Tomando en consideración el grado de avance económico, social, político y tecnológico que ha alcanzado la humanidad, toda persona tiene aspiraciones como ser social, dentro de ellas se pueden suscribir, las de tener un trabajo bien remunerado, acceso a la salud y a la educación de calidad, da por hecho que tendrá garantizados los servicios públicos como agua, drenaje, pavimento, medios de comunicación y por supuesto medios de recreación y hasta de descanso, al parecer ninguna que se desfase como necesidad fundamental para alcanzar el desarrollo humano.
Lamentablemente todo lo anterior solo adquiere la categoría de pretensión, ya que las condiciones reales de la mayor parte de la población mexicana no pueden alcanzar el gozo pleno de lo enunciado anteriormente, sin poder siquiera encontrar una explicación que quepa en el sentido común.Sin embargo, existe un sector de la sociedad que por sus cualidades, no solo ha podido dar una explicación coherente a la falta de posibilidades para tener acceso a una vida digna sino que ha buscado los mecanismos para ir venciendo estas adversidades: los maestros, quienes por el solo hecho de tener preparación profesional y pedagógica tienen la posibilidad de visualizar con agudeza los problemas que aquejan a la sociedad, de la cual, ellos son parte y por lo tanto, han buscado los mecanismos para poder mejorar sus condiciones laborales, uno de ellos ha sido organizarse en algún sindicato.Tomando en cuenta que el sindicalismo no tiene como origen al movimiento magisterial sino al obrero, se puede concluir que los planteamientos, son diametralmente opuestos si derivan en objetivos diferentes, ya que el sindicato de los maestros pugna por mejorar la situación laboral que permita sin limitaciones cumplir a cabalidad la tarea de educar con calidad a los niños y jóvenes.
Con el paso del tiempo se ha comprobado la eficacia de la organización gremial, resolviendo de manera contundente algunos de los problemas que aquejan a los maestros como: la seguridad social, derecho a la vivienda, a la actualización por parte de las instituciones, por mencionar algunas, y aunque esto no significa que todo esté resuelto, en términos de redituabilidad en cuanto resultados en la calidad de la educación, no es equiparable, las cifras son claras, el resultado en la prueba PISA aplicada en 2018, México obtiene puntajes por debajo de la media de los países evaluados por la OCDE, en las tres áreas evaluadas: Matemáticas, Lectura y Ciencias y solo el 1 por ciento de los estudiantes obtuvieron desempeño en los niveles altos.Y aunque no se trata de atribuir explícitamente al magisterio nacional estos resultados, si surgen las expectaciones respecto a un análisis y posicionamiento claro de qué hacer para que los resultados mejoren de forma cualitativa y cuantitativa.
El enfoque que el Proyecto educativo de Antorcha Magisterial plantea respecto a los maestros, es mucho más abarcador que la visión sindicalista y propone por ejemplo: diseñar y someter a la aprobación de los interesados una política salarial y de prestaciones que resuelva las necesidades básicas del maestro; que al jubilarse se respete su percepción salarial vigente, que se mejore el servicio médico; fijar de manera precisa los derechos y obligaciones de los trabajadores de la educación, una delimitación rigurosa y justa respecto a sus ámbitos de influencia y toma de decisiones.
Para Antorcha Magisterial, los maestros son parte fundamental en el análisis de los problemas educativos y en el planteamiento de soluciones concretas, pero se necesita irremediablemente de la expresión de sus valiosas aportaciones y de una participación mucho más activa, que los encamine de manera simultánea, ya que la realidad así lo exige, resolver sus necesidades gremiales y los problemas de rezago educativos que existen a nivel nacional.La patria nos hace el llamado estimados maestros.
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