MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Preocupa la abierta intromisión en el proceso electoral 

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Las elecciones del 6 de junio tendrán una complejidad sin precedente, en parte por la magnitud y el número de candidatos y los puestos en disputa, además de la histórica violencia política y criminal en el país. Pero, lo más relevante de estas elecciones intermedias han sido los ataques incesantes al Instituto Nacional Electoral (INE) por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con varios comentaristas, cualquier otro presidente ya habría sido sancionado por su clara intromisión y el abierto uso de los programas sociales para favorecer a los candidatos morenistas. 

Expertos señalan, como dice el mismo presidente, lo que está en juego en este proceso electoral es el legado político de Andrés Manuel López Obrador y el futuro de la autodenominada Cuarta Transformación. Advierten, que los ataques a los comisionados del INE son los primeros pasos que tomará López Obrador para no respetar los resultados de estas elecciones intermedias y eventualmente los resultados de los comicios en 2024 si no favorecen a Morena. Es decir, se prevén graves conflictos poselectorales a partir del 6 de junio. 

La abierta intromisión de López Obrador en el proceso electoral preocupa a muchos sectores sociales, entre ellos al empresarial, que lamenta la intervención de AMLO en estas elecciones, pues en plena campaña electoral no modera su discurso y con ello está realizando un activismo abierto. Los empresarios aseguran que incluso el propio día de la elección podría registrarse una fuerte operación por parte de las dependencias federales, con tal de que Morena conserve el poder a como dé lugar y a cualquier costo, sin importar que se violenten las leyes vigentes por parte del mismo titular del Ejecutivo federal. 

Voces autorizadas sostienen que la creciente decepción respecto a la política del Gobierno del presidente López Obrador y sus pésimos resultados que no han logrado otra cosa que hacer más difícil su situación personal y familiar de los mexicanos, han generado un desencanto e inconformidad entre los votantes. Se ha visto que las encuestas de opinión le dicen a AMLO que su popularidad entre el público sin partido ni filiación política ha venido sostenidamente a la baja en las últimas semanas y lo más seguro es que voten en su contra, de donde concluye que su triunfo depende ahora, mucho más que antes, del voto duro de sus militantes y de sus fieles e incondicionales. 

De esta manera, líderes de opinión, avizoran que hay todo un plan bien diseñado por expertos, financiado y ejecutado por el Gobierno federal a través de sus operadores y grupos afines para desincentivar y reducir al mínimo la participación democrática el 6 de junio, ya que con ello se tienen tantas más probabilidades de dar el resultado deseado por Morena. 

Teniendo presentes estos malos augurios, resulta todavía más alarmante e indignante el imparable incremento de la violencia política en todo el país a medida que se acerca la fecha decisiva. Más aún que el descontrol de la violencia ocurra a ciencia y paciencia de las autoridades responsables de la seguridad de los candidatos, así lo ve y expresa claramente lo más representativo de la opinión pública a través de los medios de comunicación. Señalan que hay alarma crítica dentro y fuera de México por el clima de terror y violencia que se respira en todo el país en estas elecciones y por la ineficaz respuesta oficial al grave problema.

Queda la duda si la violencia generalizada en todo el país sea parte integrante de la política del presidente López Obrador y sus operadores como recurso para inhibir el voto ciudadano, por no contar con pruebas suficientes y fehacientes de ellos, pero a todos nos preocupa seriamente. También nos preocupa e indigna la abierta intromisión del presidente en el proceso electoral en curso y más aún la arrogancia desafiante con que confiesa estar violando la ley electoral y la propia Constitución General de la República, con tal de apoyar a sus candidatos. Se trata evidentemente de una burla abierta y desafiante a la opinión pública del país y a las autoridades electorales, que por ley son las encargadas de conducir el proceso electoral.

Tampoco estamos de acuerdo y lo rechazamos enérgicamente, por considerarlo un grave riesgo para todos los ciudadanos, el uso político de la ley y los órganos de justicia para abrir investigaciones judiciales, promover desafueros y amenazar con cárcel a candidatos ya formalizados por el INE, remover gobernadores violando el pacto federal y todo esto en plena campaña electoral. Esto abona la sospecha de que Morena y el presidente, lo están apostando todo para inhibir, por cualquier medio, el voto ciudadano para ganar la próxima elección. Por lo que nuestra tarea consiste en derrotar a los promotores del abstencionismo y de la inhibición del voto ciudadano, saliendo a votar en masa el 6 de junio. Es nuestra oportunidad.

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