MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La revolución que nunca llegó

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Cuentan los que saben que cuando don Francisco Indalecio Madero viajó a Morelos para entrevistarse con don Emiliano Zapata, el hombre fuerte de la revolución del sur, con el propósito de sumarlo a su proyecto de nación, luego que don Porfirio Díaz ya había dejado el poder y abandonando el país en el barco llamado el Ypiranga en el puerto de Veracruz.Dicen los que saben que, en esa ocasión, luego de un largo discurso de Don francisco I.Madero el cual oscilaba en torno a: la nación mexicana, la patria, el pueblo, la producción del campo, la educación y un futuro de progreso para los campesinos de Morelos- remató diciendo que la suya era la mejor política y que Zapata le contestó:

"Mire, dijo con voz recia Zapata, francamente de su política entiendo muy poco, habla mucho y a lo macho nada.Como la rana, solo canta muy bonito, pero no más.Dígame Señor Madero, continúo, pero fíjese bien en lo que me contesta volvió a encararlo,si usted me garantiza que con su política yo y mis compañeros nos llevaremos más gordas a la boca diré que su política es la mejor.Si su revolución hace que nosotros seamos dueños de la tierra que pisamos, no discutamos más.Madero no reaccionó y Zapata continuó: garantíceme que con su política comeremos más tortillas y si usted garantiza eso… meramente ponga el papel y el que no tenga miedo que pase a firmar".Tremenda lección de realidad le dio este humilde campesino a aquel catrincito… dicen los que saben.

Compañeros productores de Antorcha y de todas las organizaciones campesinas del país, ustedes saben que la historia nos sirve para escribir el futuro.Hoy llevamos dos años gobernados por un político que habló como en aquel entonces Madero: López Obrador prometió una profunda transformación para el campo, pero preguntó: ¿su familia come mejor? ¿Se llevan más "gordas" a la boca, como decía Zapata en clara alusión a carne, huevo, pescado, granos, fruta verdura? Les pregunto a los campesinos del Estado de México y del país entero: ¿ya les llegó el fertilizante que prometió López Obrador? ¿El crédito a la palabra? ¿El precio de garantía? O ¿la famosa tecnificación del campo que tanto pregona en todas sus giras? La respuesta a todas esas preguntas las contestaremos a la manera que ya en su momento lo dijo Zapata: esta rana cantó muy bonito, pero nada más.

El campo mexicano vive una enorme crisis, el campesino está abandonado, sufre inundaciones, en el norte del país se perdió el 35 por ciento del ganado.En Chihuahua les desbordaron las presas para regalarles el agua a los gringos y dejaron a los campesinos sin el recurso para mantener el ganado o la siembra. En la zona de Sinaloa no se respetó el precio de garantía ni el crédito y las plantaciones se perdieron; en Michoacán las grandes plantaciones de aguacate disparan cañones antigranizo dispersando las lluvias necesarias para el cultivo de maíz, las cosechas están en crisis.En el centro del país los floricultores de Tenancingo y la región de Villa Guerrero han perdieron las ventas y sus rosas se pudrieron sin mercado.En el sur, en Oaxaca como en todo el país jamás ha llegado el famoso programa de fertilizante y en Chiapas les han nacionalizado sus tierras para darle condiciones al faraónico tren maya.Esa rana llamada López Obrador, cantó muy bonito, pero nada más.

Zapata tenía su manera de diferenciar la política buena de la mala.Y convendría que nosotros tomáramos ejemplo de él.Hoy en todos los medios de comunicación se habla de una realidad que no es la nuestra: se analiza y se difunde la imagen de un campo descrito desde las oficinas de los burócratas, las redes sociales hablan de la situación económica de un campo que solamente existe en su imaginación y hay casos absurdos de chairos que opinan de nuestra realidad cuando tienen más de 20 o 25 años viviendo en el extranjero.Son estos desclasados que siempre dicen que tengamos esperanza, "que tengamos fe en el pejelagarto"."Que la cuarta transformación pronto llegara".Pero yo como Zapata… se me hace muy ojona para paloma y por ningún lado veo la cuarta transformación."No veo que los campesinos se lleven más gordas a la boca".

Los campesinos de este México que conozco viven sin ningún derecho y sin ningún apoyo oficial: fertilizante solo hay cuando vienen las elecciones, ahí si el PRI es el primero en llegar con urea; en esta pandemia no hay apoyo alimenticio y mucho menos de morena; pero vienen las elecciones y sobran las despensas de a cien pesos.

Los campesinos de mi patria producen para el autoconsumo pues la cosecha es tan pobre que no alcanza para el mercado.Los campesinos de mi México viven enfermos, pero nunca hay doctores ni medicina para curarlos.Los campesinos de este suelo viven con miedo al narco porque saben de levantones y desaparecidos; los campesinos de mi tierra se casan muy pronto pues no hay más futuro que hacer una familia; pero viven solo de maíz, y luego viven solos y abandonados porque los hijos jalaron para el otro lado y allá hicieron su familia, mientras los viejos fueron tragados por la tierra mirando al hijo que jamás volvió y que de vez en cuando mando algunos dólares.Los campesinos de mi pueblo fueron engañados por López Obrador que les prometió una revolución que nunca llegó.

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