La efervescencia política, el enojo y descontento social en contra de los gobernantes en turno, fueron las causas que llevaron al poder a Andrés Manuel López Obrador, en 2018, pero ahora, las supuestas intenciones y políticas públicas del ahora presidente de México y su 4T no han sido eficaces, sino todo lo contrario.
México retrocede, lo que ha ocasionado que cada vez haya más pobres. En 2018 había en el país 55.7 millones de personas en condiciones de pobreza, para 2021, la cifra aumentó a 61.5 millones, un incremento de 3.8 millones de pobres más que en 2018.
“Por el bien de todos, primero los pobres” fue la frase pilar de su triunfo, pero hoy, a cuatro años al frente del Gobierno mexicano, si realizamos un diagnóstico, son sólo unos cuantos los privilegiados de su política, pues cada vez más es enorme la cantidad de mexicanos sumidos en la pobreza y desigualdad social, esto como consecuencia de las políticas fallidas y del nulo esfuerzo de la autoproclamada Cuarta Transformación.
A López Obrador le gusta hablar sobre lo diferente que es su gobierno a los anteriores, poniendo como ejemplo de lo nuevo y progresista, su propia política, pero la realidad es muy diferente y decepcionante para los mexicanos, que, en 2018, le dieron su confianza.
Lo que AMLO llama política distinta, es a las medidas fallidas aplicadas por su gobierno, la cuales, según él, son efectivas para el bienestar de los mexicanos; es decir, que no tiene la mínima intención de cambiar sus políticas, aunque estas no den resultados positivos para los mexicanos.
Así, los recursos dedicados al gasto social en los cuatro años de esta administración federal han disminuido drásticamente, además de que se eliminó el Ramo 23 que permitía elevar la eficacia y eficiencia en atención a la infraestructura básica.
En el sistema de salud, López Obrador prometió a los mexicanos que tendrían acceso a ella, de calidad como en los países nórdicos, como Noruega o Dinamarca, con la mejor tecnología, con médicos y medicinas gratuitas, sin embargo, el INSABI no ha podido dar los resultados esperados al desaparecer el Seguro Popular porque durante la pandemia se dejó a millones de personas sin los servicios de salud.
En obras publicas rurales y urbanas, en lo que respecta al mantenimiento de los caminos y carreteras, el panorama no es nada diferente, por ejemplo, en Durango, más del 50 por ciento de los caminos rurales de la entidad se encuentran en mal estado debido a que este año han recibido poca atención debido a la falta de presupuesto. El trabajo que requieren los caminos rurales y urbanos es continuo, sobre todo en la zona Sierra, y con la llegada de las próximas lluvias se pondrán peor, pero eso no solamente es en Durango, sino en todo el país, pues el presidente prefiere destinarle recursos a sus obras capricho a costa de dejar las necesidades de los mexicanos de lado.
Ante la terrible situación de pobreza y desigualdad que padecemos la inmensa mayoría de los mexicanos, y la insultante concentración de la riqueza social en unas cuantas manos, es momento de que el pueblo trabajador se concientice políticamente, se organice y construya su propio partido político para tomar el poder gubernamental de nuestro país, de forma pacífica y democrática, con la finalidad de implementar un nuevo modelo económico.
El pueblo mexicano necesita es una política distinta que redunde en mejores condiciones de bienestar material basado en cuatro ejes fundamentales; 1) política progresiva en el cobro de los impuestos, 2) empleo formal para toda la población económicamente activa, 3) salarios remuneradores y 4) reorientación del gasto social para desarrollar integralmente a todos los centros de población.
La realidad es dura y no perdona, pero solo a través de ella aprende el hombre. Por eso el pueblo de México no debe cerrar los ojos, debemos aprender y avanzar en la construcción de una organización que nos permita enfrentar nuestra realidad, con claridad y con acciones que realmente transformen para el bien de nuestro país y de todos los mexicanos.
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