por tanto, en esclavos sumisos de su voluntad.

Los trabajadores en general deben pensar y estar seguros siempre de que con la poderosa fuerza de su unidad y solidaridad se puede arrancar de los poderosos las soluciones definitivas y la ayuda indispensable para satisfacer sus necesidades como el derecho a una vivienda digna y decorosa. Los derechos del pueblo no se mendigan, se conquistan, como nos han enseñado los que han entregado su vida en la lucha por un mundo mejor.

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