A pesar de que a finales del año pasado la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) acordó realizar un incremento del 3.9% al salario mínimo, por lo que el salario mínimo pasó de 73.04 pesos a 80.04 pesos, los mexicanos continúa resintiendo el bajo poder adquisitivo que poseen tras el aumento de 7 pesos que cayeron en sus bolsillos a partir del 1 de enero de 2017.
Aunado a lo anterior, el gobierno reconoce que el ingreso que perciben más de 7 millones de empleados mexicanos es de 1920.96 pesos por 24 días laborados, cifra que la gente divide para realizar gastos como la adquisición de la canasta básica, misma que asciende a los mil 346.46 pesos por mes y que continúa en aumento, además de desembolsar el resto para transportarse a su trabajo, vivienda, cuidados personales, salud, educación, recreación, vestimenta, entre otros, dejando así un claro ejemplo de la sobre explotación laboral que sufren día con día los obreros de nuestro país al no contar con un salario que dignifique ni mucho menos que optimice su vida ni la de sus familias.
De acuerdo con datos estadísticos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro país tiene el salario más bajo de los 34 países miembro que lo conforman, mientras que Chile y Estonia están por arriba de México, en donde un trabajador no gana más de un dólar por hora.
"La carencia arriba y el salario abajo", dice una muy famosa canción de los años 90´s que muy bien alude a la actual situación que pone entre la espada y la pared a los más de siete millones de obreros, quienes -continúa informando la OCDE- trabajan 2 mil 226 horas al año, generando un ingreso poco rentable de aproximadamente 12 mil 859 dólares al año, una suma que desafortunadamente coloca a nuestros compatriotas con un destino incierto si continúan permitiendo el actual modelo económico que rige sobre nuestro país y el mismo que ha dado la pauta para herir económicamente a la gran masa de mexicanos y favoreciendo a una pequeña célula de personas.
Ante esta gran problemática que ha perjudicado a la nación, hace ya 43 años nació una verdadera solución compuesta por la única y exclusiva voz del pueblo mexicano que se denominó Antorcha Campesina, quien durante este gran lapso de tiempo se ha encargado de organizar al pueblo pobre y trabajador de México para brindar progreso y bienestar a las comunidades más olvidadas de nuestra patria.
Sin embargo, el proyecto de Antorcha de convertirse en partido político va más allá de todo estereotipo actualmente conocido, pues se trata de un proyecto que vendrá a romper la política de "promesas" en la que los mexicanos ya no confían, ya que las propuestas que presenta se conforman de cuatro puntos pensados para el beneficio de todos los mexicanos.
Los cuatro ejes que Antorcha Campesina propone en su nuevo modelo económico son: más empleos; mejores salarios; mejor distribución del gasto social y pagar menos impuestos, son los pilares que el Movimiento Antorchista ha ido cimentando durante sus 43 años de existencia entre la gran masa que lo conforma, y que juntos y organizados estaremos implementando en nuestro México para una mejor vida digna para los mexicanos.
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