Considerado una de las regiones más bellas del mundo y señalado como el Estado mexicano más atractivo para el turismo nacional e internacional, donde Cancún es uno de los sitios más visitados en todo el planeta, y cuya derrama económica es incuantificable, debido a la actividad turística, es Quintana Roo, que también deslumbra por su riqueza natural y la belleza de sus playas, lagos y lagunas.
Cancún, Cozumel, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Tulum, Bacalar y Chetumal, año con año atraen a millones de turistas de todos los continentes, convocados por los tesoros naturales que esta entidad guarda en la Riviera Maya y el Caribe Mexicano.
Por años, esos sitios, por su inigualable belleza, han generado un gran dinamismo económico en la entidad, catapultando la industria turística que da empleo y alimento a miles de personas y sus familias, de eso hay constancia. La actividad turística se ha convertido en un polo de desarrollo económico envidiable. Desde su creación como estado libre y soberano, el 8 de octubre de 1974, Quintana Roo sobresale en el sureste de México como la entidad que muestra lo mejor del país a todo el mundo.
Pero también es una realidad que, derivado del impacto de la pandemia de la covid-19 que aún no termina, esa industria sin chimeneas colapsó y dio a conocer la otra cara de Quintana Roo, la que muy pocos conocen más allá de los grandes y lujosos hoteles, excéntricos restaurantes, centros nocturnos, casinos y bares concurridos por turistas de todo el mundo.
A más de dos años de la pandemia que abatió al país, en Quintana Roo provocó un sismo que afectó a miles de personas que se quedaron sin trabajo y que fueron abandonadas por las autoridades, y ahora sobreviven como Dios se los permite.
Para darnos una idea de lo que ocurre en esta entidad, tomamos los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que informó que en Quintana Roo aumentó en dos puntos porcentuales el número de personas que no tienen el dinero necesario para cubrir la canasta básica, pasando del 26.5 al 28.5 por ciento del total de habitantes.
Sin duda, en la entidad, es muy escasa la posibilidad de escalar a un nivel socioeconómico superior, debido a que se carece de las oportunidades para aspirar a una mejor calidad de vida. Por algo Quintana Roo ocupa la posición 26 en el ranking nacional de movilidad social ascendente, toda vez que 8 de cada 10 personas que nacen pobres, permanecen en esa condición social, esto según los resultados del estudio “La Movilidad Social en México”, realizado por el Centro de Estudios Espinoza Yglesias.
Aunque se quieran ocultar, estos datos revelan la verdadera condición de pobreza y hambre que padecen miles de familias quintanarroenses; y datos como los que da la Secretaría de Bienestar lo sostiene, donde 575 mil 568 personas viven en pobreza y 60 mil 314 están en una condición de pobreza extrema. Asimismo, el Coneval especifica que el 28.5 por ciento de los habitantes en Quintana Roo no tienen el presupuesto suficiente para adquirir una canasta básica, o sea, más de 491 mil personas de más del millón 858 mil habitantes de la entidad.
Esa es la realidad que hoy se vive en Quintana Roo, son las mismas autoridades que no han podido dar solución a carencias y problemas que afectan a las colonias y comunidades, porque prefieren ignorar la realidad de las familias que son despojadas y engañadas por vivales que vislumbran un futuro prominente en la adquisición, por los medios que sean, de grandes extensiones de terrenos en las zonas paradisíacas del Estado.
No se puede dejar de pensar que las autoridades gubernamentales han dejado a su suerte a los pobres, lo que menos les interesa es evitar sufrimientos al pueblo trabajador. Ante este golpe artero, con alevosía y ventaja de los malos gobernantes, la única respuesta correcta es la lucha organizada y decidida de la clase trabajadora para defender nuestros derechos plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario