En Derecho Romano se puede leer que no es lo mismo la propiedad que la posesión. Por un lado, se dice que la propiedad es el poder directo e inmediato sobre un objeto o bien, por la que se atribuye a su titular la capacidad de disponer del mismo, sin más limitaciones que las que imponga la ley. Mientras que la posesión, es considerada una situación de hecho, mas no de derecho como lo es la propiedad. La posesión requiere de dos elementos para configurarse como tal, y ellos son el corpus, que es la cosa en sí, y lo que se conoce como el animus rem sibi habendi, que es la intención de comportarse como su dueño; es decir, la posesión requiere la intención y la conducta de un dueño. Por lo que podemos declarar, que el poseedor lo es, sólo si su intención es convertirse en propietario del bien que posee. De esta manera la distinguimos de la tenencia, en la cual el tenedor reconoce en otro la propiedad de la cosa en su poder, como sería el caso de un contrato de arrendamiento.
Es por esta razón que podemos ver en nuestro entorno cotidiano, sobre todo en las colonias de la clase pobre y trabajadora, a humildes poseedores de viviendas que no son propietarios, esto es, que no tienen título ni escrituras de su vivienda, lo que siempre pone en peligro la seguridad jurídica de su patrimonio; y viceversa, - aunque son los menos -, también hay propietarios con título y escrituras, que no son poseedores, lo cual significa que, tienen los papeles, pero no la vivienda.
Estas ideas las recordé hace poco, cuando un grupo de colonos integrantes del Movimiento Antorchista, habitantes de la colonia Jardines del Llano del municipio de Coquimatlán, me honraron invitándome a la ceremonia de entrega de escrituras gestionadas ante el Instituto de Suelo y Vivienda (INSUVI) del Gobierno del Estado. El evento -seguramente por su trascendencia- fue presidido por -además de quien esto escribe- el Gobernador del Estado, el Presidente Municipal de Coquimatlán, el Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado y el Presidente del Congreso del Estado, como también por el Secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano (SEIDUR). Gracias a la lucha tenaz y valiente de los colonos antorchistas de todo el estado, fueron 200 familias, las que ese día se convirtieron, después de casi 20 años, en propietarias de su posesión. Felicidades compañeros colonos de Coquimatlán, gracias a su organización, como dice el derecho vigente, pasaron ustedes de la posesión irregular a la posesión legal de su vivienda.
Entre otras, dos cosas importantes dijo el Gobernador en su discurso que son dignas de recordar. Por un lado, reconoció la lucha y el trabajo de gestión del Movimiento Antorchista de Colima, donde afirmó que, "es con este trabajo de gestión y lucha, como se puede avanzar en el combate a uno de los flagelos que afecta al estado de Colima y al país: la pobreza."(Diario de Colima, 2/6/2017). Muy cierto señor Gobernador, es justamente lo que los antorchistas venimos diciendo desde hace casi 29 años. Por otro lado dijo que, "Acabar con la pobreza y con la desigualdad es responsabilidad de todos los órdenes de gobierno así como de la sociedad y en este sentido la vivienda juega un papel muy importante". (Ibíd.)
Recordar esto, es importante, porque en mi participación al micrófono en dicho evento, di datos y cifras seleccionados de las encuestas oficiales, relacionadas con la tenencia de la vivienda en el estado de Colima, que demuestran cuan grande y preocupante, es el número de colimenses afectados por la falta de la vivienda, y de la seguridad de la misma. A continuación, doy los datos referidos.
La fuente que proporcionó la información de mi discurso, se llama Panorama Sociodemográfico de Colima 2015, y es un resumen de los datos reunidos y procesados por la Encuesta Intercensal del INEGI, publicados en el 2016. En dicho trabajo se dice, que para este año, en Colima, se tenían registradas 205 mil 243 viviendas particulares habitadas, con un promedio de ocupantes de 3.5 por vivienda. En relación a la tenencia de la vivienda, es decir, al carácter de propiedad de la misma, se dice que el 60.4 por ciento, o sea, unas 123 mil 966 viviendas, son propiedad del ocupante; el 24.1 por ciento, o 49 mil 464 viviendas, son rentadas por quienes viven en ellas; el 13.8 por ciento, que son unas 28 mil 324 casas, son de un familiar del ocupante o prestadas, y que la tenencia del 1.7 por ciento, o sea, 3 mil 489 viviendas, no está especificado, por lo que yo puedo suponer que son casas simplemente invadidas por los ocupantes.
Si sumamos todos los porcentajes que se refieren a la vivienda que no es propiedad del ocupante, nos da un 39.6 por ciento de viviendas, estas suman 81 mil 277 que, multiplicadas por el promedio de ocupantes arriba señalado, nos da un total de 284 mil 470 colimenses que padecen de alguna manera la falta de vivienda o de seguridad jurídica de la misma; si tomamos en cuenta que el informe arriba mencionado dice que para entonces los habitantes de Colima sumaban 711 mil 235, tenemos que, el 40 por ciento de los colimenses padece, como dijo el Gobernador, una deficiencia muy importante que es producto de la pobreza. Por esto es tan importante recordar las citas anteriormente expuestas en el discurso del señor Gobernador. Ojalá todos hagamos caso.
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