MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

REPORTAJE | Inflación pega a familias pobres del norte de México

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La inflación en el país es del 8.76 por ciento, de acuerdo con la página México ¿Cómo Vamos? que se nutre con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), como consecuencia de esa inflación las mayores alzas se han registrado en los alimentos, principalmente los productos de origen animal como huevo, pollo, leche y carne de puerco, y en los de despensa como el aceites, sopas, pan y tortilla; y en las verduras y vegetales como son la cebolla, limón tomate y papa.

La inflación del 8.76 por ciento ha sido la más alta registrada en todo este siglo, la mayor antes era del 6.69 por ciento en diciembre del 2017.

Durango se encuentra ubicado como la tercera entidad con el porcentaje de inflación más alto en el país, con el 10.3 por ciento, en el sexto puesto se encuentra Zacatecas con 9.9 por ciento, en octavo Coahuila con 9.8 por ciento, después Nuevo León con empate técnico junto a Chihuahua con 9.4 por ciento, inflación por encima de la media nacional, hasta la primera quincena del mes de septiembre, la mayor inflación que se ha registrado es en el tomate, electricidad y la cebolla.

Aunque también se han presentado incrementos y mayores alzas registradas son en los alimentos de la canasta básica, deteriorando con ello aún más la escasa economía familiar de los más pobres, pues quienes surten su despensa de los productos básicos como son el aceite, sopas, pan y tortilla; y en las verduras y vegetales como son la cebolla, limón, tomate y papa, son las familias trabajadoras.

Inflación anual, septiembre el más alto en 23 años

La inflación general de la primera quincena de septiembre fue ligeramente superior al consenso del mercado, que esperaba 8.72 por ciento. Sigue estando impulsada principalmente por los incrementos en alimentos y bebidas no alcohólicas. El precio de la tortilla de maíz presentó una variación anual de 15 por ciento. Asimismo, la harina de trigo tuvo un incremento anual de 39 por ciento y el pan dulce del 22 por ciento.

Con base en los últimos datos publicados por el Inegi, México, ¿Cómo Vamos? estimó el semáforo nacional de inflación. De acuerdo con dichos datos, durante la primera quincena del noveno mes de 2022, la tasa anual de inflación fue de 8.76 por ciento.

El dato de la inflación anual de la primera quincena de septiembre fue el más alto para una primera quincena desde diciembre del año 2000, aunque ligeramente menor al de la segunda quincena de agosto, cuando la inflación alcanzó un 8.77 por ciento.

En la inflación subyacente, es decir, el incremento de los precios de los bienes y servicios que más se consumen, como la tortilla, leche, latas de chiles en escabeche, aguacate, pollo al igual que estudios médicos como la química sanguínea o general de orina, consultas médicas y medicamentos entre muchos otros forman parte de este segmento, continúa al alza y alcanzó el 8.27 por ciento. Se cuenta ya con diez incrementos consecutivos de la tasa de referencia por parte de Banxico. En el caso de la inflación no subyacente, se refiere a aquellos bienes cuyo precio no responde necesariamente a la libre oferta y demanda, sino a eventos políticos (subsidios a las gasolinas para evitar pérdida de votos), política energética (priorizar producción de luz costosa), gas (guerra en Ucrania), alimentos frescos (huracanes, sequías) y, aunque no se reconoce, las colegiaturas de escuelas privadas, las cuales suben sin ningún miramiento, racionalidad económica o lógica comercial simplemente porque a la directora del colegio se le antoja ir de viaje a Europa en el verano, incrementó a 10.22 por ciento, menor que el mes anterior (10.59 por ciento).

Sin embargo, sigue estando impulsada principalmente por los agropecuarios. En su interior, las frutas y verduras presentaron una variación anual de 14.68 por ciento y los pecuarios de 15.71 por ciento. Los alimentos y bebidas no alcohólicas contribuyeron en 4 puntos a la inflación general de 8.76 por ciento y tuvieron una variación anual de 14.52 por ciento.

