Si bien es cierto que el sistema de salud en México es un tema importantísimo para un sector amplio de la población, el problema radica en que, en los últimos años, la reducción de su presupuesto y calidad ha venido a la baja, y hasta el momento la situación no ha mejorado.
Se está gestando una vez más un golpe directo a la salud de todos los mexicanos, porque las condiciones materiales en los hospitales y centros de salud cada día están en decadencia.
Desde el desabasto de medicamentos básicos hasta el de aquellos que requieren control, como los que se entregan a los enfermos de diabetes, este es un intento absoluto de privatizar uno de los sectores más importantes.
El Gobierno pone la salud pública al servicio del modelo neoliberal, arrastrando a los mexicanos hacia la privatización.
Se está negando la salud y reduciendo el presupuesto para no ofrecer un servicio eficiente a la población, sin importar las graves consecuencias para los pacientes.
El Gobierno federal, y en especial la participación del todavía presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se pone "de pechito" al servicio del modelo económico neoliberal que permea en la mayor parte del mundo, y que consiste principalmente en la drástica reducción del Estado y sus funciones.
Esto alienta la participación de empresas privadas, sin importar el futuro de la sociedad mexicana, porque, además de impuestos, los trabajadores ahora también estarán pagando el servicio médico y las medicinas al sector privado.
Es evidente que quienes tienen los recursos suficientes para llevar a sus enfermos a hospitales privados y adquirir los medicamentos necesarios podrán hacerlo, pero quienes no cuentan con la misma posibilidad estarán destinados al sufrimiento y a una muerte segura, o bien a ver sufrir a sus familias por no contar con el dinero para tratarlos en hospitales privados, donde podrían recibir atención puntual.
La promesa de un servicio de salud como el de Dinamarca ha quedado atrás, y esto se debe a la baja inversión que año con año se realiza.
En nuestro país se violenta el derecho a la salud, perjudicando la vida de millones de mexicanos, mientras en las más altas tribunas se continúa diciendo que hoy estamos mejor que en otros sexenios.
Desde aquí denunciamos la arbitrariedad provocada por un Gobierno liderado por el partido Morena, con una política errónea que no se ha visto aplicada, pues hasta ahora seguimos igual o mucho peor.
Estamos ante un evento desafortunado que nos advierte y que nos arrastra, una vez más, hacia la privatización de la salud pública. Nuestra denuncia es pública y legítima, pues el tiempo nos dará la razón, como ya se está viendo en la realidad.
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