El lunes 4 de agosto, el Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, anunció la incierta e improvisada estrategia del Gobierno federal para impartir la educación en medio de la pandemia, que de momento impide el regreso a clases presenciales.El ciclo escolar comenzará el próximo 24 de agosto y las clases se impartirán a través de radio y televisión; el programa lleva por nombre "Aprende en casa II".
Esta medida es, a todas luces, necesaria, pues no hay alguna otra opción para que se imparta la educación en estos momentos, pero no deja de causar incertidumbre y desconfianza a especialistas en el tema porque el proyecto se visualiza un tanto improvisado.De inicio no hay ninguna estrategia para solucionar los problemas de desigualdad económica en la que están sumergidos millones de estudiantes mexicanos, por ejemplo, en las zonas rurales habitan siete millones de estudiantes que no cuentan con energía eléctrica, mucho menos tienen un televisor o una computadora para seguir con sus estudios, por lo que no podemos dejar de cuestionar ¿para ellos no habrá educación?
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en un sondeo que realizó a adolescentes, pudo apreciar que la mayoría no escucha la radio y que prefieren tener las lecciones con sus profesores por vía Whatsapp, Youtube o redes sociales.Por lo tanto, su aplicación como herramienta en esta estrategia educativa durante la pandemia, se avizora como inadecuada pues la radio es un medio de información marginal.
Por ello afirmamos que la estrategia educativa del Gobierno federal en esta pandemia es producto de la improvisación y de su falta de compromiso con el progreso de las clases pobres de nuestro país, pues quienes se verán afectados en su desarrollo educativo son los estudiantes de los sectores pobres, cuyos hogares no cuentan con energía eléctrica, con internet o señal de radio y en caso de que se cuente con ellos, la implementación de esta estrategia educativa, no ha sido bien analizada como lo demuestra el estudio de la UNICEF a lo que me refiero líneas arriba.
El fondo del problema es que se ataca los efectos, no las causas, se quiere combatir el problema tomando medidas superficiales para que la población vea que el gobierno se preocupa por la educación de los mexicanos, pero se hace con el uso de herramientas inapropiadas.La educación más efectiva es la que se instrumenta con la participación de los docentes preparados científicamente, que tengan, además, las condiciones laborales y salariales necesarias para dedicarse a la educación efectiva de nuestra niñez y juventud.
Desde hace mucho tiempo en nuestro país no se proporciona este tipo de educación, pero ahora que la pandemia ha sacudido nuestra sociedad es necesario que actuemos con espíritu crítico, que ante la ineptitud de nuestros gobernantes reflexionemos acerca del estado actual de las cosas actual y de cómo estábamos antes y entonces, no permitir que se retorne al pasado sino luchar porque se corrijan las cosas en serio, es decir, que los mexicanos afectados, entiendan que hay que organizarse y pelear porque los problemas sean solucionados de manera definitiva.
Lo que se debe hacer es combatir al coronavirus en serio, como se ha hecho en países como Vietnam, China, Nueva Zelanda, por ejemplo.En primer lugar, suspendiendo las grandes inversiones de miles de millones de pesos que está promoviendo la 4T e invertir en salud, en insumos para los hospitales y todo su personal, hacer pruebas médicas en cantidades suficientes para detectar a los contagiados y aplicar campañas de seguimiento y aislamiento de quienes tuvieron contacto con los enfermos de coronavirus.En segundo, creando programas de ayuda económica a los mexicanos desempleados y también de apoyo a las medianas, pequeñas y micro empresas para que mantengan los empleos que generan.Esta es la mejor forma de atacar el problema, porque así terminaremos rápido con la expansión de la pandemia y podrán los estudiantes regresar a clases en poco tiempo.
Debemos entender que el gobierno de la 4T, quien dijo que vendría a corregir los males de nuestra sociedad, la pobreza, la injusticia, los crímenes, la corrupción, etcétera, demostró que es otro grupo más de los poderosos de siempre, que usó el discurso que la sociedad mexicana cansada de todos esos males esperaba escuchar, para tomar el poder y derrotar a otros poderosos que le negaban su acceso al poder gubernamental.También debemos tener en claro que nuestro país no ha terminado de caer, por la fallida política económica y por la criminal política en materia de salud; que los mexicanos vamos a vivir aún un periodo prolongado de crisis generalizada.Es decir, no se ve para cuando regresemos en serio a la verdadera normalidad.
Tenemos que llegar a la conclusión de que hay que organizarnos para formar una gran coalición nacional de los sectores populares, que la educación, a la que retornarán, no de manera presencial, más de 1 millón 431 mil 567 estudiantes seguirán en el abandono a pesar de las promesas bonitas de los poderosos y de las promesas de la 4T.En México solo habrá un gobierno en favor de los sectores pobres si éstos participan activamente en política y surgen gobernantes nacidos de las entrañas del pueblo mexicano.Ha llegado la hora de formar un gobierno verdaderamente popular.
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