Situación alarmante en el norte del país

Los alimentos aumentaron 15.20 por ciento en la primera quincena de septiembre de 2022 y con una trayectoria al alza. Esta situación es alarmante, ya que en México el 38.3 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza laboral. Por ejemplo, el precio de la tortilla de maíz presentó una variación anual de 15.09 por ciento y fue el quinto genérico con mayor incidencia quincenal. Tuvo una variación de 1.03 por ciento en la primera mitad de septiembre. Asimismo, la harina de trigo tuvo un incremento anual de 39.20 por ciento, por lo tanto, observamos un incremento de 22.44 por ciento anual en el pan dulce y de 21.89 por ciento en el pan de caja.

Aunque el pasado cuatro de mayo, el Gobierno federal anunció el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), en el cual se contemplaban medidas de producción, distribución, comercio exterior, entre otras, con el objetivo de contener el incremento en el nivel de precios en artículos de primera necesidad. Sin embargo, en este paquete no se consideró un programa social que permita que las familias más vulnerables tengan acceso a alimentos (para que no se vea afectado más el poder adquisitivo de los hogares más pobres). Un programa con ese objetivo debe ser parte de la discusión presupuestal de 2023.

La inflación no ha sido pareja en todo el país, los estados con mayor inflación anual en el norte del país en la primera quincena de septiembre de 2022, en tercer lugar, se encuentra Durango (10.3 por ciento), en sexto lugar se encuentra Zacatecas (9.9 por ciento), en octavo Coahuila (9.8 por ciento), después Nuevo León con empate técnico junto a Chihuahua (9.4 por ciento).

En lo que va del año ya llegó al 70 por ciento de alza y continuará. “Lamentablemente la espiral inflacionaria que vive el país no se detendrá, por el contrario, para cierre de año habrá más incrementos a productos de la canasta básica”, reconoce Teófilo Chaírez Ramírez, presidente de la Cámara de Comercio del Sector Social en Durango.

El 2023 será un año igual o peor, al menos en el ámbito estatal se advierte un duro golpe a la economía tanto de comerciantes como ciudadanos tomando en cuenta que será obligatorio el pago de refrendo, replaqueo y seguro que deberán cubrir quienes tengan un vehículo.

Zacatecas se colocó en el sexto lugar con mayor inflación anual, al registrar 9.87 por ciento, mientras que a nivel nacional fue de 8.76, la más alta registrada desde el 2000. El estado se mantiene entre los primeros lugares del país en tasa anual de aumento de precios de bienes y servicios, según la actualización para la primera quincena de septiembre.

El incremento de estos productos se calcula en aproximadamente 14 por ciento este año, lo que merma el poder adquisitivo y obliga a cambiar hábitos alimenticios para compensar la falta de ingresos. “Los más afectados son aquellos que no generan un ingreso extra a su salario y afectará a quienes forman parte de la clase media, porque los salarios no han tenido ningún incremento”, afirmó el Economista José Luis Guardado Pérez

El conflicto inflacionario también generará problemas con quienes contraten créditos o busquen comprar artículos a plazos. De acuerdo con las proyecciones, los índices inflacionarios lograrían estabilizarse durante los próximos nueve meses. Sin embargo, “más que una buena expectativa, se trata más de buenos propósitos, porque dependemos de muchos factores”, afirmó Guardado Pérez.

Torreón y la Zona Metropolitana de la Laguna (ZML) no han estado exentos de estos fenómenos y por la intensidad de su industria sus efectos han sido mayores que la media nacional. Sin embargo, la recuperación de la economía local ha sido ligeramente más acelerada. Con los datos obtenidos por las señaladas fuentes, el INPC por ciudades que lo componen registró un aumento a tasa anual de 9.60 por ciento quedando por encima del nivel nacional y aumentando 0.61 por ciento respecto al mes previo (8.99 por ciento, esto, en buena medida, debido a la volatilidad en el nivel de precios de bienes y servicios en la región.

Así mismo, Torreón ha permanecido por encima de la cifra Nacional desde enero de 2019 cuando ubicó su tasa anualizada en 4.60 por ciento, manteniéndola 0.23 por ciento por debajo de la tasa nacional (4.83 por ciento), esto corresponde, de igual forma, al proceso de industrialización y acelerada actividad económica de la región.

