La pandemia no cede, y aunque en aquellos países que iniciaron combatiendo el virus de manera responsable hoy tienen "domado" el número de contagios y muertes, la saña con la que actúa en países capitales como Estados Unidos, Brasil o México, sigue siendo una amenaza para la humanidad entera. Los tres países arriba mencionados presentan la característica de un abandono absoluto para tomar medidas de prevención que permita que el virus llegue a un número de la población reducida, hasta donde la capacidad humana y el avance científico de cada país alcance. Nada más grave puede ocurrir ante la omisión de los gobernantes de dichos países, que el de provocar (in)directamente la muerte masiva de sus gobernados. ¿Quién si no es el gobierno puede y debe acudir como cabeza ante una tarea de cuya dimensión todos somos testigos? Tampoco creamos que la derrota de un enemigo como el que tenemos en frente será obra de un país o un grupo reducido países. Se impone la necesidad de la participación del mundo entero.
En este sentido, debe ser alentador para todos, la iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de nombre ACT Accelerator iniciada el 24 de abril en la que participaron jefes de Estado de cinco continentes participantes. Su principal finalidad es garantizar la disponibilidad de fármacos, test y vacunas contra la pandemia a precios asequibles por parte de todos los países. El proyecto contempla vacunas, diagnósticos y tratamientos contra covid-19. El organismo tiene previsto el envío de 500 millones de test y 245 millones de tratamientos a países en desarrollo, así como 2000 millones de dosis de inmunización contra la covid-19, la mitad de ellas destinadas a países de ingresos medios y bajos. Para ello se requiere una financiación de 31.300 millones de dólares, de los cuales se han recibido 3.400 millones de dólares, por lo que restan 27.900 millones adicionales. Su director, Tedros Adhanom Guhebreyesus, declaró: "necesitamos la colaboración activa de gobiernos, industria, sociedad civil y comunidades".
El mecanismo de financiación de la OMS está planteado para que los 194 países existentes en el mundo realicen aportaciones periódicas y definidas de acuerdo a la riqueza y población de cada país. Es claro que, ante la emergencia actual, el llamado del director del organismo es a la participación directa de todos los sectores de la sociedad, ya que sus ingresos establecidos han quedado rebasados por mucho. Es igualmente sabido, que en estos momentos la búsqueda de la vacuna y medicamentos, es colegiada. Los especialistas han declarado que solo será verdaderamente efectivo el retroceso y la disminución a una escala inferior en la letalidad de la infección en el momento en el que se obtenga la vacuna o medicamento capaz de eliminar por completo el virus. ¿Mientras tanto qué hacer?
Los gobiernos del mundo a partir de las políticas públicas deben prevenir y reducir al mínimo el número de contagios y muertes. Aunque es obvio decirlo, en nuestro país es necesario repetirlo para desarraigar nuestra creencia que nada se puede hacer ante gobernantes que han abandonado a su pueblo por décadas. En estos momentos, un núcleo activo conformado principalmente por los estratos bajos de la población, organizados en el Movimiento Antorchistas, que ante el riesgo de contagio que aun continua en buena medida por irresponsabilidad del gobierno, exigimos la entrega de una renta básica para todo aquel que lo necesite, que permita hacerle frente al confinamiento ante la necesidad no solo de alimentos, sino ahora sumados del pago de la luz, agua, renta, etc. Así mismo, se exige la creación de un plan real pero ambicioso de creación de empleo; cuya obligación del gobierno también está contemplada en la constitución.
Ante el abandono del gobierno de Morena y su intención clara de no implementar acciones serias con miras a disminuir los riesgos del letal virus, los antorchistas del país exigimos al gobierno: renta básica nacional y empleo para todos. De no hacerlo así, sólo confirmará la necesidad de contar con otra clase y partido al frente del país. Por lo pronto ya se preparan las fuerzas progresistas del país, serias y bien intencionadas, con miras a formar un frente común nacional, que habrán de hacer su arribo en las elecciones del 2021.
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