MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Quintana Roo se hunde en pobreza y olvido

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A pesar de que Quintana Roo cuenta con uno de los centros turísticos más importantes del país y del mundo la marginación que se vive en la entidad cada vez es más aguda, es enorme la brecha social que divide a ricos y pobres debido a que la inmensa mayoría de los trabajadores no tienen las mismas oportunidades pese a que son los creadores de las riquezas, los que trabajan más de 8 horas, pero a cambio de su esfuerzo y desgaste físico, le dan migajas para no morirse de hambre.

De acuerdo con el reporte Medición de la Pobreza del 2020 presentado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en Quintana Roo aumentó la cifra poblacional en pobreza extrema pasando de 3.8 por ciento a 10.6 por ciento.

La mayor cantidad de personas afectadas se concentraron en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad y Othón P. Blanco, donde se alberga el 79.5 por ciento de la población estatal, además de golpear con fuerza a los municipios de Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Lázaro Cárdenas, donde se asienta la mayor cantidad de población indígena, con los niveles más altos de afectación reportados en la entidad.

Pese a que el derecho a la vivienda, establecido en el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la que textualmente dice: “…Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda”.

Sin embargo, estos derechos sociales no se ha logrado cumplir por parte de las autoridades gubernamentales, pues del millón 71 mil 389 quintanarroenses censados en el 2021; 259 mil tienen rezago educativo, 269 mil 332 no tienen acceso a los servicios de salud, 891 mil 205 millones no tienen seguridad social, 361 mil 519 no tienen calidad y espacios en la vivienda y 308 mil 714 no tienen acceso a la alimentación, en total 78 mil 485 viviendas no tienen calidad y espacio, es decir cuentan con alguna deficiencia; de ella 61 mil 643 viven hacinados, 12 mil 275 poseen techo endebles, 12 mil 89 están construidas con materiales endebles y 8 mil 533 tienen piso de tierra, un mal que aún persiste en la “Joya del caribe mexicano”.

Muchas de las colonias de la periferia de Benito Juárez, el municipio con más habitantes y que cuenta con más ingresos por turismo, no cuentan con servicios básicos, la red eléctrica es limitada con muretes y totalizadores donde las conexiones que se hacen limitan el consumo adecuado por familias, el agua potable está privatizada y el consumo regular de una familia al mes es elevado, las calles aún son de terracería, y para terminar con el calvario de los habitantes los índice de inseguridad es alto.

El riesgo de inseguridad y de pobreza que viven los quintanarroenses cada día, hace que la estadía en este lugar se convierta en un martirio, parece ser que el paraíso caribeño que en su momento fue prometedor para una vida digna hoy se ha convertido en un lugar de pobreza, desigualdad e inseguridad para todos, sin que hasta el momento el gobierno haya podido hacer algo al respecto, ya que no garantiza nada de seguridad para su pueblo y mucho menos apoyo en mejorar sus condiciones de vida, prueba de ello, el gobernador Carlos Joaquín González no cumplió su palabra, ignoró las promesas que le hizo a la ciudadanía, esperemos que la gobernadora electa, que en un par de meses tomará el cargo, realmente le haga justicia al pueblo que tanta falta le hace.

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