En los primeros 10 meses del año ya va cerca de un 70 por ciento de aumento a productos de consumo generalizado, pero lamentablemente todavía seguirán registrándose ajustes en la parte final y en forma especial en aquellos de alto consumo como son las carnes de pollo, res y puerco, además de los productos de temporada. La triste realidad que están viviendo los mexicanos, donde se involucra no solamente a consumidores, sino que también comerciantes que también salen afectados.

Urgen políticas de corto y largo plazo

Para conservar el poder adquisitivo y aminorar los efectos de los altos precios, en especial a los hogares de bajos ingresos, debe ser prioridad del gobierno federal. Pues según los cálculos por el Banco de México, el propio Gobierno federal y el mercado coinciden en que nos esperan varios trimestres de alta inflación. Por ello se debe evitar que más mexicanas y mexicanos sigan sin poder adquirir los alimentos básicos.

El pasado lunes 3 de octubre el gobierno federal presentó el “Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía” cuya esencia, es que los costos de los energéticos y de los 24 productos de la canasta básica no suban de precio. Pero, aunque la iniciativa es positiva y de relevancia para apoyar a los mexicanos para enfrentar tiempos donde encuentran alzas económicas en todo, menos en sus finanzas personales. Sin embargo, se debe alertar para evitar una crisis, donde lo barato, eventualmente pudiera resultar más caro, sobre todo para esa ciudadanía que busca alimentos a precios bajos, pues no siempre tienen la supervisión sanitaria de ningún tipo, todo esto por mantener los precios bajos, suspendiendo la verificación de toda regulación que se considere que podría encarecer los alimentos y su movilidad.

Es decir, si algo saliera mal en este rubro, quienes pagarían el costo en materia de calidad de alimentos sensibles como el pollo, carne de res y de puerco, atún o huevo serían las familias trabajadoras, particularmente aquellos de menores recursos y con menos opciones de elegir los productos más baratos, aunque sin verificación sanitaria.

El nuevo plan ante la elevada inflación apunta 10 acciones puntuales entre las cuales está contener el precio de combustibles, congelar el costo de las autopistas, eliminar aranceles en la importación de alimentos y potencializar la producción local de insumos que forman parte de la canasta básica, garantizando su abasto.

Aunque hay propuestas a corto plazo para bajar los efectos de la inflación, es un programa social focalizado, que consiste en que quincena tras quincena de 2022, se entreguen transferencias por el valor de la canasta básica alimentaria, esto durante tres meses a 10.8 millones de personas en situación de pobreza extrema.

Pero también se deben considerar las opciones a largo plazo, por ejemplo, restaurar el programa Escuelas de tiempo completo, debido a que los alimentos en la primera infancia son claves para evitar la trampa de la pobreza. Además, estos programas permiten que las mujeres participen en el mercado laboral, así como priorizar la aplicación del esquema completo de vacunación si queremos una población sana y productiva en los próximos años, pero también, incluir a las MiPyMEs en los programas implementados por el gobierno federal para hacer frente a la inflación: en el PACIC, APECIC y los programas que se inventen en lo posterior, porque estas generan siete de cada 10 empleos, es decir, tres cuartas partes de todos los empleos generados en México.

Urgen políticas antiinflacionarias en apoyo a familias de escaso recursos

A pesar de las declaraciones del presidente de la república que dice que “ya llegó a límite y va a empezar a bajar", lo cierto es que la inflación imperante afecta principalmente a la escasa economía de las familias trabajadoras, por ello es prioritario que se implementen medidas o programas urgente en apoyo a los menos favorecidos, pues son los principales afectados de los incrementos en los precios de la canasta básica, empeorando aún más su economía, su salud y su calidad de vida.

Se debe considerar que los ahorros no pueden ser a costa de la salud pública, ni mucho menos a costa de los bolsillos de los trabajadores y la escasa economía familiar de los mexicanos.

Se afectan principalmente a los mexicanos mas pobres, por ello es necesario y urgente que el gobierno de la transformación lleve a cabo políticas urgentes para detener los incrementos inflacionarios, que pegan de lleno a miles de familias de escasos recursos de varios estados del norte del país, como Durango, Zacatecas, Coahuila, Nuevo León y Chihuahua, familias de limitados recursos económicos que dependen de los precios de la canasta básica para medio alimentar a sus familias.

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